ONG ve "difícil" que Pemex sobreviva a la transición energética

La compañía mexicana de hidrocarburos Pemex tendrá un futuro complicado y probablemente no sobrevivirá a la transición energética debido a su crisis financiera y el declive de su producción, anticipa el Instituto de Gobernanza de los Recursos Naturales (NRGI).

“Es difícil que Pemex pueda ser parte del grupo de empresas petroleras estatales que sobrevivan la transición energética hasta el final, o que sea de las últimas que queden en pie”, dijo la ONG neoyorquina en un informe difundido el miércoles.

La deuda de la empresa estatal llegaría a US$94.500 millones al 31 de diciembre. Aunque la cifra sería inferior a los actuales US$106.000 millones, todavía se dice que es la petrolera más endeudada del mundo, a pesar de haber recibido cuantiosos fondos de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En el presupuesto federal de 2024, el Gobierno Federal asignó 481.000 millones de pesos (US$29.000 millones) a Pemex, más una inyección de efectivo de 145.000 millones de pesos para ayudar a cubrir su deuda.

“Sin ganancias suficientes, el endeudamiento de Pemex aumentará. Por su parte, los acreedores se han mostrado dispuestos a seguir prestándole dinero a Pemex, dada la expectativa de que el respaldo gubernamental continuará”, indicó la ONG.

“Sin embargo, en la medida en que más acreedores tomen en serio el riesgo de la transición energética y la necesidad de descarbonizar sus inversiones, este apoyo será crecientemente cuestionado y aumentarán las tasas de interés para Pemex y/o el Gobierno mexicano (las cuales, de hecho, ya han empezado a aumentar). Esto podría hacer prohibitivo el costo de endeudamiento de la empresa y provocar una espiral de problemas financieros que a su vez provoquen que el apoyo gubernamental resulte demasiado costoso”, agregó.

Sin embargo, las finanzas de la compañía no son el único problema para su futuro. La ONG también criticó su modelo de negocio, que se ha centrado en planes de refinación que le han causado pérdidas en medio de una menor producción de petróleo y gas. Pemex y sus socios reportaron en el primer trimestre la producción de crudo más baja en 13 años: 1,54 millones de barriles al día en promedio.

“La extracción de petróleo ha experimentado una caída de largo plazo. Aun con apoyos financieros sustanciales por parte del gobierno, Pemex no ha podido revertir de forma significativa la producción a la baja, y es poco probable que esta situación cambie radicalmente”, indicó el NRGI.

Las preocupaciones sobre el futuro de la empresa federal de petróleo y gas se han intensificado este año de cara a las elecciones presidenciales del 2 de junio.

Por un lado, Claudia Sheinbaum, candidata elegida por el presidente y favorita en las encuestas, ha prometido refinanciar la deuda de la compañía y continuar con los planes iniciados por López Obrador, y por el otro, la candidata opositora Xóchitl Gálvez ha llamado a modernizar a Pemex para que pueda centrarse solo en la exploración y producción, además de sumar otras alternativas a sus actividades como la geotermia y el hidrógeno verde.

Moody's rebajó la calificación crediticia de Pemex de 'B1' a 'B3' el 11 de febrero, apenas un nivel por encima del estatus de basura.

Pemex dio a conocer a fines de marzo su plan de sostenibilidad, en el que delineó sus intenciones de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en 54% en los próximos seis años y alcanzar el cero neto en 2050, entre otras medidas.

Las metas se conocen tras la publicación de una estrategia de sostenibilidad con opciones de Standard & Poor's para ayudar a Pemex a mejorar su imagen ESG, en especial, ante las agencias calificadoras. En la publicación, la compañía incluía dos modelos de negocio basados en el hidrógeno verde como alternativas de sostenibilidad a largo plazo, entre otras cosas.