Elecciones en Uruguay no motivarían grandes cambios económicos

El partido uruguayo Frente Amplio aspira a recuperar la presidencia en las elecciones generales del 27 de octubre, resultado que probablemente conduciría a un alza de impuestos pero no a muchas reformas estructurales.

La realidad es que, en materia de política económica, el partido de izquierda no se diferencia tanto del actual gobierno de centroderecha, según el exvicepresidente del Banco Central Javier de Haedo.

“Hay un modelo, pero hay dos miradas”, dijo De Haedo, quien dirige el centro de investigaciones económicas de la Universidad Católica del Uruguay, en un seminario web del diario El País sobre proyecciones electorales.

Aunque el Frente Amplio difiere del oficialista Partido Nacional al centrarse en la redistribución de la riqueza y favorecer a los sindicatos, ambos grupos tienen posturas similares en materia de políticas económicas, señaló el académico.

Como ejemplo, dijo que la actual administración, a pesar de las promesas iniciales de controlar el gasto público, ha operado con déficits fiscales y aumentado la deuda pública durante los últimos cinco años.

“Nuestra primera regla fiscal es que siempre tenemos déficit, y la segunda regla no escrita es que ajustamos al principio y aflojamos después”, señaló De Haedo.

En promedio, el gobierno del presidente Luis Lacalle Pou registra un déficit anual equivalente a 1,9% del PIB, casi idéntico al promedio de 2,0% de todos los gobiernos anteriores desde el retorno a la democracia en 1985, según el académico.

La deuda pública, que aumentó durante los gobiernos anteriores del Frente Amplio (2005-2020), siguió subiendo bajo Lacalle y el año pasado alcanzó el 50% del PIB.

Aunque De Haedo señaló que nueve puntos de ese repunte se explican por la pandemia, la deuda continuó incrementándose en dos puntos porcentuales en los últimos tres años y medio.

“La misma política económica, los mismos resultados, el mismo ADN, y la misma aversión a hacer reformas [estructurales]”, señaló, y agregó que incluso Lacalle admitió que su reforma de pensiones de 2023, que subió la edad de jubilación de 60 a 65 años, fue bastante moderada y que no tuvo mucho impacto.

El actual favorito en las elecciones es Yamandú Orsi, del Frente Amplio. Las encuestas pronostican una probable segunda vuelta el 24 de noviembre. Su oponente sería Álvaro Delgado, del Partido Nacional.

Aunque Orsi ha sostenido que se mantendrá alejado de aumentos tributarios impopulares para centrarse en el crecimiento económico con el fin de reducir el déficit, De Haedo cree que tales medidas son parte de la plataforma de su partido y que una eventual administración del Frente Amplio probablemente incrementaría los impuestos a las personas de altos ingresos o apuntaría a las ganancias de capital, como un gesto hacia sus partidarios más fieles.