Argentina suaviza postura sobre congelamiento de precios y controles de capital

Las autoridades argentinas han suavizado su postura sobre los precios de los servicios públicos y los controles de capital en medio de las cruciales negociaciones internacionales de reestructuración de deuda.

El ministro de Producción y Trabajo, Matías Kulfas, dijo sobre los controles de precios que el gobierno le aseguró a una delegación del FMI, el mayor financista de Argentina y actor crucial en las negociaciones de deuda, que la administración descongelará los precios de los servicios públicos y cambiará el proceso de revisión tarifaria integral, conocido como RTI.

“Le señalamos nuestra visión. Explicamos que en el momento de mayor complicación la idea es generar un mecanismo de revisión del esquema tarifario y luego una actualización de esas tarifas [si es que corresponde]”, dijo Kulfas a la prensa en el palacio presidencial.

La suspensión actual de la RTI, entonces, sería una solución temporal. Más tarde, se reemplazará por un nuevo esquema regulatorio destinado a disminuir los costos del sistema eléctrico para buscar "precios razonables y accesibles", según el ministro.

Esto marcaría un alejamiento de la ortodoxia peronista. Bajo los presidentes Néstor Kirchner y Cristina Kirchner, los precios del gas natural y la energía se mantuvieron congelados entre 2003 y 2015. Después de eso, el anterior presidente Mauricio Macri descongeló los precios de las empresas públicas y creó la RTI.

Sin embargo, un cambio en el marco de ajuste de precios conlleva un riesgo regulatorio cuyo impacto es difícil de predecir. Los comentarios del ministro sugieren que las autoridades pretenden bajar los precios, lo que podría influir en los ingresos de las empresas en comparación con los precios de la RTI.

En una línea similar, la administración indicó que procede con planes para flexibilizar los controles de capital.

Según la prensa local, el proyecto ahora lo gestiona el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien supervisa las negociaciones de deuda con el FMI y los tenedores de bonos privados de Argentina. El presidente Alberto Fernández se ha mostrado escéptico respecto de los controles de capital en el pasado, y los ha comparado con "poner un tope en una puerta giratoria: nadie sale, pero tampoco nadie entra".

Sin embargo, aunque originalmente se concibió como una medida para incentivar el crecimiento de la industria petrolera, las autoridades consideran extenderlo a otras industrias, como la minería.

La administración había reducido anteriormente las restricciones, lo que permitió a las empresas sacar del país una suma equivalente al 30% de sus inversiones en Argentina.

Ambas medidas planificadas apuntan a una perspectiva de política más centrista del gobierno en comparación con sus predecesores peronistas más proteccionistas.

Sin embargo, estas iniciativas dependerán del éxito del país en la negociación de una solución para su deuda, problema que tendrá un efecto dominó en toda la economía, incluidas las industrias de hidrocarburos y energía, como informó anteriormente BNamericas.