Bolsonaro retoma ofensiva para autorizar minería en tierras indígenas

Ahora que dos aliados políticos del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, encabezarán las cámaras alta y baja del Congreso durante los próximos dos años, el mandatario retomó una de sus prioridades declaradas: autorizar la actividad minera en tierras indígenas.

A principios del año pasado, la administración de Bolsonaro presentó una propuesta de ley en el Congreso para permitir dicha actividad, con el argumento de que la legalización de la minería en áreas protegidas impulsará el desarrollo económico y contribuirá a la conservación al combatir la minería ilegal.

Sin embargo, dicho esfuerzo fracasó por los efectos de la crisis sanitaria y también porque el entonces presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, vetó la mayoría de las propuestas del gobierno, adoptando un enfoque antagónico.

Pero después de que el legislador Arthur Lira del Partido Progresista (PP) se convirtiera en titular de la Cámara Baja y Rodrigo Pacheco del partido de centro DEM resultara elegido presidente del Senado a principios de esta semana, el camino podría estar más despejado para que el gobierno logre avances en este tema.

Poco después de la elección de ambos políticos, Bolsonaro envió una carta al Congreso donde destacó las prioridades de la agenda del gobierno que aún están pendientes de aprobación por parte del legislativo antes de fines de 2022, cuando finaliza el mandato de la administración.

No obstante, la minería en estos territorios está directamente asociada a preocupaciones por la deforestación. Las tierras indígenas representan hoy el 12% del territorio de Brasil. Tienen una mayor superficie que toda Colombia y corresponde principalmente a selva amazónica o áreas cercanas

Si bien su potencial minero sigue siendo incierto, expertos sugieren que contendrían importantes reservas de mineral de hierro y oro, entre otros metales.

VOCES CONTRARIAS

Si bien el gobierno sostiene que legalizar la minería en áreas protegidas ayudará a combatir la minería ilegal y generar desarrollo económico, muchos observadores critican el plan, pues los beneficios económicos serían limitados.

Según un estudio reciente elaborado por un equipo interdisciplinario de expertos en desarrollo regional dirigido por Carlos Manso, investigador del laboratorio de estudios de pobreza de la Universidade Federal do Ceará, y publicado por la ONG Instituto Escolhas, ya existe producción de oro y diamantes en la región amazónica, mayoritariamente en tierras indígenas, lo que no produce beneficios significativos para esas áreas.

"El estudio arrojó que la producción de oro y diamantes solo genera un efecto temporal, ya que la actividad no logra cambiar indicadores importantes para el municipio", indicó Larissa Rodrigues, titular del Instituto Escolhas.

"El año pasado superamos la marca de 100 toneladas de producción de oro, con una movilización de aproximadamente US$5.000 millones. ¿Quién recibe toda esa riqueza? Se explotan los recursos pero no hay desarrollo. Lo que queda es un rastro de destrucción ambiental y una población sin educación", lamentó.

Los planes del Gobierno brasileño para permitir la actividad minera en tierras indígenas atrajeron críticas de los líderes europeos en 2020, las cuales podrían intensificarse este año, ya que es probable que la nueva administración estadounidense de Joe Biden también presione a Brasil por una política ambiental más ecológica.

Incluso las propias empresas mineras han mostrado poco interés en la minería en territorio indígena.

Recientemente, representantes de la asociación de pequeñas mineras ABPM manifestaron que sus afiliados no están interesados en los planes, mientras que la minera nacional Vale ya se comprometió a no minar nunca tierras indígenas, incluso si el Congreso lo aprueba.