¿Qué sigue para la transición energética en América Latina?

Luz Stella Murgas, presidenta de la asociación colombiana Naturgás y candidata a la presidencia de la Unión Internacional del Gas (IGU), explica por qué su vasto potencial gasífero convierte a la región en una pieza importante en la transición energética mundial.

Esta es la segunda entrega de una entrevista en dos partes. La primera se puede leer aquí.

BNamericas: ¿Qué papel tendrá América Latina en la transición energética mundial durante la próxima década?

Murgas: Desde la perspectiva latinoamericana, la lucha contra el cambio climático también exige una transición hacia una economía baja en carbono. El gas natural es ahí donde se confirma como una fuente de energía que puede ser capaz de contribuir a ese proceso de transición energética, mientras buscamos la diversificación de la matriz hacia energías renovables. Puede también cumplir con los compromisos globales que tiene cada uno de los países.

La Organización Latinoamericana de Energía (Olade), que reúne a todos los ministros de la región, ha señalado que las energías renovables son fundamentales en América Latina y el Caribe. Mientras el gas natural mantiene ese rol importante dentro de la matriz, que representa alrededor de un 26% de la energía primaria, las energías renovables deberían crecer lo suficiente para hacer esa gran transformación y hay que enfocar recursos e inversiones en ese sentido.

Veo que América Latina sí está apostando a una transición muy rápida, pero también aprovechando los recursos naturales que tiene. El gas natural va a poder también mitigar los riesgos asociados a la volatilidad de los precios, por ejemplo, de otros commodities como el petróleo. Puede brindar una capacidad de respuesta rápida y mantener la estabilidad de muchos otros sistemas, tanto el eléctrico como también, por supuesto, la estabilidad en procesos de paz, la estabilidad en procesos de alianzas estratégicas para los temas de pobreza que atañen a toda la región. Y, lo más importante, el gas natural va a seguir siendo respaldo para las hidroeléctricas.

Creo que, frente al cambio climático, América Latina va a tratar de correr a cumplir con sus compromisos y el gas natural va a tener un papel muy importante.

BNamericas: Más allá de lo que pueda pasar en Colombia, ¿qué países latinoamericanos van a ser más activos en los próximos años en el segmento de gas natural?

Murgas: Hay que destacar que hay participantes muy activos en la cadena del gas natural, países productores como Trinidad y Tobago, México, Argentina, Bolivia, Perú y Brasil, que ya viene siendo productor hace mucho tiempo. Todos abastecen alrededor del 5% del total del gas que se consume en el mundo. Del total de las importaciones de gas natural de América Latina y el Caribe, un 73% provienen de países productores de la misma región.

Entonces, esa perspectiva muestra que el gas natural sigue jugando un papel importante y que, al 2050, se estima que todavía tendremos una representación de alrededor de 20% en la matriz de todos los energéticos. Cerraría ese punto diciendo que es importante que los países de la región cuenten con marcos regulatorios institucionales sólidos para poder garantizar el uso eficiente y sostenible del gas natural.

Además, la región necesita implementar acciones en pro de la descarbonización de nuestro propio sector y, en ese frente, hay un marco amplio de colaboración para poder consolidar ese propósito de cara a la transición energética. América Latina va a ser fundamental, tanto en el mercado de GNL como liderando el proceso de transición energética, teniendo en cuenta sus condiciones socioeconómicas.

BNamericas: Según el Ministerio de Minas y Energía de Colombia, podría haber déficit de gas natural ya en 2027. ¿Qué debería hacer el país para evitar tal escenario?

Murgas: La respuesta está en la opcionalidad. Esto no es concentrarse en un único proyecto o un único desarrollo. Aquí lo que tenemos es que abrir todas las fuentes de gas natural que sean viables. Eso implica que tenemos que priorizar, por supuesto, los descubrimientos de gas que hemos tenido costa afuera, en el mar Caribe, y también en áreas continentales, principalmente en la costa atlántica y en el Piedemonte llanero, para poder garantizar abastecimiento y suministro.

Pero también es importante que enfoquemos esfuerzos en incorporar nuevas reservas e incrementar la actividad exploratoria. En lo que tiene que ver con la garantía del abastecimiento, es importante que se materialicen los proyectos que hemos identificado como estratégicos para ese propósito. ¿Cómo se materializan esos proyectos? Con medidas regulatorias que permitan ampliar las capacidades de la infraestructura de transporte, que van a permitir flexibilizar la comercialización de gas de campos mayores para contar con gas adicional en cualquier momento del año. Esas acciones van a implicar cambiar las etapas de maduración, anticipando los acuerdos comerciales de venta de gas de esos proyectos que van a ser desarrollados en los siguientes años. Hay medidas regulatorias y también medidas para incorporar reservas muy atinentes al estímulo y a dinamizar la actividad exploratoria que proviene de la ejecución de contratos de exploración y producción de hidrocarburos.

BNamericas: ¿Qué tipo de medidas le interesan al sector?

Murgas: Por ejemplo, en los casos de que el contratista decida retener áreas para seguir ejerciendo actividad exploratoria, que los compromisos que se le exigen para retener esa área no sean tan onerosos, porque lo que hacen es frenar la decisión de inversión. Le hemos pedido a la agencia [ANH] que, en aquellas áreas donde la inversión está hoy congelada o suspendida por problemas de orden público o la demora de los licenciamientos ambientales, se pueda hacer un estilo de swap de áreas exploratorias.

Es que esa inversión pueda trasladarse a otra área no adyacente del contrato que esté disponible bajo la misma nominación para garantizar que se haga la actividad y, con el ánimo de mantener soberanía y seguridad energética. Hay un cúmulo de proyectos que requieren decisiones hoy, bien sean regulatorias o contractuales, de parte del Gobierno Nacional.