Canacol se compromete con Colombia pese a proyecto cancelado

Canacol no tiene planes de disminuir su presencia en Colombia a pesar de la decisión de cancelar su proyecto de gasoducto Jobo-Medellín, de US$500 millones, dijo un ejecutivo el viernes.

La firma canadiense anunció que continuará invirtiendo en proyectos de exploración y producción en las cuencas Bajo Magdalena y Magdalena Medio, en la zona norte de Colombia.

"Seguimos muy comprometidos con Colombia. Todavía vemos un gran potencial relacionado con nuestros programas de exploración en el futuro", señaló durante una conferencia telefónica el CEO de la compañía, Charle Gamba.

"Creemos que hay un entorno de precios bastante bueno con respecto a la oferta y la demanda. Existe cierto riesgo político en Colombia en estos momentos, como en la mayoría de los países. Sin embargo, sigue siendo nuestro objetivo a largo plazo, tanto en Bajo Magdalena, donde hemos tenido mucho éxito históricamente, como ahora en Magdalena Medio, donde perseguimos una base de recursos prospectivos muy grande que podemos comercializar en el interior", añadió.

Los comentarios se conocieron menos de un día después de que Canacol señalara que ya no continuaría con el proyecto luego de cancelar un contrato firme a largo plazo con Empresas Públicas de Medellín (EPM).

El gasoducto de 289km debía comenzar a operar en diciembre de 2024, con el transporte inciial de hasta 100 millones de pies cúbicos diarios desde campos de gas natural cerca de la costa caribeña hasta Medellín, la segunda ciudad más grande de Colombia.

Canacol manifestó que la decisión de rescindir el contrato con EPM se debió en parte a "circunstancias legales, sociales y de seguridad", incluida una demora en la emisión de un permiso ambiental.

La compañía también citó la "dinámica del mercado de gas colombiano" y la decisión de centrarse en la exploración de gas en la cuenca Magdalena Medio, así como una nueva incursión en Bolivia.

"Hemos hecho una entrada estratégica a Bolivia, que es muy prometedora como nueva base material de exploración y producción de gas para Canacol, igual que esperamos que sea la de Colombia en el mediano plazo", aseveró Gamba.

"Bolivia ofrece la presencia de un importante recurso de gas, fácil acceso a infraestructura, términos contractuales estables, un entorno operativo benigno y acceso a mercados donde el gas tiene un buen precio", añadió.

El ejecutivo recalcó que Canacol había pasado los últimos cuatro años trabajando con la empresa estatal local de hidrocarburos, YPFB, para negociar cuatro contratos de exploración y producción, tres de los cuales ya se han firmado.

La compañía se comprometió a invertir US$27 millones en Bolivia durante los próximos cinco años y exportará la mayor parte de la producción resultante a Brasil a través de los ductos existentes. Planea comenzar a operar allí el próximo año y el inicio de la producción está previsto para 2025.

"Vemos a Bolivia como una repetición de nuestra estrategia colombiana de 2012, donde ingresamos a un mercado de gas sin competencia y con trayectorias muy obvias de tipo oferta-demanda", sostuvo Gamba.

"Bolivia no ha invertido lo suficiente en exploración durante las dos últimas décadas, lo que ha provocado una disminución de la producción de gas procedente de grandes descubrimientos de hace décadas y una importante capacidad sobrante en la infraestructura de procesamiento y transporte de gas. A diferencia de Colombia, Bolivia tiene la ventaja de poder exportar grandes cantidades de gas a los mercados internacionales, incluido Brasil, donde los precios del gas están directamente vinculados a los precios mundiales del GNL", explicó.

Canacol declaró que no incurriría en ninguna penalización por su decisión de cancelar el proyecto Jobo-Medellín debido a cláusulas en los contratos con EPM y la firma china Setco, con la que suscribió un contrato por la construcción, titularidad, operación y mantenimiento el año pasado.