Pemex necesita alianzas para garantizar la soberanía energética de México

Cuando la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, asuma el cargo el 1 de octubre, uno de los mayores desafíos que deberá enfrentar es restablecer el rumbo de la industria energética y, en particular, de la petrolera nacional Pemex.

Si bien Sheinbaum se ha comprometido a continuar con las políticas de su mentor, el presidente Andrés Manuel López Obrador, y a utilizar a Pemex y a la eléctrica estatal CFE para garantizar la soberanía energética del país, es posible que no le quede otra opción que dar mayor espacio a la iniciativa privada.

Para analizar lo que le espera a Pemex y a la industria energética mexicana, BNamericas conversa con Miriam Grunstein, socia fundadora de Brilliant Energy Consulting.

Grunstein es una de las especialistas en regulación, infraestructura y energía con más experiencia en México. Es una destacada consultora legal independiente, académica no residente del Centro de Estados Unidos-México del Baker Institute y ha enseñado en las mejores universidades de México. Sus publicaciones jurídicas incluyen libros y artículos sobre derecho energético y ambiental.

BNamericas: Pemex es la empresa energética más endeudada del mundo. ¿Qué hará el gobierno para rescatarla?

Grunstein: En este sexenio se le metió muchísimo dinero a Pemex y fue casi dinero a fondo perdido. Especialmente en lo tocante a la refinería. Me preocupa cuando hablan de “saneamiento fiscal”, porque cuando hablan de saneamiento fiscal —y trátese del sexenio que se trate—, empiezan a recortar. Lo que debe hacer realmente Pemex es buscar oportunidades de negocios. Hay que cortar lo que no sirve, pero Pemex tiene que ampliar su abanico de negocios.

BNamericas: ¿Dónde debería invertir Pemex?

Grunstein: Pemex tiene que concentrarse en la exploración y producción de petróleo, buscar los campos que son más rentables y, ahí, buscar alianzas estratégicas.

El problema es que hemos sembrado un campo de tanta desconfianza que, aun cuando Sheinbaum dijo que está considerando reanudar la participación de la iniciativa privada en exploración y producción, tal vez mediante el reinicio de las rondas. Ya veremos si el partido se lo permite. Sheinbaum dijo que está considerando meter más inversión privada a exploración y producción. Hay muchos campos donde Pemex podría licitar participaciones usando farm-outs.

Otra cosa que debería hacer Pemex es fortalecer su sistema de importación de gas natural e invertir en gasoductos para usos industriales, y también para CFE. CFE podría comprar el gas más barato de Pemex.

BNamericas: ¿Cuál es el potencial del segmento upstream mexicano?

Grunstein: Pemex está descapitalizada. La inversión en tecnología y la propiamente financiera son inviables en este momento. Hay que hacer alianzas con las petroleras internacionales, pero estas ya se fueron a lugares donde hay oportunidades excelentes de exploración y extracción, como Brasil.

El campo Lakach va a ser un fracaso. El gas les va a salir carísimo de aguas profundas, especialmente teniendo la competencia de Estados Unidos. No hace sentido. El gas no se extrae de aguas profundas, es demasiado caro.

BNamericas: ¿Qué puede hacer Pemex para garantizar la soberanía energética?

Grunstein: Es una gran contradicción de que se hable de la soberanía energética. Pemex está como nunca muy paralizada y no está preparada para asumirla. Cuando se celebraron las primeras rondas en 2015 y se hicieron los primeros farm-outs, había mucho interés en asociarse con Pemex. A estas alturas yo creo que se nos fue ese momento. Pemex está muy deteriorada y el gobierno ha infundido enorme desconfianza.

Entonces, habría que ver si todavía podemos lograr estas alianzas con el sector privado. Tuvimos la oportunidad de aliarnos con empresas importantes y la dejamos ir.

Y ahora, con todas las cuestiones de la reforma al Poder Judicial y cuando se plantea la posibilidad de que el Poder Judicial esté capturado por las fuerzas políticas y electorales, va a haber muchísima desconfianza. ¿Para qué meterte en un país que ha sido el más reacio a la apertura, y con la empresa petrolera más endeudada del mundo?

BNamericas: ¿Dónde hay motivos para un poco de optimismo?

Grunstein: Hablar positivamente del sector energético en este momento es muy difícil, tanto de hidrocarburos como de electricidad. Podría decirse que una tendencia posiblemente positiva del gobierno de Sheinbaum es poner muchísima más atención en el enorme potencial que tiene México en energía solar fotovoltaica y eólica. Pero para eso necesitamos muchísima inversión en transmisión y en generación.

En este momento todavía es altamente especulativo lo que ella puede y quiere hacer, porque no ha tomado el poder. Tenemos que ver cómo manejan el discurso de la soberanía energética con una mayor inclusión del sector privado, que es algo que empiezan a hablar.