Argentina requiere US$86.600mn bajo plan de transición energética a 2030

Agregar 5.000km de nuevas líneas de transmisión, generar más de 50% de la energía con fuentes renovables y alcanzar el hito de 1GW de generación distribuida son algunas de las metas cuantitativas del plan nacional de transición energética de Argentina a 2030, recién aprobado por la Secretaría de Energía.

El objetivo principal es no superar los 349 millones en emisiones netas de CO2 equivalente en toda la economía para fines de 2030.

GAS NATURAL Y BIOCOMBUSTIBLES

El plan —publicado simultáneamente con un documento que contiene directrices y proyecciones a 2050— también abarca áreas como eficiencia energética, hidrógeno de bajas emisiones, movilidad sostenible y gas natural, considerado vector clave para la transición energética y para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a través de un suministro confiable, deseable y continuo que have posible aprovechar los recursos del país.

La producción bruta de gas en 2030 debiera alcanzar los 174 millones de metros cúbicos diarios (Mm3/d), por encima de los 133Mm3/d de 2022. Para 2030, las autoridades estiman cero importaciones y 20Mm3/d de exportaciones. Se contempla un inicio de las exportaciones de GNL a través de una inversión de US$10.000 millones en un proyecto que incluye a la petrolera estatal YPF.

La proporción de bioetanol y biodiésel en las mezclas finales de gasolina y diésel está definida para 2030 en 15% y 12,5%, respectivamente, por sobre el 12% y el 5% establecidos por ley en 2021.

LEGISLACIÓN Y FINANCIAMIENTO

El plan establece varias áreas de acción, entre ellas actualizaciones y modificaciones legislativas.

La inversión necesaria asociada se estima en US$86.600 millones, de los cuales la eficiencia energética recibirá US$27.800 millones, la generación y el almacenamiento US$23.400 millones, la distribución de energía US$10.300 millones, el transporte de gas US$10.000 millones, el GNL US$10.000 millones, y la transmisión US$3.820 millones.

Como señala un documento anterior, el acceso a financiamiento a tasas competitivas se identifica como un gran obstáculo para conseguir estas metas.

Otro es la escasez de divisas, necesarias para importar tecnología o componentes de descarbonización. La transición energética hacia 2030 se planifica con esto en mente y buscando incentivar, cuando sea posible, la inclusión de nuevos proyectos que minimicen las necesidades de importación, lo que a su vez podría impulsar la creación de nuevas industrias.

TRANSMISIÓN

En lo que respecta a transmisión, Argentina, sumida en problemas de liquidez, tiene un gran déficit de infraestructura que obstaculiza la incorporación de nueva capacidad renovable a la red. La semana pasada, las autoridades invitaron a presentar expresiones de interés a actores privados interesados en financiar o cofinanciar obras en la red, principalmente nuevas líneas y reacondicionamientos de estaciones transformadoras.

RENOVABLES

En cuanto a la meta de generación renovable de más de 50%, esta considera energías renovables no convencionales (ERNC) contempladas en la Ley Nº7.191 y centrales hidroeléctricas de más de 50MW de capacidad instalada.

En mayo, las centrales térmicas aportaron el 61% de la generación total de 10.722GWh. las hidroeléctricas contribuyeron con un 19%, las ERNC con un 14% y las plantas nucleares con el 6%, según datos del administrador del mercado mayorista eléctrico, Cammesa.

El plan asume una reducción en la participación de la generación térmica a 35% en 2030 a partir del 59% reportado en 2022 y que las energías renovables llegarán a un 57%, de las cuales las ERNC representan 30 puntos porcentuales.

NUEVA CAPACIDAD DE GENERACIÓN

El escenario a 2030 también prevé nueva capacidad en la red: 3,39GW de capacidad térmica, 700MW de capacidad nuclear, 2,4GW de centrales hidroeléctricas de más de 50MW, 7,55GW de ERNC (principalmente solar fotovoltaica y eólica), 140MW de almacenamiento energético y hasta 30.000t de hidrógeno de bajas emisiones.

La capacidad instalada se sitúa actualmente en 43,4GW, mientras que las centrales térmicas aportan 25,5GW, las hidroeléctricas 10,8GW, las energías renovables 5,32GW y las plantas nucleares 1,76GW.

GENERACIÓN DISTRIBUIDA

El plan establece como objetivo alcanzar 1GW de capacidad instalada de generación distribuida para 2030.

La capacidad instalada bajo la ley federal N°27.424, que engloba a viviendas y comercios, asciende a 23,4MW, con 10,6MW más en carpeta.

ESCENARIO 2050

En un escenario base a 2050, las energías renovables representan el 80% de la generación, lo que requeriría 54,4GW de nueva capacidad. Se podrían necesitar hasta 43,8GW adicionales para electrificación (cambio del gas) y producción de hidrógeno de bajas emisiones.

La producción de gas aumentaría a 209Mm3/d y las exportaciones a 70Mm3/d (gas natural y GNL). La inversión en terminales de GNL oscilaría entre US$22.500 millones y US$40.000 millones.

También en un escenario base, se prevé una producción de 700.000t anuales y unas 200.000t anuales en exportaciones de hidrógeno de bajas emisiones. La inversión requerida, considerando energías renovables y capacidad de electrólisis, alcanzaría los US$32.000 millones en un escenario optimista.

El desembolso total a 2050, tomando en cuenta otras áreas como transmisión, eficiencia energética y distribución, se estima en US$264.000 millones. En un escenario optimista, el total asciende a US$368.000 millones.