Puerto de Matarani contempla nuevas rutas comerciales sudamericanas con expansión

El sector portuario peruano ha demostrado gran dinamismo en los últimos años, con una ola de cuantiosas inversiones en marcha y en cartera que reforzarán la capacidad de movilizar la creciente producción minera y el comercio internacional.

El megapuerto de Chancay, construido al norte de Lima, se inaugurará a mediados de noviembre. En paralelo, la región sur de Perú está preparando proyectos para atender los mayores volúmenes procedentes de minas en operación y en desarrollo, entre las que se cuentan Cotabambas, Haquira, Falchani, Corani, Zafranal, Tía María.

El puerto de Matarani en la Región Arequipa es actualmente la puerta de salida para los envíos de cobre peruano. La terminal recibe la producción de empresas como Cerro Verde, Las Bambas, Antapaccay, Marcobre y Hudbay.

Si bien el puerto opera actualmente sin mayores contratiempos movilizando tanto minerales como contenedores, requiere nuevas inversiones para atender la carga adicional esperada y las oportunidades proyectadas para el futuro.

BNamericas conversó con Mauricio Núñez del Prado, CEO de Tisur, operador del puerto de Matarani, sobre el desempeño de la terminal este año, los US$390 millones en inversiones que preparan para expandir sus instalaciones, y las oportunidades que podrían surgir con el puerto de Chancay.

BNamericas: ¿Cómo ha sido el desempeño del puerto en lo que va del año?

Núñez del Prado: Después de muchos años, no hemos tenido problemas con el transporte de los minerales hacia el puerto, como es el caso de Las Bambas [por conflictos sociales]. Todo indica que va a ser un buen 2024 e incluso llegaremos a cifras récord.

En paralelo al mercado peruano, atendemos en menor medida al mercado boliviano y, de vez en cuando, al brasilero. En el caso del primero, hubo un buen inicio de año con volúmenes de carga mayores que los de 2023. Si bien Brasil no es una plaza significativa en la actualidad, tenemos una agenda activa para que manden más contenedores vía Matarani y creo que con Chancay se van a abrir oportunidades para hacer circuitos de salida bastante atractivos para ellos.

BNamericas: ¿Cuánto representa cada país en movimiento portuario?

Núñez del Prado: Perú representa un 92%, Bolivia casi un 8% y Brasil, muy poco. Actualmente se está trabajando en la ley de cabotaje [que permitirá a barcos internacionales hacer escalas en los puertos del país]. La posibilidad de que Brasil tenga una conexión directa a Asia vía Chancay es una buena opción. Eso posiciona a Matarani como el puerto de conexión más eficiente. El tema que nos unirá con Chancay será la movilización de contenedores.

BNamericas: Son operadores del puerto desde 1999. ¿Cuánto han invertido en infraestructura y mejoras para atender la demanda actual? 

Núñez del Prado: Hemos invertido US$291 millones desde 1999 a la fecha; lo cual va desde infraestructura general, almacenes especializados, tecnología hasta plataformas de soporte operativo. Así hemos logrado pasar progresivamente de 14ha de puerto a 52ha.

Si bien la tasa de ocupación del amarradero del puerto cerró en 60% en 2023 —y estaría cerrando en 63% este 2024—, en Tisur venimos trabajando hace un par de años en un plan que sugiere inversiones por US$390 millones para ampliar la capacidad del muelle, construir un nuevo amarradero, contar con nuevas grúas y un almacén adicional de minerales.

Por más de que nos queden cinco años de la primera parte de la concesión portuaria —luego vienen 30 más—, no es eficiente presentar el plan hacia fines de dicho periodo. Se vienen proyectos importantes que requieren una solución portuaria, pero con tasas de ocupación de 67% o más puede que perdamos competitividad.

BNamericas: ¿Qué implicaría iniciar con ampliaciones tras finalizar el contrato y no ahora?

Núñez del Prado: Se estarían iniciando trabajos con una ocupación por encima del 70% y se habrían perdido muchas oportunidades, más allá de las portuarias. Existen casi US$11.000 millones en proyectos —desde mineros hasta agrarios como Majes Siguas II— en el sur peruano que dependen o están relacionados con una solución portuaria eficiente. Con la ampliación se podría reducir la tasa de ocupación a 45%.

BNamericas: ¿Cuáles serán los principales componentes de las ampliaciones? 

Núñez del Prado: Lo principal es la construcción de un nuevo muelle y su rompeolas, cuyas inversiones serán de aproximadamente US$119 millones y US$40 millones. El nuevo muelle será uno multipropósito que recibirá todo tipo de carga, y el rompeolas dará mejores condiciones tanto al muelle futuro como al actual.

Otro aspecto será la modernización del muelle actual (US$105 millones), que implicará rearmar la infraestructura longitudinal y extender la profundidad de 9,75m a 14m.

También se contempla un nuevo almacén de minerales (US$62 millones), que servirá para atender a Zafranal. La minera necesita una infraestructura específica para los volúmenes que van a mover y es probablemente la obra con la que empezaremos los trabajos. También implementaremos nuevas grúas (US$8 millones) y equipamiento general, que siempre requiere ser renovado.

BNamericas: ¿Qué cronograma manejan actualmente para poner en marcha estos trabajos?

Núñez del Prado: Tenemos la expectativa de recibir la aprobación en la primera mitad del próximo año e, inmediatamente, empezar a ver los estudios correspondientes. De esos US$390 millones, más del 70% se va ejecutar durante la concesión vigente, hasta 2029.

La construcción del nuevo muelle y el rompeolas nos deberá tomar hasta casi finales de 2027, por lo que creemos tener lista la obra para el 2028 y así atender a Zafranal.

BNamericas: ¿Cuáles son sus expectativas en lo que queda del año?

Núñez del Prado: Esperamos cerrar 2024 movilizando alrededor de 8 millones de toneladas (Mt), lo que sería el mejor año en la historia de Tisur. Creo que todas las cargas en general han mejorado, porque ha habido menos restricciones logísticas, mejores volúmenes provenientes de Las Bambas, y se ha estado consolidando la carga de mineral de hierro a través de nuestro puerto.

Casi el 100% de la carga fraccionada de fierro con destino a Bolivia la hemos atendido nosotros —solía ser una carga del puerto de Arica en Chile—, y vamos a seguir trabajando para mantenerla y cumplir las expectativas de los importadores bolivianos.

De las 8Mt movilizadas, un 55% serán concentrados minerales, mientras que el resto es carga —fundamentalmente de graneles— que atiende a toda la zona sur.