América Latina podría quedarse abajo del tren del hidrógeno verde

Los países latinoamericanos deben acelerar sus planes de hidrógeno verde para no quedarse atrás del resto del mundo en el floreciente sector, advierte un experto.

A pesar del elevado potencial para la electrólisis renovable identificado en la región, solo Chile y Colombia han elaborado estrategias concretas, indicó Arthur Deakin, codirector de energía de la firma de investigación Americas Market Intelligence.

"Chile es un ejemplo muy poderoso para otros países en América Latina, porque lanzó su estrategia de una manera muy rápida", señaló el experto durante el congreso Hidrógeno América Latina, organizado por Vostock Capital en la capital colombiana, Bogotá.

"Creo que muchos países vecinos y muchos otros países del mundo pasan mucho tiempo discutiendo las leyes [...] e intentan lograr una estrategia perfecta, 100% sin errores. Eso acaba retrasando el lanzamiento de la estrategia y muchas veces los países se quedan detrás de otros que ya lo hicieron, que ya atrajeron inversión y ya tuvieron años de experiencia".

"La idea aquí es lanzar una estrategia más rápido. Da lo mismo que tenga algunos errores, que se pueden arreglar en el camino. Hay muchos retos, pero la oportunidad es muy grande", indicó Deakin.

Según el experto, América Latina alberga apenas 8 de los 359 proyectos de hidrógeno que existen en el mundo, la mayoría de los cuales se emplazan en China y Europa. Después de un lento comienzo, Estados Unidos comienza a ganar terreno bajo la administración del presidente Joe Biden, agregó.

Deakin advirtió que naciones latinoamericanas como Brasil, Perú, México y Argentina corren el riesgo de perder una ventaja competitiva vital.

"En Brasil, Argentina, Perú y México las asociaciones privadas están discutiendo políticas para implementar y promover proyectos de hidrógeno, pero todavía no se ha publicado ninguna ley o reglamentación".

Durante el evento, los panelistas coincidieron en que el hidrógeno aún no es competitivo para uso en automóviles con celdas de combustible ni para sistemas de calefacción. Sin embargo, Deakin planteó que ya tiene sentido económico utilizar la tecnología para aplicaciones como producción de sustancias químicas, combustible de aviación y fabricación de vidrio.

Destacó a Bloom Energy, GE, la Autoridad de Energía de Nueva York, BP y Daimler como entidades precursoras en el desarrollo global del hidrógeno.