SolGold cifra expectativas en proyecto ecuatoriano Cascabel

La presentación del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, en la reciente conferencia de la asociación canadiense de prospectores y desarrolladores, PDAC, celebrada a principios de marzo en Toronto, renovó el interés por la industria minera del país sudamericano, que debiera poner varios proyectos en producción durante el próximo decenio.

Ecuador tiene solo dos grandes minas en producción: la operación aurífera Fruta del Norte de Lundin Gold y el complejo de cobre Mirador, de la firma de capitales chinos Ecuacorriente.

El inicio de construcción del proyecto de cobre y oro Curipamba, previsto para junio, así como el avance de la iniciativa polimetálica La Plata —que obtendría los permisos de construcción este año pese a la férrea oposición de grupos antimineros— suben las expectativas para otros proyectos como Cascabel, Cangrejos, Cóndor y El Guayabo.

A ese grupo debieran unirse Warintza y Panantza-San Carlos.

En esta entrevista, BNamericas conversa con Scott Caldwell, CEO de la compañía australiana SolGold y presidente de SolGold Ecuador, sobre el proyecto subterráneo Cascabel, previsto para la provincia de Imbabura, en el norte de Ecuador.

Cascabel debiera producir 2,9 millones de toneladas de cobre, 6,9 millones de onzas de oro y 22 millones de onzas de plata en sus primeros 28 años.

BNamericas: Ha habido retrasos en los planes originales para iniciar la construcción de la mina en 2024. ¿Qué influyó en el retraso?

Caldwell: Creo que esos anuncios fueron un poco optimistas, dado que, por ejemplo, para recibir la licencia ambiental se necesitan los estudios de ingeniería, de diseño en general.

Nosotros al momento estamos avanzando en estos estudios y esperamos terminarlos lo más pronto posible. No tenemos una fecha exacta, porque es bien difícil predecir por los diferentes tipos de requisitos que se necesitan. Sin embargo, nosotros estamos trabajando arduamente para conseguir estos permisos y avanzar con el proyecto.

BNamericas: El estudio de prefactibilidad recién presentado considera una mina por hundimiento por bloques en etapas. ¿Cuál es la diferencia fundamental con el estudio anterior y en qué consistirá cada fase?

Caldwell: La base de los estudios es la misma y los dos nos llevan al mismo resultado.

La diferencia fundamental es la optimización que se maneja en este estudio, que nos acerca mucho más a poder desarrollar el proyecto e iniciar la construcción.

La inversión total estimada es de alrededor de US$4.209 millones para las dos etapas que comprende la mina.

En la primera, la inversión será de US$1.934 millones, que incluyen la construcción de la mina, la construcción de la planta de procesamiento de concentrados, el gasto para llevar el concentrado hasta el puerto y toda la infraestructura y campamentos necesarios.

En la segunda etapa, desde el año 4 hasta el 28, se invertirán alrededor de US$2.274 millones para ampliar la planta de procesamiento y la relavera, entre otros rubros.

El opex durante los 28 años será de alrededor de US$8.971 millones

Hacer el proyecto en etapas da mayor factibilidad para la construcción.

La creación de empleos tanto directos como indirectos también es similar al establecido en el estudio anterior, alrededor de 3.800 directos, el pico máximo en la construcción de la mina, y unos 1.000 empleos permanentes durante la vida de la mina.

Otro tema importante es que este es un proyecto multigeneracional. Tanto en el estudio anterior como en el actual está previsto que dure muchísimos años. Nosotros calculamos alrededor de 75 años. A esto nos referimos con multigeneracional y es lo que hace de este un proyecto tan importante para Ecuador.

Los estudios consideran dos etapas y se podría añadir con los años una tercera, pero obviamente serían necesarios más estudios de ingeniería.

BNamericas: ¿Qué tiempo requieren los estudios de factibilidad y cuándo podría arrancar la construcción de la mina, tomando en cuenta las elecciones presidenciales del próximo año?

Caldwell: Teniendo en cuenta las diferentes variables, tenemos previsto que en junio de 2025 tendremos listo nuestro estudio de factibilidad. Considerando el tiempo que se puede requerir para obtener todos los permisos y las diferentes variables, ojalá podamos empezar con la construcción de la mina en junio o en el segundo semestre de 2026, si todo sale bien.

BNamericas: ¿Qué monto de regalías e impuestos estiman para Cascabel?

Caldwell: El monto estimado es de alrededor de US$7.000 millones.

BNamericas: ¿Cómo ve el futuro de la minería en Ecuador, sus fortalezas y debilidades?

Caldwell: Ecuador tiene un gran potencial minero. Creo que se puede encontrar otro proyecto Cascabel. La geología de este país es impresionante.

Considerando los esfuerzos que sea realizan en el mundo por la transición energética y el hecho de que el cobre es un mineral básico para este objetivo, la ciudadanía, el gobierno y todos quienes buscan el desarrollo de los recursos y los que están en contra deben decidir si aprovechan o no el potencial tan grande que tiene el país en diversas zonas en las que se puede hacer minería sostenible.

BNamericas: ¿Cuál es el monto de inversiones realizadas hasta el momento en Ecuador y cuáles son las proyecciones para 2024 y 2025?

Caldwell: Hemos invertido algo más de US$300 millones en Ecuador en Cascabel y en los otros proyectos que tenemos en el país.

El año pasado invertimos alrededor de US$30 millones y nuestra proyección es que en 2024 y 2025 vamos a gastar US$30 millones cada año, pues al momento no contamos todavía con los permisos necesarios para poder hacer inversiones más grandes. A medida que contemos con esos permisos, las inversiones van a subir.

BNamericas: El año pasado suscribieron un convenio con el gobierno. ¿Se ha avanzado con los términos para el contrato?

Caldwell: El año pasado firmamos un acuerdo sobre los términos de lo que será el contrato de explotación con el Estado. Aún falta por firmar el contrato, que está previsto para los próximos meses.

Otro de los temas que aún está pendiente de firmar con el Gobierno ecuatoriano es el segundo contrato de protección de inversiones [IPA]. En 2021 ya firmamos un primer contrato, pero el nuevo incluirá la protección de la mina y su desarrollo.

Uno de los acuerdos más importantes que faltan es la licencia ambiental que debe dar el Ministerio de Ambiente para construir la mina. Hemos empezado a trabajar con esta entidad en ciertas áreas.

Quisiera también añadir que hace unas pocas semanas en Canadá, en la reunión del PDAC, el presidente Daniel Noboa hizo algunas presentaciones y quiero decir que lo que mencionó fue más que alentador, al saber en lo que está trabajando su gobierno en las diferentes áreas y tipos de requerimientos que necesitan las empresas mineras para poder invertir en Ecuador.

Nos pareció muy interesante todo lo que dijo en esta convención 

Esperamos que mientras más avancen estos temas, también vaya avanzando nuestro proyecto y obtengamos los permisos que se requieren para invertir cada vez más en Ecuador.

BNamericas: El sector minero en Ecuador critica constantemente el tiempo que demoran los permisos para pasar de una fase a otra. ¿El gobierno está trabajando en eso?

Caldwell: El presidente mencionó en el evento que su gobierno trabajará por la minería y que, si se cumplen todos los requisitos que Ecuador tiene, las compañías mineras obtendremos los permisos.

Esto para nosotros es bastante alentador, porque siempre cumplimos con todos los requisitos establecidos. Ahora estamos trabajando activamente con el gobierno actual.