Banco BDAN a la caza de proyectos sostenibles en frontera México-EE.UU.

El Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN) está enfocado en financiar proyectos sustentables en ambos lados de la frontera de México y Estados Unidos y busca expandir la variedad de iniciativas.

El BDAN, que en el último tiempo ha invertido en mejoras a una planta de tratamiento de aguas residuales en la localidad de Patagonia en Arizona y la ampliación de una red de alcantarillado en Camargo, en el estado mexicano de Chihuahua, tiene un presupuesto anual de US$180 millones.

“Es parte de nuestra razón de ser atender los proyectos de agua y saneamiento. Hay una necesidad en la frontera, no es la única, pero es una necesidad constante. Además, el crecimiento de la población en las ciudades fronterizas (…) es mucho mayor que la mediana nacional, por lo que hay una presión adicional sobre el suministro de estos servicios básicos”, dijo a BNamericas el director general del BDAN, Calixto Mateos-Hanel, y agregó que también participan en la construcción de parques solares y obras de pavimentación.

Sin embargo, el BDAN está ahora a la caza de proyectos como la fabricación de materiales verdes, paneles solares, aspas para turbinas eólicas y autopartes para vehículos eléctricos y la manufactura sustentable de bienes, con menor consumo de energía y agua. La construcción de parques industriales sostenibles está además en consideración, así como iniciativas para agilizar los cruces en puntos fronterizos, almacenamiento de energía, plantas de refrigeración y la construcción de hospitales de forma más sostenible.

“Esa es la apuesta ahora porque es como creemos que se puede atender más el desarrollo de la región y como podemos contribuir a la reducción de los efectos del cambio climático para que no se dé tan rápidamente y para que podamos llegar a los objetivos que se han planteado”, señaló Mateos-Hanel.

Para obtener un préstamo, los proyectos deben estar entre 100km al norte de la frontera y a 300km al sur. A pesar de la disparidad, cada país tiene la mitad del poder de decisión para ofrecer créditos.

“México y EE.UU. son dueños del banco en igualdad de circunstancias", indicó Mateos-Hanel. "El capital está dado por las decisiones, son 50% cada uno, porque esa es la estructura que se tiene. Siendo un banco, ya que tenemos un cierto capital, contamos con (...) créditos, cobramos un interés y con eso obtenemos los recursos para la operación del banco y para poder hacer una retención de utilidades, cuando tenemos utilidades, y dar fondos no reembolsables a algunos de los proyectos a través de asistencia técnica" o  entregar otros recursos con el fin de atender a las comunidades.

El banco “está buscando proyectos en todas las ciudades fronterizas y podemos trabajar con el sector público y privado (…) para detonar un crecimiento más sustentable en la frontera" agregó.