Lo que se sabe del proyecto de hidrógeno verde de US$8.400mn en Argentina

Argentina saltó a la palestra después de que el gobierno anunciara, durante la COP26, un proyecto de hidrógeno verde que podría implicar una inversión de US$8.400 millones.

El país ya había dado a conocer un acuerdo de cooperación asociado este año.

Los detalles oficiales sobre el proyecto son limitados. Al cierre de esta edición no fue posible conocer las impresiones de su patrocinador, Fortescue Future Industries, unidad de la minera australiana Fortescue Metals.

Lo que sí se sabe es que la empresa tiene en la mira un emplazamiento cerca de Sierra Grande, antigua ciudad minera de hierro en la provincia de Río Negro, a 32km de la costa.

El objetivo es construir una capacidad de producción de 2,2 millones de toneladas anuales para 2030 con el objetivo de atender el mercado de exportación, dijo la agencia estatal de noticias Télam. Se necesitaría una capacidad eólica de alrededor de 2GW, según la prensa local.

También se requeriría una planta solar de 500MW, ya sea en la provincia de Salta o Jujuy, para compensar la intermitencia del viento en Río Negro, informó el medio local Desarrollo Energético.

Fortescue también estudia al vecino Paraguay, donde Atome, la unidad de hidrógeno verde de la empresa británica de hidrocarburos President Energy avanza con un plan de producción.

Argentina, que también ha presentado una estrategia de transición energética que prevé que el 90% de la capacidad instalada a partir de 2022-2030 proceda de fuentes de bajas emisiones, tiene controles de capital para ayudar a reforzar la moneda del país, un factor que ha frenado el apetito de inversión.

En este contexto, un legislador de la oposición ha intentado sacar adelante un proyecto de ley de promoción del hidrógeno que prorroga 20 años la vigencia de una ley ya existente y agudiza el interés por el hidrógeno verde y los incentivos fiscales. La ley se aprobó en 2006, pero nunca se aplicó.

Para conocer más sobre el impacto potencial del proyecto de hidrógeno verde, BNamericas conversó con Diego Calvetti, socio líder de Energía y Recursos Naturales de la consultora KPMG Argentina.

BNamericas: Si el proyecto se realiza, para los inversionistas potenciales, ¿qué mensaje transmitiría?

Calvetti: Claramente, el anuncio de este tipo de inversiones, transmite un mensaje muy potente a la comunidad inversora, si bien no se conocen los por menores del proyecto; es un salto de calidad relevante en el sector de las energías renovables y abre la puerta a una tecnología que hasta el momento no había sido altamente difundida en Argentina.

Una vez que podamos conocer los detalles del proyecto, creo que podrán develarse distintos mensajes para la comunidad inversora, sobre todo lo relacionado con el acceso al mercado cambiario y el régimen de importaciones, tomando en cuenta que por el estado de desarrollo de esta tecnología en el país debería ser un proyecto claramente orientado a la exportación y con altos componentes importados. Asimismo, sería deseable la existencia de un marco normativo específico para “blindar” la potencialidad de inversiones futuras en este campo. 

Argentina cuenta con una ley de promoción del hidrógeno sancionada en 2006, pero nunca fue reglamentada y, por lo tanto, no ha entrado en vigencia. En la actualidad se encuentra en discusión la introducción de modificaciones a esta ley que buscan dar un mayor impulso al desarrollo de las potencialidades del sector.

BNamericas: Para Argentina, dado sus desafíos económicos, ¿qué tan significante sería esta inversión?

Calvetti: Para Argentina y, en realidad para cualquier país, que un inversor particular considere una inversión directa de esta cuantía, es muy significativo.

Reitero que para entender el impacto y sobre todo el timming del mismo hay que conocer los pormenores del proyecto, que parten desde la definición de la locación física (ya definido en la provincia de Rio Negro), la construcción del parque eólico que abastecerá de energía eléctrica al proceso de separación, para luego dar paso a la unidad generadora de hidrógeno, su posterior almacenaje y transporte.

Es decir, un complejo entramado de inversiones cuyo impacto seguramente se podrá ver en distintos momentos del tiempo.

BNamericas: Respecto al hidrógeno verde, ¿qué tan grande es el potencial de Argentina como país productor?

Calvetti: La generación de hidrógeno es un proceso que involucra dos principales recursos: agua y energía eléctrica para producir la electrólisis que descomponga la molécula de hidrógeno contenida en el agua. Asimismo, y así como sucede en otros lugares del mundo, el agua a utilizar puede ser la marina previo proceso de desalinización. Incluso recientes ensayos, todavía en etapa experimental, permiten la obtención directa de agua del mar sin proceso de desalinización.

Claramente la mejor opción desde la óptica de la eficiencia productiva es el agua dulce o agua de río, pero existen métodos alternativos que si bien afectan la rentabilidad de los proyectos, dado el avance tecnológico en esta área, no los inviabilizan.

Con esto lo que quisiera poner de manifiesto es la enorme existencia de estos recursos en Argentina, ya sea el acceso al agua, en cualquiera de sus formas y fuentes, como contar con el 70% de la superficie del país, principalmente desde la Patagonia norte hacia el sur, con vientos de una potencia y constancia que hoy a los parques eólicos que se encuentran en funcionamiento un factor de utilización promedio del 60%.

Además, y hasta tanto esta tecnología no tenga una mayor penetración en el país, me refiero a la utilización, la enorme costa marítima de Argentina permite pensar en proyectos con una clara orientación a la exportación.