Banco Mundial ve "obstáculos en el camino" para economías de A. Latina

En su informe semestral sobre el crecimiento en América Latina y el Caribe, el Banco Mundial reveló que la reanudación del crecimiento del PIB en la región ha encontrado importantes obstáculos, incluidos conflictos políticos y problemas fiscales, creando una perspectiva muy heterogénea.

Luego de expandirse 1,1% en 2017, el Banco Mundial indicó que la región debiera registrar un crecimiento de 0,6% este año y de 1,6% el próximo.

"Lamentablemente, durante los últimos seis meses, la región se ha tropezado con algunos obstáculos en el camino", dijeron los autores del informe.

El organismo multilateral identificó cuatro factores clave que causaron problemas: la crisis macroeconómica que comenzó en abril en Argentina, la desaceleración del crecimiento en Brasil, el continuo deterioro de la situación económica y social en Venezuela y un entorno externo que recientemente ha vuelto a empeorar.

"[Estos] han conspirado contra el escenario optimista de principios de este año e implicarán un crecimiento más bajo en la región (que actualmente se prevé en un 0,6% en el 2018)", consigna el reporte. "Esta disminución de la actividad económica se debe, principalmente, a que el crecimiento en Sudamérica se paralizará en el 2018 (el PIB se mantendrá prácticamente igual en comparación con un crecimiento muy modesto pero positivo del 0,5% en el 2017)".

En cambio, se espera que Centroamérica y el Caribe continúen creciendo a un buen ritmo, de 2,8% y 3,7% respectivamente, con una expansión en Centroamérica que se verá mermada por la crisis política y económica que sacude a Nicaragua.

Se espera que México crezca 2,3% en 2018 comparado con el 2,0% de 2017, tasa estable aunque por debajo de su potencial, según el Banco Mundial.

"El Caribe ha retomado un crecimiento saludable después de la devastación causada por los huracanes Irma y María en el 2017. Centroamérica se ha beneficiado de un crecimiento robusto de los EE.UU. pese a la persistente incertidumbre con respecto a la inmigración y el comercio", se lee en el informe.

"México, por otro lado, continúa registrando un rendimiento inferior al esperado, aunque cabe señalar que las prolongadas y difíciles negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la incertidumbre política asociada a las recientes elecciones, y las dudas acerca de la continuidad de las políticas actuales han tenido una repercusión negativa sobre las perspectivas de crecimiento, al menos a corto plazo".

El Banco Mundial espera que dos de las cinco economías de más rápido crecimiento en 2018 sean del Caribe y Centroamérica (República Dominicana y Panamá) y tres de Sudamérica (Bolivia, Paraguay y Chile).

OBSTÁCULOS EN EL CAMINO

El Banco Mundial describió en el informe varios problemas que enfrenta la región.

"Desde la perspectiva de una economía pequeña y abierta, como las de América Latina y el Caribe, los factores externos juegan naturalmente un rol fundamental como impulsores del crecimiento. De hecho, los factores externos han sido un determinante crucial de la marcada desaceleración experimentada por Sudamérica a partir del 2011", señaló la entidad. "Típicamente, los precios de las materias primas, el crecimiento en China y en EE.UU., y la liquidez internacional —capturada, por ejemplo, por la entrada neta de capitales a la región— están entre los factores externos más importantes".

La entrada neta de capitales se ha desplomado en 2018, después de un 2017 muy sólido, reflejando el sentimiento negativo hacia los mercados emergentes a raíz de la frágil situación macroeconómica, especialmente en Argentina y Turquía, y el aumento de las tasas de interés en EE.UU.

Los precios de los commodities se han recuperado desde los mínimos registrados en 2016, en particular los de la energía, mientras que el crecimiento de China se ha desacelerado, pero sigue siendo sólido, al igual que el de la economía estadounidense.

PREOCUPACIÓN FISCAL

Además de los problemas de algunas de las principales economías de la región y un entorno internacional poco auspicioso, la precaria situación fiscal de la región apenas mejoró con respecto al año pasado, y se prevé que 29 de los 32 países registren un balance fiscal total negativo en 2018, según el informe.

Como resultado, la deuda pública externa llega en promedio al 60,1% del PIB de la región en su conjunto, y seis países (Barbados, Jamaica, Belice, Venezuela, Dominica y Antigua y Barbuda) tienen tasas de endeudamiento superiores al 80%.

Estos altos niveles de deuda continúan debilitando las calificaciones crediticias, lo que ha aumentado la prima de riesgo pagada por los países sin grado de inversión. "Por lo tanto, el acceso y el costo del crédito internacional están, nuevamente, complicándose justo cuando son más necesarios", añade el reporte.

"Una deuda mayor también reduce el espacio fiscal y limita severamente la posibilidad de utilizar la política fiscal como una herramienta de política contracíclica, precisamente en un momento en el que muchos bancos centrales de la región sienten la necesidad de aumentar las tasas de interés de política para defender la moneda doméstica o, al menos, asegurar una 'depreciación ordenada'", se lee.

"La región no tiene más remedio que aumentar el ritmo del ajuste fiscal para garantizar la sostenibilidad de la deuda en el corto y mediano plazo, especialmente si la entrada neta de capitales a la región continúa cayendo. En la medida de lo posible, este ajuste fiscal se debería realizar protegiendo la inversión pública en infraestructura (crucial para las perspectivas de crecimiento futuro) y los programas sociales (para preservar los considerables logros sociales conseguidos durante la denominada 'década dorada' de precios altos de las materias primas)", concluye el informe.