El futuro del gas natural en América Latina

Los proyectos de generación de electricidad a gas en América Latina enfrentan la creciente competencia de las energías renovables, así como la incertidumbre de las políticas en México y Argentina, de acuerdo con el último informe Intelligence Series de BNamericas sobre energía eléctrica.

Los menores costos de la energía solar y eólica, junto con las nuevas tecnologías como el almacenamiento y la generación distribuida, hacen que la financiación de los períodos de amortización de 20 años requeridos por los proyectos termoeléctricos sea más difícil en algunos mercados.

México lideró la inversión durante la última década en centrales eléctricas de ciclo combinado, pero el nuevo impulso del gobierno para frenar las importaciones de gas natural podría llevar a un retorno al carbón.

Aún así, los proyectos termoeléctricos tienen oportunidades de crecimiento debido al aumento de la producción local en Brasil, Bolivia y Perú, además del desarrollo de infraestructura de regasificación.

Después de una grave sequía, Brasil intenta reducir su dependencia de la hidroelectricidad, que representa el 60% de la capacidad instalada. Se espera que la participación de la energía a gas en la matriz energética brasileña aumente de 8% a 11% para 2027.

Argentina está aprovechando el vasto potencial del yacimiento no convencional Vaca Muerta y exportando a Chile, pero la inestabilidad macroeconómica del país ha nublado el panorama.

Las perspectivas para el GNL también están aumentando en América Central, donde Panamá y El Salvador han lanzado proyectos de regasificación con infraestructura de generación eléctrica asociada.