Brasil da luz verde preliminar a venta de operaciones móviles de Oi

La superintendencia general del regulador brasileño de la competencia, CADE, recomendó la aprobación condicionada de la venta de las operaciones móviles de Oi a Telefônica Brasil, Claro y TIM por 16.500 millones de reales (US$2.940 millones).

Sin embargo, el consejo no es definitivo. La venta aún debe contar con el visto bueno del directorio en pleno de CADE, que puede aceptar o no considerar la recomendación de la superintendencia general.

Por ahora no hay una fecha concreta para que eso ocurra, pero Telefônica y TIM dijeron que esperan que sea antes de que termine el año.

Entre las condiciones recomendadas para la aprobación del acuerdo se encuentran el cierre de acuerdos obligatorios de uso compartido de frecuencias y el arrendamiento de espectro de Oi que obtuvo el trío de compañías en ciudades con menos de 100.000 habitantes.

También se espera que las tres telecos otorguen acceso a la red móvil de Oi a través de contratos de roaming con otras compañías, dijo la agencia en un informe de 212 páginas.

Estos requisitos tienen por fin fomentar la competencia en el mercado mayorista y posibilitar la entrada de un nuevo participante en el segmento mayorista neutral.

Sin embargo, la superintendencia de CADE no consideró necesario modificar la distribución de los clientes, las antenas o el espectro de Oi según lo propuesto por el trío de compradoras ni exigir otras desinversiones a las empresas.

Seis entidades solicitaron expresar sus opiniones a CADE sobre la venta de Oi: las asociaciones de operadores TelComp y Neotv, la agencia brasileña de protección al consumidor IDEC, los operadores regionales Algar Telecom y Sercomtel y el habilitador de OMV Surf Telecom.

En general, manifestaron su preocupación por los efectos en el entorno competitivo derivados de la venta como un incremento de la concentración del mercado, más barreras para la llegada de nuevos participantes y mayores costos para acceder a espectro de radiofrecuencia.

Afirman además que los acuerdos de uso compartido de RAN no brindan un acceso efectivo a la red a terceros y que existen riesgos de coordinación operativa y competitiva entre los compradores, así como de aumentos de precios para los clientes finales.

Las organizaciones señalan que esta consolidación socava los intentos del regulado Anatel de promover un entorno más competitivo a través de subastas de espectro, como la licitación de 5G.

La venta de Oi Mobile a las tres telecos se anunció en diciembre y se firmó un acuerdo en abril.

Además de CADE, el cierre de la operación requiere el visto bueno de Anatel.