China intensifica presencia en segmento chileno de distribución

La eléctrica estatal china State Grid cerró un acuerdo para comprar una participación controladora en la distribuidora chilena CGE de manos de la española Naturgy por 2.570 millones de euros (US$3.000mn).

Según la transacción, Naturgy venderá sus acciones de CGE, o el 96% del total de títulos de la empresa, y State Grid hará una oferta pública a los accionistas restantes por el mismo precio por acción, señaló CGE en un documento presentado ante el regulador de valores CMF.

El acuerdo aún requiere la aprobación de las autoridades chinas y de la fiscalía económica de Chile.

La inesperada adquisición se produce a raíz de la compra por parte de State Grid de la distribuidora Chilquinta a Sempra en junio por US$2.230mn, y destaca un intento de la empresa estatal de aumentar su presencia en el mercado de servicios eléctricos de Chile con una velocidad sin precedentes.

Cuando concluya la adquisición la compañía china será dueña de dos de las cuatro mayores distribuidoras energéticas del país y competirá principalmente con la italiana Enel Distribución Chile y Saesa, que se enfoca en la zona sur del país.

Con Chilquinta y CGE, la firma atenderá al 57% de los consumidores regulados de Chile, alrededor de 3,74 millones de clientes, según el grupo comercial Empresas Eléctricas. Además, controlará todas las actividades de distribución del norte de Chile, así como las de las regiones de la zona centro-sur del Biobío, Maule y O'Higgins.

CGE también tendrá 93.200km en líneas de distribución, más del 50% del total nacional y más de 4.500km en líneas de transmisión.

La compra también se produce a raíz de los ambiciosos planes del Ministerio de Energía para reacondicionar el segmento de distribución, que incluyen la apertura del sector para empresas comercializadoras de energía eléctrica que ofrecen diferentes opciones a los consumidores en un área de concesión.

La propuesta es la primera de una serie de tres proyectos de ley que en conjunto conformarían una planificada modernización del segmento de distribución, llamado a veces proyecto de ley larga de distribución, en contraposición al proyecto de ley corta aprobado el año pasado, centrado en la rentabilidad de las empresas distribuidoras.

Actualmente el texto se discute en las comisiones de minería y energía, y hacienda de la Cámara Baja y ha recibido la máxima urgencia por parte del Ejecutivo.

El segundo proyecto se enfocará en mejorar la calidad del servicio, mientras que el tercero se centra en la generación distribuida.