Alerta de A. Central: Paro en Nicaragua, economía de Costa Rica

Nicaragua despertó el miércoles con relativa normalidad en los mercados y las tiendas minoristas antes de la huelga general de 24 horas que afectará al país el jueves.

El objetivo de la paralización es presionar al presidente Daniel Ortega para que ponga fin a la violencia asociada a las protestas que comenzaron hace casi dos meses y obligar al mandatario a retomar el diálogo con la oposición. Un diálogo organizado por la Iglesia a mediados de mayo fracasó poco después de que comenzara.

La violencia, que ha generado rechazo a nivel mundial, ha resultado en 42 muertes, según fuentes gubernamentales, aunque la organización nicaragüense de derechos humanos Cenidh estimó la cifra en 149, según un informe de DPA.

Muchos nicaragüenses piden la renuncia de Ortega a la luz de las acciones violentas de las fuerzas paramilitares que apoyan al gobierno.

Los partidarios de la huelga piden el cese completo de todas las actividades económicas el jueves, incluidos el comercio, el turismo, el transporte de mercancías y el transporte público, a partir de la medianoche hora local.

La violencia y las protestas han comenzado a tener un efecto significativo en la economía del país, lo que llevó al presidente del Banco Central, Ovidio Reyes, a recortar las perspectivas de crecimiento del PIB para 2018 de 4,5-5,0% a 3,0-3,5%.

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El Banco Central de Costa Rica señaló que el indicador mensual de actividad económica (IMAE) del país se desaceleró en abril a un crecimiento interanual de 2,8%.

El IMAE de abril se ubicó 0,2 puntos por debajo del registrado en el mismo mes de 2017 "producto de la desaceleración en el crecimiento de la mayoría de actividades económicas, en especial la actividad financiera y de seguros; servicios profesionales; comercio; y la agricultura, silvicultura y pesca, las cuales en conjunto explicaron el 92,5% de la desaceleración del indicador general", consigna el informe de la autoridad monetaria.

La desaceleración de los servicios financieros se relaciona con la debilidad de los préstamos en las operaciones comerciales y el financiamiento de automóviles nuevos, mientras que el sector agrícola se vio afectado por una caída en la producción bananera.

El PIB de Costa Rica registró un crecimiento de 3,2% en 2017 y el Banco Central proyectó una expansión de 3,6% para este año.