Los preparativos de Perú para adjudicar el proyecto polimetálico El Algarrobo

La agencia peruana ProInversión declaró de interés el proyecto polimetálico El Algarrobo el 28 de septiembre, y hay mucho optimismo dentro de la institución para que salga adelante.  

El Algarrobo es un proyecto de cobre, zinc y plata ubicado en la Región Piura, en la misma zona que la controversial iniciativa a cielo abierto Tambogrande, abandonada debido a la feroz oposición de la comunidad.  

Según ProInversión, El Algarrobo solo abarca 4 de las 10 concesiones mineras que tiene Tambogrande y están alejadas de los centros poblados. Será una mina subterránea, y una condición clave para que el proyecto salga adelante será abordar el problema de estrés hídrico antes de iniciar cualquier tipo de exploración minera.  

En virtud de la declaratoria, el proyecto demandará un total de US$2.753 millones, que consideran US$759 millones en construcción y US$1.994 millones en operación y mantenimiento en los 10 primeros años.

BNamericas conversó con Rogger Incio, director de proyectos de ProInversión, sobre el alcance de la iniciativa, la situación social en Tambogrande, el cronograma tentativo de inicio de operaciones, y acciones para promover el proyecto.

BNamericas: El Algarrobo lo propuso primero Buenaventura. ¿Cómo llega a ser declarado de interés? 

Incio: La iniciativa se propuso inicialmente en 2017, pero se modificó en 2019 luego de un breve proceso de evaluación inicial. Cuando una iniciativa privada se presenta, se revisa que cumpla los requerimientos para ser admitida a trámite, es decir, capacidad técnica, experiencia de la empresa, viabilidad técnica y económica, etc.  

Tras dicho proceso, ProInversión inicia la etapa de planeamiento, que culmina solicitando una opinión de relevancia a la entidad competente ―en este caso el Ministerio de Energía y Minas (Minem)―, y luego se pasa a la fase de formulación en donde se elaboran estudios técnicos. 

Si bien el proyecto llegó hasta la estructuración, se detuvo porque el Minem no emitió una opinión favorable porque había temas de índole social que no le daban continuidad, y había que esperar un mejor escenario. Esto ocurrió en 2021. Luego vino la pandemia, pero nosotros desde agosto 2023 veníamos trabajando para sacarlo adelante con un enfoque más social. El propio Minem lo pudo verificar, y en agosto de este año nos dio la autorización para iniciar con la declaratoria de interés.  

BNamericas: ¿Qué problema o rechazo social traía el proyecto? 

Incio: El Algarrobo es totalmente diferente a Tambogrande, el antiguo proyecto que se quiso sacar adelante [a comienzos de la década de 2000] con fuerte rechazo social. Tambogrande, que trató de implementar la minera canadiense Manhattan Minerals, cubría un total de 10 concesiones mineras ―alrededor de 10.000ha―, era a tajo abierto, e incluso cubría parte de la zona distrital y urbana. 

En el caso de El Algarrobo, este cubre solo cuatro concesiones y abarca un solo yacimiento minero conocido como Tambo Grande 3 (TG3). Asimismo, el principal mineral a ser extraído es cobre ―antes oro―, y se realizará a través de minería subterránea, lo cual es menos dañino para el ambiente. 

BNamericas: Parte de la adjudicación del proyecto minero consiste en brindar una solución al estrés hídrico de la zona. ¿Qué contempla? 

Incio: La propuesta tiene la particularidad de que primero se trata el componente del agua, y luego vienen las exploraciones mineras. Son tres años ―que se han estructurado en el contrato― en los que la empresa ganadora tendrá que proponer una solución, desarrollar los estudios correspondientes, y tratar de implementar la obra.  

Solo logrando un acuerdo con la comunidad en ese aspecto es que se podrá pasar a la siguiente etapa en la que se podrán iniciar los estudios de exploración minera. La empresa que se adjudique la obra hace un compromiso de destinar US$5 millones al desarrollo del proyecto hídrico y los estudios.  

BNamericas: Las exploraciones mineras empezarían en el cuarto año. ¿Qué cronogramas manejan? 

Incio: En 2028 se iniciaría con la obtención de los permisos para realizar estudios, dentro de los que destacan las certificaciones ambientales. Todo esto tendrá un horizonte de tiempo de 5 años, y el objetivo final será contar con un estudio de factibilidad bancable que determine la viabilidad técnica y económica.  

Es ahí donde se tendrá una actualización de las reservas y vida útil del proyecto. Actualmente, la vida útil es de 10 años, con una capacidad de procesamiento diario de 5.000t de mineral en los tres primeros años, para luego subir hasta 15.000t a partir del cuarto.  

BNamericas: El proyecto lo propuso Buenaventura, pero el objetivo es abrir el proceso a terceros y crear un ambiente de competencia. ¿Qué estrategias seguirán? 

Incio: En estos 90 días ―tiempo en los que terceros pueden presentar declaratorias de interés― vamos a difundir el proyecto en todos sus alcances, mostrar que ya no hay una situación de rechazo social, y que hay un compromiso de las autoridades competentes. Estamos organizando un evento aquí en Lima para darlo a conocer, y también habrá uno en Australia a fines de octubre en el que tendremos la oportunidad de tener reuniones bilaterales con empresas interesadas.  

Asimismo, entre noviembre y diciembre estamos coordinando acciones para darlo a conocer en otros paísesy y seguiremos con talleres para la población dentro del área de influencia.  

BNamericas: ¿Cuándo se pondrá en marcha el proyecto?? 

Incio: La construcción está prevista en un período de tres años. Considerando 5 años de exploraciones ―y un escenario de adjudicación directa a Buenaventura― esta etapa culminará en 2032, y en el 2033 arrancará la construcción de la mina hasta 2035. La operación comercial estaría iniciando en 2036.  

BNamericas: ¿Qué otros proyectos del sector minero vienen promoviendo desde ProInversión? 

Incio: Estamos coordinando un lanzamiento que consiste en otro proyecto de fosfatos. En junio se adjudicó el proyecto Fosfatos Bayóvar. Esto se daría en las concesiones de salmueras que se adjudicaron a una empresa que ya no existe y que se regresaron al Estado, y hoy lo estamos trabajando. El Minem ya dio las autorizaciones, y probablemente en noviembre tendremos el encargo formal del sector para llevarlo adelante. Esta es una iniciativa estatal, y abarca un promedio de 92.000ha de concesión minera, en donde la cantidad de fosfatos puede ser muy interesante.  

Este proyecto está enlazado con la decisión del gobierno de declarar prioridad nacional la construcción de una planta de fertilizantes en Sechura ―también en Piura―, tomando como base la materia prima que puede tenerse con la producción de fosfatos. Por ende, esto llevará a la eventual adjudicación de un proyecto de una planta de fertilizantes en el mediano plazo. Está en fase muy inicial, pero sí está encaminado.