Petrobras planea retirar otras 4 plataformas de campo Marlim este año

La compañía brasileña Petrobras planea gastar US$11.000 millones en el desmantelamiento de 23 plataformas marinas entre 2024 y 2028.

Cuatro de ellas, en el campo Marlim en la cuenca Campos, serán retiradas en 2024, dijo a BNamericas su gerente de apoyo estratégico para desmantelamientos, Luciana Chamusca.

El retiro de estas unidades es parte de la revitalización del activo, proyecto que le valió a la empresa estatal el premio por sus logros en la Offshore Technology Conference (OTC) este año.

Durante la conferencia en Houston, Chamusca conversó con BNamericas sobre los planes de Petrobras en el área.

BNamericas: ¿En qué situaciones Petrobras realiza desmantelamientos marinos?

Chamusca: Hay una etapa en la vida útil de un sistema de producción costa afuera en la que el yacimiento [petrolífero] ya no es rentable, es decir, el costo de extraer ese petróleo se vuelve más caro que el petróleo mismo. Cuando llegamos a ese punto, que es al final del ciclo de vida útil, después de unos 25 años en promedio, Petrobras tiene que analizar tres alternativas posibles, y optamos, por supuesto, por la que agrega más valor a nuestro negocio.

La primera que evaluamos es la posibilidad de extender la vida útil del campo, llevando la curva de producción lo más adelante posible. Y luego hacemos estos programas de revitalización, proyectos complementarios. Esto es lo que pasó en Marlim, que nos valió el premio [de OTC] este año. Se trata del principal proyecto de revitalización en ejecución del mundo. Hace unos 10 años nos dimos cuenta de que haciendo algunos cambios podíamos extender la vida útil del activo.

Cuando esto no es viable, pasamos a la segunda alternativa que agrega más valor: la desinversión, transfiriendo este activo a una empresa que opere en campos maduros como parte de su negocio principal. Hemos hecho esto con varios campos. Los vendimos a 3R Petroleum, Perenco o Trident Energy. Se trata de compañías especializadas en esta fase final de la vida útil del campo.

Cuando ninguna de estas posibilidades es viable, se pasa al desmantelamiento, que es una obligación legal consistente en la adecuada disposición del sistema. Cuando hablamos de disposición, no necesariamente significa recogerlo todo. Hay un caso base que establece que, cuando sea posible, se debe recoger todo, pero podemos presentar la alternativa de dejarlo in situ sea más sostenible.

BNamericas: ¿Recibió Petrobras autorización para hacer esto?

Chamusca: Sí. Un sistema de producción se divide hoy en día en algunos elementos clave, como la plataforma, ya sea fija o flotante; y el sistema submarino, que conecta la plataforma al pozo, incluidas líneas, ductos, cables, colectores, árboles de Navidad, además del mismo pozo.

En lo que respecta a la plataforma, la hipótesis de base hoy es su recogida. Por ahora no tenemos ningún caso en Brasil en que la plataforma haya quedado. Es lo que ocurre con las plataformas flotantes, por razones obvias. Es un barco y lo sacamos para desmantelarlo en tierra. En muchos lugares del mundo, las plataformas fijas se utilizan para crear arrecifes artificiales, pero en ningún proyecto de Petrobras nos han permitido recurrir a esta opción, aunque hasta ahora solo hemos tenido un caso de retiro de una unidad fija, que fueron las plataformas del campo Cação.

Este fue un proyecto que incluso consideramos proponer mantener parcialmente in situ a los órganos reguladores, pero sentimos mucha resistencia y terminamos presentando una propuesta de remoción total, que fue aprobada por la Marina, [la agencia ambiental] Ibama y [el regulador de hidrocarburos] ANP.

BNamericas: ¿Sigue Petrobras considerando esta posibilidad de mantenimiento in situ de las estructuras a futuro?

Chamusca: Sí. El principal foco de debate en el país hoy en día está relacionado con los sistemas submarinos. Se trata de ductos que a menudo se construyeron para permanecer allí para siempre. Cuando se instalaron estos sistemas no se pensaba necesariamente que después había que retirarlos. Hemos llevado a cabo varios proyectos de desmantelamiento y hemos recibido autorización para mantener parte de estos sistemas en el lecho marino. Recogemos algunos de ellos.

BNamericas: Se ha hablado del almacén submarino… 

Chamusca: Ese es otro asunto. El almacén submarino era una especie de armario. No lo usamos para los sistemas que estaban en uso. Era un almacén donde guardábamos equipos de campos que estaban a 200-300km de la costa y fue diseñado para contener todo lo recogido. Allí no había arrecifes artificiales. Era un contexto diferente.

BNamericas: Pero en otros sitios con sistemas submarinos instalados, se le permite a Petrobras dejarlos en el fondo del mar…

Chamusca: Sí.

BNamericas: ¿Y es una opción para los armazones que soportan las plataformas fijas? 

Chamusca: Es una posibilidad. Realizamos estudios caso por caso. En cada sistema que desmantelamos, hacemos un análisis, observamos el entorno submarino con el que nos enfrentamos. Analizamos el valor de mantener ese armazón ahí. Nos preocupa el coral sol, que es una especie invasora que tenemos en la costa, por lo que tomamos en consideración diversos elementos para presentar una propuesta de mantenimiento parcial in situ, ya sea de un armazón o de cualquier otro sistema.

De cara al futuro, en la región noreste no hemos identificado ninguna propuesta objetiva. Todavía estamos realizando estudios. En el sudeste, la realidad es otra, es otra dimensión de estas unidades, que todavía estamos estudiando. Lo que puedo decirle es que el caso hipotético de Petrobras es hoy de recogida porque es lo aprobado por Ibama. Los argumentos a favor de permanecer in situ requieren mucho más estudio.

BNamericas: ¿Cuáles son los principales proyectos de retiro que saldrán del tintero en los próximos años?

Chamusca: Tenemos 23 proyectos de desmantelamiento en los próximos cinco años: 14 flotantes y 9 fijos. Estamos hablando de 1.900km de líneas flexibles en que ya se comprometió su retiro, así como el abandono y taponamiento de 550 pozos marinos.

Estas cifras convierten a Brasil en el tercer mercado de desmantelamiento más grande del mundo, detrás del golfo de México y el mar del Norte.

Hoy en día hay varios proyectos de desmantelamiento en la cuenca Campos. Están asociados a la revitalización de Marlim, como las plataformas P-32, P-33, P-20, P-26, P-37… se está desmantelando todo ahora.

BNamericas: Estas son las FPSO que fueron reemplazadas por las FPSO Anita Garibaldi y Anna Nery, ¿no?

Chamusca: Sí. Fueron nueve unidades flotantes que fueron reemplazadas por estas dos nuevas unidades.

BNamericas: De los nueve, ¿cuántas quedan todavía?

Chamusca: Por ahora [se han eliminado] solo la 32 y la 33. Todavía quedan siete, de las cuales deberíamos retirar cuatro este año.

En los próximos años sacaremos de servicio unidades en el sureste. A partir de 2028 comenzaremos el desmantelamiento en el noreste.

Estos proyectos se están considerando con siete años de anticipación, por lo que ya iniciamos el análisis para el noreste. La mayor parte de los proyectos apunta a planificar la solución de retiro que adoptaremos.

BNamericas: ¿Hay otros aspectos destacados en los desmantelamientos?

Chamusca: El principal mensaje que estamos enviando es que queremos que el desmantelamiento sea un vector de sostenibilidad. Hemos identificado que, de los 17 objetivos de desarrollo social establecidos por Naciones Unidas, hemos logrado contribuir a 11 de ellos a través de proyectos de desmantelamiento, como educación de calidad y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Es una enorme oportunidad para el país, no solo para los astilleros, sino más allá, con todo el trabajo de reciclaje que implica. Las subastas de P-32 y P-33 tuvieron mucho éxito. El mercado brasileño está interesado en desarrollarse. Tenemos una demanda constante y perenne. Estamos sacando de servicio [las unidades de producción] de la ronda de licitación cero de ANP, referentes a los primeros contratos [de exploración y producción], firmados en 1998. Estamos ahora en la ronda 22 o 23 de la agencia.

BNamericas: ¿Cómo se dividen los contratos de desmantelamiento?

Chamusca: Todavía estamos probando los modelos, tratando de optimizarlos al máximo separando los alcances. El primer bloque de contrataciones consiste en preparar la salida de la unidad del arrendamiento, con trabajos de desanclaje, por ejemplo. Luego analizamos el caso de los sistemas submarinos.

BNamericas: ¿Firmó Petrobras un contrato en esta área con Ocyan?

Chamusca: Un contrato de ingeniería, preparación, remoción y disposición. Contratamos un paquete cerrado y, al final, recibimos un certificado de disposición del material reciclado. Pero eso es solo para el sistema submarino.

BNamericas: ¿No se trata de la parte superior?

Chamusca: No. Un caso de ello fue el contrato por las plataformas Cação. Allí, el consorcio contratado [Triunfo Logística, Sea Partners Navegação e Logística, Método Engenharia y Shore Offshore Services] retiró todo y lo recicló.

El año pasado lanzamos un modelo de disposición sustentable para unidades flotantes. La chatarra metálica tiene un valor enorme. Brasil importa chatarra metálica. Y en un horizonte de 10 años, solo a partir de unidades flotantes desmanteladas, se generarán alrededor de 800.000t de chatarra. Entonces, vendemos estas unidades [flotantes] en una subasta y obligamos al comprador, si no es un astillero, a presentarnos un contrato con un astillero ecológico, demostrando que las reciclará adecuadamente.

Las dos primeras fueron comparadas por Gerdau, en alianza con Astillero Ecovix. En estos casos nosotros mismos desconectamos la plataforma y la entregamos al astillero.

BNamericas: ¿Se han firmado los contratos por las cuatro unidades que serán retiradas de Marlim este año?

Chamusca: No. Seguiremos realizando las subastas.