Omisión de upstream en reclamo de EE.UU. por T-MEC extraña a comunidad petrolera de Houston

Ya comenzaron las consultas solicitadas por EE.UU. en julio en conexión con la disputa sobre la política energética mexicana en el marco del tratado de libre comercio T-MEC, cuya primera ronda de conversaciones debiera concluir a principios de octubre.

Sin embargo, las principales controversias en el ámbito upstream, como la de Talos Energy por el campo Zama, extrañamente fueron excluidas del reclamo, dijo a BNamericas el veterano experto petrolero George Baker, domiciliado en Houston.

Fundador y editor del boletín Mexico Energy Intelligence (MEI), Baker indicó que la documentación del reclamo presentada por la Oficina del Representante Comercial de EE.UU. (USTR) parece abordar todas las grandes controversias recientes, excepto la de Talos.

En la tabla siguiente, MEI compiló áreas específicas de objeciones expresadas por figuras públicas estadounidenses en el período previo a la disputa formalizada el 20 de julio: la USTR; el senador por Luisiana John Neely Kennedy; el gobernador de Texas, Greg Abbott; dos bloques de legisladores que han escrito cartas colectivas, 40 legisladores republicanos (de derecha) y otro grupo de 38 legisladores bipartidistas.

Fuente: Mexico Energy Intelligence. Trad. de BNamericas

Ninguno señala estar preocupado por lo que más inquieta a la mayoría de los actores de la industria en Houston, señala Baker: el debate upstream mexicano y, más específicamente, la disputa de Talos Energy con la filial PEP de la estatal Pemex por el campo Zama.

Baker agregó que el American Petroleum Institute también ha expresado inquietudes acerca de la disputa por el T-MEC, pero también solo enumera diferencias que no se enmarcan en la exploración y producción.

La omisión es flagrante, dijo Baker a BNamericas, y muestra que el enfoque de la actual administración no es defender a las empresas del sector upstream estadounidense y canadiense.

Baker apunta a la negativa de PEP de cumplir con su compromiso de perforar el pozo exploratorio Asab-1 en su lado del campo en disputa para confirmar su reclamo sobre la extensión productiva.

“La industria upstream de Houston está consternada por la mala fe de Pemex al negarse a perforar un pozo adyacente o vecino, Asab-1; es una duplicidad regulatoria por parte de la [entidad regulatoria de hidrocarburos] CNH”, indicó Baker.

Para la comunidad petrolera de Houston, Baker agrega: "La política energética de México no se trata solo del maltrato regulatorio de los inversionistas de la energía renovable".

"El foco del reclamo del 20 de julio por parte de la USTR" —señala Baker— " también es sobre la mala práctica política y económica que ha afectado a las compañías estadounidenses de petróleo y gas en sus operaciones upstream, algo sobre lo cual, sin embargo, la USTR ha guardado silencio".

Lo más importante, agregó, es reconocer que Zama aún permanece sin explotar, cuando podría haber estado entregando regalías al Estado si hubieran dejado que Talos fuera el operador e hiciera las perforaciones.

El campo petrolero Zama fue descubierto en julio de 2017 y recibió aprobación a un plan de evaluación de US$325 millones en septiembre de 2018, señaló Baker, lo que demuestra que Talos sentó las bases necesarias para el proyecto.

“Bajo programas regulatorios y de inversión responsables, Zama [...] debería estar produciendo hoy”, agregó.

Con recursos recuperables estimados en 800 millones de barriles equivalentes de petróleo (Mbep), Talos tenía como meta un volumen de 160.000b/d.

"Si bien no conocemos el precio del petróleo en el largo plazo, hoy lo tenemos a US$90/b", dijo Baker. El cálculo asciende a US$5.260 millones en ventas de petróleo anuales a partir de 2022, tomando la estimación de cinco años de Baker.

De esto vendrían las regalías (de hasta 8% en una escala móvil), un impuesto de participación en las utilidades, un impuesto a la exploración y la tasa del impuesto corporativo de 30%.

RECLAMO DE LA USTR

El documento presentado para las consultas por la representante comercial de EE.UU., Katherine Tai, menciona medidas regulatorias y permisos paralizados de proyectos solares y eólicos, y otras intervenciones que detuvieron la expansión del mercado privado de combustibles, que experimentaba un auge hasta poco antes.

Sin embargo, ni una sola vez menciona la disputa de Talos por el campo Zama, luego de la decisión del Gobierno mexicano de ofrecer a la compañía solo 17,35% del campo.

Esta es una división que Talos continúa objetando.

DIVISIÓN INJUSTA

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó en agosto que, según la legislación, la operación del campo corresponde a Pemex. “La empresa petrolera que debe operar es la que tiene más potencial, la que tiene más petróleo en los yacimientos. Y se hicieron los estudios y Pemex tiene más petróleo, el yacimiento de la nación es más grande que el de Talos”.

¿Pero quién tiene las mayores reservas?

PEP basa su control como operador en un estudio de Ryder Scott del año pasado, que determinó que el 50,4% de las reservas potenciales de petróleo estaban en territorio de Pemex, según Bloomberg.

Esto entra en conflicto con un estudio anterior que Talos encargó a Netherland, Sewell & Associates, informe ampliamente aceptado dentro de la industria que estimó para Talos y sus socios un 59,6%.

Sin embargo, la parte que se ofrece a Talos es solo una fracción de los descubrimientos en cualquiera de los informes.