Elecciones elevan riesgo político en Colombia

La segunda vuelta presidencial en Colombia, en que se enfrentarán un exguerrillero de izquierda y un populista de 77 años, aumentaría el riesgo político del país andino, independientemente del resultado.

Como era de esperar, Gustavo Petro ganó la primera vuelta el domingo con el 40% de los votos. El exalcalde de Bogotá de 62 años, que busca convertirse en el primer mandatario de izquierda de Colombia, se comprometió a aumentar los impuestos a los ricos, poner fin a la exploración de nuevos combustibles fósiles y priorizar las inversiones en agricultura.

Menos predecible fue el resultado del multimillonario empresario y exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández, quien obtuvo el 28% del total, más del doble de lo previsto en la mayoría de las encuestas de abril.

Considerado por algunos como el equivalente colombiano de Donald Trump por su personalidad inconformista y sus ideales conservadores, Hernández ha bajado el tono de su retórica en los últimos días en un esfuerzo por atraer a los votantes moderados.

En una serie de publicaciones en redes sociales el martes enumeró 20 diferencias políticas con el uribismo, decaído movimiento de derecha fundado por el expresidente Álvaro Uribe. Entre ellas figuran un apoyo incondicional al acuerdo de paz de 2016 con el grupo rebelde FARC, el deseo de reanudar las relaciones diplomáticas con Venezuela y la promesa de reducir el IVA de 19% a 10%.

Los exalcaldes de Medellín Federico Gutiérrez y Sergio Fajardo fueron las mayores decepciones de la primera vuelta.

Gutiérrez, candidato de derecha identificado por todas las encuestas importantes desde enero como el principal retador de Petro, atrajo solo el 24% de los votos, mientras que el centrista Fajardo, que perdió por poco un lugar en el balotaje de las elecciones presidenciales de Colombia de 2018, vio caer su apoyo a 4%. Gutiérrez ya respaldó la campaña de Hernández en la segunda vuelta, mientras que Fajardo aún tiene que declarar su opción preferida.

“Gutiérrez no logró distanciarse lo suficiente de la derecha tradicional y del uribismo para pasar a la siguiente ronda”, dijo Karla Schiaffino, analista sénior para América Latina de Verisk Maplecroft.

"Hernández emergió como un contendiente en el último mes previo a la jornada electoral. Ejemplifica el rechazo del electorado a la política tradicional y lo impulsa por delante del centroderechista Gutiérrez y el centrista Fajardo. El voto en contra de la clase dominante ofrece poco consuelo para los inversores que buscan entender qué se puede esperar del próximo gobierno, independientemente del resultado de la segunda vuelta", agregó.

Schiaffino predijo que el porcentaje de Hernández en los votos probablemente crecería antes de la segunda vuelta debido a las propuestas económicas que el electorado "percibe como más confiables".

Las elecciones se celebran un año después de que Colombia se viera sacudida por violentas protestas que dejaron al menos 46 muertos, según Naciones Unidas.

Lo que comenzó como una manifestación contra el alza de impuestos para las personas de ingresos bajos y medianos se convirtió rápidamente en un movimiento más amplio para exigir una mayor igualdad y mejoras en los servicios públicos esenciales, como salud y educación.

Si bien los últimos 11 meses han sido mayormente tranquilos en las calles de las principales ciudades de Colombia, el país podría reportar una nueva ola de manifestaciones en las próximas semanas, según Schiaffino.

“Desde nuestro punto de vista, estos riesgos aumentarán independientemente del resultado de la votación del 19 de junio”, dijo. "Si gana Hernández, las preocupaciones sobre la imparcialidad del proceso electoral y la precisión de los resultados aumentarán los riesgos de disturbios en grandes áreas urbanas, con protestas dirigidas al gobierno saliente y al nuevo”.

"En caso de que Petro gane, esperamos una breve luna de miel. Una participación mayor a la habitual y la proporción de votos de Petro en la primera vuelta resaltan el entusiasmo de una gran parte de los votantes colombianos por el cambio", dijo la analista.

Schiaffino agregó que al nuevo presidente le podría resultar difícil impulsar las reformas propuestas debido a la división de la legislatura.