Brasil bloqueará teléfonos irregulares pese a inquietud de carriers

El regulador brasileño de telecomunicaciones, Anatel, seguirá adelante con el plan de bloquear teléfonos celulares pirateados o sin licencia a pesar de las críticas de los operadores, quienes temen que una gran cantidad de clientes quede sin servicio, lo que afectaría sus ingresos recurrentes.

Según las compañías, muchos de estos clientes no están conscientes de haber adquirido un dispositivo irregular. Anatel admite que se desconoce el número de celulares que se verían afectados por la medida.

Tras una solicitud de la asociación local de operadores de telecomunicaciones, SindiTelebrasil, la implementación del bloqueo se podría posponer del 30 de julio al 15 de septiembre, según informes de prensa.

La medida no es nueva y genera conflicto entre los fabricantes y carriers.

Reducir el tráfico de celulares piratas en Brasil, además de los modelos sin licencia comercializados en el mercado local, ha sido una prioridad en términos de regulaciones para las grandes marcas establecidas, como Samsung.

Hace tres años, bajo la presión de los fabricantes de teléfonos, Anatel y los carriers desarrollaron y lanzaron en conjunto un sistema integral de gestión de dispositivos experimental denominado SIGA.

SIGA permite rastrear los teléfonos sin licencia a través de las tarjetas SIM, que pueden leer el número de serie del dispositivo o el International Mobile Equipment Identity (IMEI), y los incluye en una base de datos de la asociación GSM.

En ese momento, tras informes de que muchos teléfonos y tabletas simplemente dejarían de funcionar, Anatel descartó un bloqueo inmediato.

La semana pasada, el regulador dijo que este año comenzaría el bloqueo de terminales irregulares activadas en las redes de operadores de telecomunicaciones y recomendó a las compañías prepararse para ello.

Los operadores tendrían que informar a los usuarios de que sus celulares son irregulares mediante un mensaje directo con 75 días de anticipación, indicó Anatel. Asimismo, se pidió a las firmas implementar la automatización del proceso de bloqueo, lo que incluye la integración con los sistemas de servicios de sus clientes.

"La propuesta que se analiza establece que solo se bloquearán los dispositivos irregulares activados tras el inicio del proceso de envío de mensajes por parte de los operadores. El bloqueo no afectará a los usuarios que hayan comprado dichos dispositivos de buena fe", añadió Anatel.

En otras palabras, la medida se aplicará a los nuevos usuarios. Quienes ya tienen un teléfono que no cuenta con aprobación, por la razón que sea, podrán continuar utilizándolo.

El usuario puede verificar si su teléfono es irregular revisando el número IMEI del dispositivo marcando el código * # 06 # para que aparezca en pantalla.

Según Anatel, el cliente luego necesita verificar que el número IMEI que aparece en la pantalla sea el mismo que está en la caja del equipo o la factura. Si los números no coinciden, es probable que se trate de un teléfono irregular.

Sin embargo, un problema adicional es que existen maneras de manipular el IMEI, al clonar uno válido para disfrazar un teléfono irregular. Si hay dos números IMEI válidos que aparecen en la base de datos de los operadores, estos no podrán identificar cuál de ellos tiene relación con un celular robado o pirata. Por esto, los operadores también han presionado a los fabricantes a adoptar mecanismos más eficientes a fin de evitar la manipulación del IMEI.

Brasil actualmente tiene más de 8,3 millones de celulares bloqueados a solicitud de los usuarios. Este es el número de equipos cuyos IMEI quedaron registrados en el Catastro de Estaciones Móviles Impedidas, una base de datos de terminales móviles bloqueadas que se creó hace 17 años.

Estos dispositivos fueron bloqueados tras su pérdida o robo. Pese a que todos los meses se desbloquea un pequeño porcentaje de estos teléfonos una vez que son encontrados, como lo muestran las cifras, la base de datos de terminales bloqueadas continúa creciendo año a año.

Estimaciones no oficiales indican que casi 13 millones de los 242 millones de accesos móviles de Brasil utilizan dispositivos irregulares.