Sector de transmisión eléctrica de Brasil enfrenta “notable desafío”

Licitaciones y obras de mejoramiento debieran atraer al mercado brasileño de transmisión inversiones cercanas a 60.000 millones de reales (US$11.800 millones) este año, según el presidente de la asociación de empresas de transmisión de energía eléctrica Abrate, Mário Miranda.

En esta entrevista con BNamericas, Miranda analiza los retos del sector, que debe esforzarse por ir a la par de la rápida expansión de las fuentes de generación renovable en todo el país. Además, se refiere al proyecto Linhão de Tucuruí y al sistema de almacenamiento propuesto por ISA CTEEP.

BNamericas: En Brasil, hay una cola de proyectos de energía renovable esperando autorización para acceder al sistema de transmisión eléctrica. ¿Cuál es la postura de Abrate en este tema?

Miranda: La planificación energética considera las necesidades de los consumidores. Por lo tanto, las distribuidoras eléctricas envían a [la agencia federal de investigación energética] EPE sus exigencias de expansión de mercado y, desde allí, se hace la planificación tradicional.

Las líneas de transmisión iban siempre en paralelo a esta perspectiva, considerando la expansión de las centrales hidroeléctricas, cuyos plazos de implementación eran suficientes para que la red de transmisión acompañara ese crecimiento.

Sin embargo, los plazos de implementación de las plantas eólicas y solares son mucho más breves, lo que deja menos tiempo a la red de transmisión para cubrir los requerimientos. Mientras tanto, en el caso del mercado libre, la planificación energética ya no pasa por las distribuidoras. Se salta el control de planificación tradicional para conocer la necesidad de expansión de transmisión.

Debido a los incentivos legales ofrecidos, particularmente los descuentos sobre los cargos TUST [impuesto al uso del sistema de transmisión] y TUSD [impuesto al sistema de distribución], aumentaron las solicitudes de contratos de utilización de la red de transmisión.

El punto es que la planificación no la deben hacer quienes pretenden suministrar energía, sino quienes tengan un contrato. De lo contrario, los consumidores estarán pagando por una expansión de transmisión que podría no concretarse más adelante.

BNamericas: ¿Cuáles son las perspectivas de crecimiento e inversión para el segmento de transmisión?

Miranda: Tenemos un desafío notable por delante. EPE ha señalado que se realizará una subasta intermedia en octubre o noviembre, para corriente continua. Y es lo que corresponde, porque los participantes son distintos en este caso. Incluirá la línea que conectará Graça Aranha en Maranhão con Silvânia en Goiás y luego empalmará con Bahía.

De esta manera, estamos trabajando con la probabilidad de subastas que atraerán inversiones de alrededor de 50.000 millones de reales [ya que hay otras dos subastas programadas para 2023].

Además, están las obras de mejoramiento, que son obligatorias en virtud de los contratos de concesión identificados por el [operador nacional del sistema] ONS. Por ejemplo, si una distribuidora entiende que requiere ampliar la capacidad de una subestación, le toca a la empresa de transmisión hacerlo. Están también las obras de mejoramiento que hay que hacer. Con esto, deberíamos llegar a cerca de 60.000 millones de reales en inversión.

Estas son sumas elevadas. De esta manera, bajo la dirección de ISA-CTEEP y otras empresas de transmisión, se realizó un estudio para evaluar la capacidad del mercado para enfrentar este desafío. Tenemos la intención de presentarlo al Ministerio de Minas y Energía [MME] pronto. Estamos esperando la formación del equipo ministerial para hacerlo.

BNamericas: ¿Cree que avancen las obras del proyecto de transmisión Linhão do Tucuruí, pese al tema indígena?

Miranda: Las obras ya están en marcha. El consorcio formado por Alupar y Eletronorte está dando un completo seguimiento al proyecto. Es muy importante, porque Roraima es el último estado de Brasil que no está conectado al [Sistema Interconectado Nacional] SIN y la nueva línea permitirá reducir drásticamente el gasto para combustible utilizado en las termoeléctricas de la región, que es pagado por todos los consumidores a través de la CDE [cuenta de desarrollo energético].

BNamericas: ¿Es posible que Roraima vuelva a recibir electricidad desde Venezuela por líneas de transmisión, ahora que el nuevo gobierno brasileño está restableciendo lazos diplomáticos con ese país?

Miranda: El intercambio de energía entre países sería digno de elogio, ya que se traduce en ganancias de eficiencia. Podemos ejemplificar eso con el caso brasileño. Hasta principios de la década de 1970, en Brasil, la región suroriental estaba separada de la nororiental, que a su vez estaba separada del norte.

Entonces, si había una situación hidrológica desfavorable en la cuenca del río São Francisco, el noreste colapsaba. Luego, cuando se realizó la integración con el norte, [la hidroeléctrica] Tucuruí ayudó a reducir la escasez hídrica y, más recientemente, está fluyendo energía renovable del noreste al sureste a través de Belo Monte. Cuanta más interconexión entre regiones, más seguridad energética se obtiene. Son las líneas de transmisión las que dan esa seguridad energética.

En el lado norte del río Amazonas, por encima de la línea del ecuador, hay un régimen hidrológico distinto al del sureste brasileño. Las lluvias comienzan en mayo, por lo que es una gran fuente de agua para suministro hidroeléctrico. Sin embargo, ya habíamos notado la dificultad que tenía Venezuela para despachar electricidad a Brasil. Si hay una recuperación en el parque hidroeléctrico de Venezuela, el intercambio de energía sería algo natural, como lo hace Brasil con Argentina y Uruguay, por ejemplo.

BNamericas: ¿Cuáles son los principales problemas regulatorios?

Miranda: Le presentaremos al MME los principales desafíos y problemas que enfrentarán las empresas de transmisión. Hicimos una presentación a Aneel en octubre pasado.

La transmisión fue el último segmento en concesionarse, después de la generación y la distribución. Se decidió apostar a inversiones por lotes de subastas. Este modelo ha sido exitoso. Muchos especuladores fueron ahuyentados. Los que toman en serio este entorno se quedaron.

Recomendamos que siempre haya estrictos criterios para admitir a los inversionistas: deben ser serios y no solo ganarse los lotes de subasta. Después de eso, se da un matrimonio de 30 años de prestación de servicios, con disponibilidad de equipos. Tenemos un índice de disponibilidad de 99,9%, con una gran cultura de prestación de servicios.

BNamericas: En noviembre pasado, ISA CTEEP puso en operación el primer proyecto de almacenamiento energético en baterías a gran escala en el sistema brasileño de transmisión, en la costa sur del estado de São Paulo. ¿Será esta una tendencia en el área de transmisión?

Miranda: Sí, lo es. El MME está realizando una consulta pública sobre servicios complementarios y una de las posibilidades es el almacenamiento energético.

Estamos siguiendo el desempeño del proyecto de ISA-CTEEP para verificar si esta es otra posibilidad para la planificación a corto y largo plazo.

Puede ocurrir que, en un entorno dinámico, la correlación entre oferta y demanda no se mantenga según lo previsto.

El proyecto de ISA-CTEEP se dio por el período vacacional [cuando hay un fuerte incremento en el consumo energético en la región]. Vale la pena mirar esta iniciativa para poder incluirla como variable económica y respuesta técnica adecuada.