Banorte anticipa recuperación de México gracias a exportaciones

La recuperación económica de México dependerá en gran medida de la demanda de sus productos de exportación, según el banco local Banorte.

Y agregó que es probable que grandes socios comerciales como Estados Unidos se recuperen más rápidamente gracias a las amplias medidas fiscales que han aplicado.

“Seguimos esperando que la recuperación de la economía esté liderada por la demanda externa [que está] posicionada para un rebote más vigoroso, con políticas económicas expansivas —tanto monetarias como fiscales— jugando un papel clave”, escribió el equipo de análisis económico del banco en una nota de investigación.

La nota del mayor banco local de México tuvo en cuenta el consumo y la inversión fija bruta de junio que la agencia de estadísticas Inegi publicó el lunes.

La respuesta fiscal del Gobierno mexicano a la pandemia ha sido minúscula en comparación con la de economías desarrolladas, incluso la su socio comercial más importante, Estados Unidos, como se muestra en el siguiente gráfico de un informe reciente de la compañía de investigación Signos Vitales.

En general se cree que el apoyo relativamente escaso en México produce una recesión económica a causa de la pandemia más profunda y prolongada, si bien debería significar que el país tendrá una una menor carga de deuda en comparación con los países que aplican fuertes medidas de apoyo. También debería poder beneficiarse de la demanda externa, según Banorte.

El equipo económico del banco indicó que los últimos datos de la balanza comercial corroboran una notable reanudación de las exportaciones de México, al presentar un superávit comercial que subió a US$6.752 millones en julio frente a los US$2.000mn de junio.

Con las cifras comerciales de julio, publicadas la semana pasada por Inegi, México recuperó el título de principal socio comercial de EE.UU., con un comercio bidireccional que totalizó US$291.000mn en enero-julio.

REBOTE

Los datos que Inegi divulgó el lunes demuestran que el consumo y la inversión fija bruta comenzaron a rebotar tras las medidas de confinamiento y gracias a la reanudación de muchas actividades en junio. Si bien el consumo privado llegó a -18,3% en términos interanuales, la cifra supuso una notable mejora con respecto al -24,8% de mayo.

El siguiente gráfico, proporcionado por Banorte, integra los datos de Inegi con el desempeño mes a mes del consumo privado.

La inversión fija bruta aumentó 20,1% en términos secuenciales, ajustada por efectos estacionales, aunque en lo que va del año la contracción hasta junio muestra una disminución de 21,4% en comparación con los mismos meses de 2019.

El siguiente gráfico de Banorte utiliza datos de Inegi para mostrar el rendimiento de la inversión fija bruta de junio respecto de mayo:

El banco agregó que es probable que ambas métricas se mantengan débiles en los próximos meses, “considerando que el desempeño fue similar a lo observado en indicadores por el lado de la oferta", para lo cual ya cuentan con información más oportuna. "Creemos que lo peor para estos rubros ya quedó atrás", agregó.

Banorte dijo que al parecer la recuperación de los indicadores de empleo hasta agosto “está perdiendo impulso” y que el crédito de consumo se está desacelerando, lo que suma un factor en contra adicional. Sin embargo, las remesas "continúan muy positivas”.

Sin embargo, cree “que los riesgos han aumentado hacia agosto y septiembre tras la suspensión de estímulos clave para desempleados".

“Seguimos pensando que los cambios en los patrones de consumo serán claramente visibles en los próximos meses con las personas favoreciendo la compra de bienes y servicios básicos”, dijo el equipo de análisis económico de Banorte.

Esta situación probablemente conduciría a un gran rezago del consumo de bienes duraderos y servicios de hospedaje y entretenimiento, particularmente aquellos que implican un alto grado de interacción social, agregaron los economistas.

“Para la inversión, el panorama sigue siendo muy complicado”, escribió Banorte. "En específico, observamos una baja marginal en agosto de la confianza empresarial para los cuatro grandes rubro".

“Conforme la pandemia y sus efectos –tanto directos como indirectos– continúen pesando sobre la economía y sus perspectivas, seguimos esperando un rezago significativo de la demanda doméstica”, dijeron los economistas.

Para todo el año, el banco pronostica una caída de 9,7% en el consumo privado, mientras que la inversión podría declinar 20,7% en comparación con 2019.