Concentradora boliviana de zinc y estaño iniciará pruebas en julio

Bolivia iniciará en julio el período de pruebas de la concentradora de zinc y estaño inaugurada la semana pasada en el municipio de Colquiri, en el departamento de La Paz.

La planta, que costó alrededor de US$72 millones y cuya construcción requirió cinco años a la empresa Carlos Caballero, procesará 2.000t/d de mineral de la mina Colquiri, propiedad de la estatal Comibol. Ahora entrará en una fase de pruebas y capacitación del personal.

La fase de puesta en marcha durará alrededor de tres meses, dijo a BNamericas en enero el gerente de proyecto de la compañía, Dennis Flores.

“Con la nueva planta, la capacidad de procesamiento de material mineralizado de zinc y estaño sumará 3.500t/d, pues la planta que ya existía produce entre 1.200t/d y 1.500t/d”, explicó a BNamericas Héctor Córdova, exviceministro de Desarrollo Productivo Minero y Metalúrgico y actual consultor privado.

Para el futuro, según los planes oficiales, el zinc debiera ir a la nueva planta de refinamiento que se construirá en Oruro y constará alrededor de US$350 millones, que se financiarán con capitales chinos.

Córdova añadió que el gran problema de la mina Colquirí es que produce mayoritariamente estaño y como subproducto zinc.

El gobierno de Luis Arce ha dicho que buscará aumentar el valor agregado de los concentrados de zinc para la venta externa, por lo que además del proyecto para construir la refinería en Oruro también busca construir otra planta refinadora de este mineral en Potosí.

Desde hace 10 años, las plantas refinadoras de zinc son consideradas de importancia trascendental en el país andino; sin embargo, no hay mayores avances para su ejecución.