Comisión de Congreso aprueba avanzar con "impeachement" a Rousseff

La comisión de impeachment del Congreso brasileño votó el lunes a favor de avanzar con el proceso de juicio político en contra de la presidenta Dilma Rousseff.

Por 38 votos contra 27, la comisión se pronunció a favor de someter el caso a votación del pleno de la Cámara Baja. Se necesitaba mayoría simple para la aprobación del voto de la comisión, es decir, 33 de los 65 miembros.

La decisión, tomada la noche del lunes, se leería en el plenario el martes y se publicaría el día siguiente. La votación de la Cámara Baja debe entonces incluirse en la agenda de la próxima sesión en un plazo de 48 horas.

La votación debiera comenzar el viernes y extenderse hasta el domingo, dado que se llamará a cada uno de los 513 miembros del Congreso a emitir su voto en forma individual. Se requieren por lo menos 342 votos a favor del impeachment contra la presidenta para que proceso continúe.

Los mercados reaccionan favorablemente a la posibilidad de que Rousseff sea destituida.

"Las primeras señales son que los mercados financieros se recuperan con la noticia", señaló el economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics, Neil Shearing. "Cualquier medida tendiente a destituir a Dilma apoya los precios de los activos, ya que los inversionistas apuestan por un cambio hacia una política económica más ortodoxa. Si la Cámara Baja vota a favor de enviar el caso al Senado (el próximo paso en este largo proceso), entonces es probable que los mercados repunten".

Sin embargo, Shearing opina que el posible impeachment de Rousseff no necesariamente implica que el gobierno que le suceda sea más favorable al mercado. Acusaciones similares son las que enfrenta el vicepresidente Michel Temer, las que lo llevaron a renunciar al liderazgo del partido PMDB la semana pasada. Las encuestas muestran ahora que quizá la oposición no logre la mayoría de dos tercios necesaria para que el caso avance al Senado.

"El segundo punto que vale la pena destacar es que, en el escenario actual, lo que viene después de Dilma es tremendamente incierto", sostuvo Shearing. "Un gobierno favorable al mercado es una posibilidad, pero el sentimiento general de descontento público contra toda la clase política en Brasil podría terminar incubando un movimiento más populista. Puede que esto no impida que los mercados financieros repunten aún más en las próximas semanas y meses, pero debería servir como concientización para quienes esperan un ajuste sin inconvenientes en la política durante el próximo año".

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