Brasil trabaja para mitigar eventos climáticos extremos

Fenómenos climáticos extremos, como lluvias torrenciales y olas de calor récord, están obligando al Gobierno de Brasil a desarrollar estrategias de mitigación.

Este año, fuertes precipitaciones dañaron una serie de carreteras, especialmente en las zonas costeras, mientras que fuertes vientos a principios de noviembre provocaron el colapso de gran parte de la red eléctrica de São Paulo, lo que dejó a miles de personas sin electricidad durante días. Mientras tanto, Río de Janeiro sufre un episodio de calor extremo.

“La humanidad no trabaja en la cantidad y la velocidad necesarias para evitar el punto de no retorno [en relación con el cambio climático]. Estamos experimentando los efectos de fenómenos climáticos extremos, con fuertes lluvias y olas de calor”, dijo a la prensa la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva.

"Nos enfrentamos a una situación dramática con temperaturas altísimas y vientos intensos que llevan el fuego con mucha facilidad a zonas forestales que antes no tenían registro de incendios. Estamos aumentando nuestra capacidad de extinción, con más de 3.000 bomberos trabajando para combatir los incendios forestales en todo el país", señaló en respuesta a una pregunta de BNamericas.

Silva añadió que Brasil es el sexto mayor emisor de dióxido de carbono, en gran parte debido a los incendios forestales.

Según Silva, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva ha reducido la deforestación en casi un 50% y está trabajando en otros frentes para mitigar los eventos climáticos extremos.

"Estamos trabajando en una agenda fuerte para contener la expansión de la minería ilegal en la selva amazónica. Además, proyectos que tienen la posibilidad de impactos ambientales más relevantes, como la exploración petrolera en el llamado Margen Ecuatorial, la construcción del ferrocarril Ferrogrão, o incluso la central [nuclear] Angra 3 no se aprobarán automáticamente, sino que pasarán por una rigurosa evaluación de impacto ambiental", afirmó Silva.

Brasil podría convertirse en "un exportador de sostenibilidad", según Silva.

"Ya tenemos una matriz energética limpia que ayuda a que los productos que exportamos reduzcan la cantidad de carbono emitida. Somos capaces de tener una agricultura que alimente al mundo de forma segura, sin tener que cortar un árbol. Además, Brasil tiene gran capacidad para convertirse en un gran productor de hidrógeno verde, descarbonizando nuestra industria local e incentivando esta fuente de energía limpia", afirmó la ministra.

Las condiciones climáticas extremas están generando riesgos económicos sustanciales.

"Es más fácil incluir mecanismos de mitigación del riesgo de eventos meteorológicos en los nuevos contratos que en los vigentes, por lo que veo necesario que, en algún momento, los reguladores de cada sector evalúen los eventos climáticos en cada segmento y, a partir de ahí, convoquen a las empresas y a los poderes públicos para discutir soluciones", dijo Alberto Sogayar, abogado especializado en contratos de infraestructura y socio de Sogayar e Alcântara Advogados, en conversación con BNamericas.

"El sector energético de Brasil es el más expuesto a los riesgos, ya que nuestro sistema de transmisión de energía discurre principalmente a través de cables en postes en las calles. Pero la logística de las infraestructuras también se ve afectada por los fenómenos meteorológicos extremos. La sequía en la zona norte del país ha afectado a la navegación fluvial, mientras que el metro y los trenes sufren continuos retrasos durante las lluvias torrenciales en las grandes ciudades", añadió.