Bolivianos deponen protesta en mina de Glencore

Mineros bolivianos protagonizaron una protesta de dos días en la operación de zinc y estaño Sinchi Wayra de Glencore como medida de presión para reactivar una de sus unidades suspendidas.

Trabajadores de la unidad Bolívar se reunieron con representantes de la compañía tras manifestarse en la ciudad de Oruro, informó la minera estatal Comibol. Bolívar, que se encuentra paralizada hace dos meses, reiniciará sus actividades de forma gradual, según la compañía, socia de Glencore en Sinchi Wayra.

"Hemos efectuado el informe de la reunión a los compañeros, quienes ahora están más tranquilos", señaló el secretario ejecutivo del sindicato mixto de trabajadores de Bolívar, Bernardino Mamani, en un comunicado. "Esperemos que se cumpla con este acuerdo y que las operaciones vuelvan a la normalidad".

Se desconoce la razón de la suspensión de operaciones.

El sindicato y representantes de la empresa volverán a reunirse en octubre, indicó Mamani. Mineros iniciaron una huelga en la misma unidad el año pasado.

Al cierre de la edición, BNamericas no logró conocer la opinión de Glencore al respecto.

AMAYAPAMPA

En otras noticias de minería, Comibol comunicó que avanza con la modernización de su mina de oro Amayapampa, que incluye un nueva planta concentradora de 200t/d y dos molinos de martillo.

Comibol asumió el control de la mina el año pasado tras remover de la concesión a la singapurense LionGold. Ahora negocia suministro eléctrico adicional para la operación con la empresa estatal Ende, detalló en otro comunicado.

La mina fue operada por Da Capo Resources, Vista Gold y Minera Nueva Vista, alberga 1,79 millones de onzas de oro en reservas y puede procesar hasta de 300t/d de mineral, según Comibol.

Comibol, que ha enfrentado problemas técnicos en sus fundiciones Karachipampa y Vinto en el último año, busca aprovechar el repunte de los precios de los metales que elevó en 7% el valor de las exportaciones a US$3.672 millones (mn) en el primer semestre.

Los despachos de oro refinado crecieron 5,7% a US$400mn en el período, según la agencia nacional de estadísticas. Autoridades de Perú y Bolivia admitieron que productores informales de oro del primer país contrabandean su producción hacia la nación vecina tras una campaña del gobierno para acabar con la práctica.

La inversión privada se ha desplomado en Bolivia luego de que el presidente Evo Morales, cuyas aspiraciones a un cuarto mandato se desvanecieron en 2016, nacionalizara las operaciones mineras de empresas como Glencore, South American Silver y Jindal Steel desde que llegó a la Presidencia en 2006.