Progresos y perspectivas en la hoja de ruta de infraestructura de Colombia

La Agencia Nacional de Infraestructuras, o ANI, está impulsando proyectos a corto, medio y largo plazo en todo Colombia con el fin de mejorar la conectividad regional e internacional y generar crecimiento.

En esta entrevista, BNamericas conversa con el vicepresidente de estructuraciones de la ANI, Jonathan Bernal, para conocer los planes de infraestructura que están llamadas a moldear el futuro y el panorama económico de la nación.

El ejecutivo destaca el avance de las concesiones de infraestructura de quinta generación (5G), la revisión de vías vitales como la autopista Buga-Buenaventura y la Troncal del Magdalena 1 y 2, el desarrollo Port of Pisisí, en la costa Caribe del departamento de Antioquia, y las inversiones en obras públicas en otros corredores claves de transporte.

Bernal también se refiere a los proyectos para 2024, que implican inversiones estimadas en 17.800 millones de pesos (US$4.200 millones), entre ellos la ampliación del aeropuerto Rafael Núñez, en Cartagena, y la asociación público-privada para el corredor ferroviario La Dorada-Chiriguaná.

Las proyecciones revelan que los ferrocarriles colombianos son un foco particular de desarrollo, con ambiciosos objetivos para conectar los corredores ferroviarios del Pacífico y de la zona central, mejorando la accesibilidad e impulsando las perspectivas económicas nacionales, creando vínculos esenciales y abriendo nuevas vías de oportunidades.

BNamericas: ¿En qué estado se encuentran los proyectos de infraestructura en los que está trabajando la ANI?

Bernal: Avanzamos con los diversos proyectos. Entre los adjudicados está el Canal del Dique, que tendrá una inversión de 3,2 billones de pesos, proyecto de restauración de ecosistemas, que además se vuelve un proyecto de control de inundaciones.

El proyecto va muy bien, ya está en etapa de pre construcción. La concesionaria ya está haciendo labores de dragado para garantizar la navegabilidad del río Magdalena y en este momento está buscando financiación para su cierre financiero.

Otro proyecto que adjudicamos el año pasado es el Puerto de Pisisí, que se ubica en el Urabá antioqueño. Es una iniciativa de US$155 millones.

También firmamos el contrato Buga-Buenaventura, que tendrá alrededor de 4,8 billones de pesos de inversión. 

Otro proyecto que hemos adjudicado es la obra pública por 70.000 millones de pesos en el corredor férreo La Dorada-Chiriguaná, que conectará la zona central del país; y también la obra pública en el corredor Bogotá-Belencito, por más de 125.000 millones de pesos.

También hemos venido haciendo prefactibilidades de obras que permiten conectar al país entre los puertos del Pacífico y el corredor central, y entre Bogotá y el corredor central.

Lo mencionado es un avance importante en un primer año de gobierno.

BNamericas: ¿Cómo van los proyectos de la quinta generación (5G) de concesiones de infraestructura?

Bernal: También vamos muy bien con los proyectos de 5G; empezamos con Troncal del Magdalena 1 y 2, que en su momento se las conoció como Ruta del Sol 2.

Esta concesión se dividió en dos tramos uno entre Puerto Salgar y Barranca Bermeja [Troncal Magdalena 1] y otro entre Sabana de Torres y Curumaní [Troncal Magdalena 2].  

Estos contratos ya están firmados por 4,49 billones de pesos la Troncal del Magdalena 1 y por 4.34 billones de pesos la Troncal del Magdalena 2; están también en etapa de pre construcción.

Adicionalmente los proyectos de la Avenida longitudinal de Occidente Aló Sur, Accesos Norte de Bogotá fase II y Malla Vial del Valle del Cauca Accesos Cali-Palmira están adjudicados, están en sus fases de pre construcción y todos van muy bien.

Un aspecto muy importante de los nuevos contratos de concesión de Colombia que hay que destacar es que tienen lo que llamamos una unidad funcional cero, que significa que el concesionario apenas firma el acta de inicio hace una primera aproximación al corredor: tapa los huecos limpia la señalización, reafirma señalización horizontal, hace una serie de inversiones muy rápidas, que se pueden ver.

BNamericas: ¿Qué esperar para 2024?

Bernal: Tenemos el aeropuerto Rafael Núñez, de Cartagena, una de las ciudades turísticas más importantes del país. Abrimos el proceso en enero de este año y se presentaron dos firmas interesadas además del originador, es decir 3 firmas están disputándose el proceso.

El proyecto consiste, básicamente, en ampliar la terminal actual nacional y construir una nueva terminal internacional de pasajeros. Se adjudicará en este mismo año.

Otro proceso que está abierto es la APP La Dorada-Chiriguaná, de 2,6 billones de pesos; ya publicamos pre pliegos y cualquier interesado puede ingresar al sistema de la plataforma pública de contratación de Colombia para revisarlos. La concesión sería por 10 años.

Los pliegos definitivos debieran abrirse en el primer semestre de 2024.

Tenemos también la concesión del aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla, de San Andrés, que demandará una inversión de 1,02 billones de pesos; esperamos dar la apertura de pre pliegos en este año y abrir el proceso el próximo año.

Adicionalmente, hay dos proyectos de infraestructura muy grande en el modo carretero: el corredor Villeta Guaduas, por 6,3 billones de pesos, que es un tramo de doble calzada que nos falta entre Bogotá y los puertos del Caribe; y el proyecto Pasto Popayán, que vamos a hacer un tramo concesionado y un tramo de obra pública; el proceso para el tramo concesionado debería abrirse en el primer semestre del próximo año.

BNamericas: ¿Cuál es el monto total de inversión prevista en proyectos que se adjudicarían el próximo año?

Bernal: El monto total sería de 17,8 billones de pesos, alrededor de US$4.200 millones.

BNamericas: ¿Cuáles son las proyecciones a mediano plazo?

Bernal: Tendremos que adjudicar, hacia mediados del 2025, la conexión entre el Pacífico y el corredor férreo central y entre Bogotá y el corredor férreo central.

Las inversiones solo en el modo férreo superarían los 30 billones de pesos en los proyectos de la conexión entre el Pacífico y el corredor férreo central, entre Bogotá y el corredor férreo central y en el Tren del Catatumbo, que conecta Cúcuta, en el área norte de Santander, zona fronteriza con Venezuela, con el corredor férreo central.

En el modo aeroportuario, además del aeropuerto de Cartagena, deberíamos adjudicar aeropuertos del suroccidente; el nuevo aeropuerto de Bayunca, que es el futuro aeroportuario de Cartagena, pues el aeropuerto actual ya nos queda pequeño; el campo de vuelo del aeropuerto El Dorado, y el EDMAX de El Dorado, este último el máximo desarrollo para este terminal.

En el modo carretero, nosotros hemos venido estructurando lo que será el primer tercio en doble calzada de la vía, Bogotá-Villavicencio, que demandará una inversión estimada en 3,1 billones de pesos.

Esa discusión debiera darse finalizando este gobierno, entre 2025 y 2026.