Firmas brasileñas buscan soluciones energéticas para reducir emisiones

La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se está convirtiendo en un tema cada vez más importante para las empresas brasileñas. Un estudio del consejo empresarial para el desarrollo sostenible CEBDS mostró que en los últimos tres años las empresas que operan en el país han implementado 1.340 proyectos para reducir las emisiones por un total de US$88.500mn en inversiones, lo que evitó 218 millones de toneladas de CO2.

El sector energético desempeña un papel de liderazgo, ya que muchas empresas pretenden lograr acuerdos de compra de energía (PPA) para el suministro de fuentes renovables para lograr objetivos de sostenibilidad. Según la presidenta de CEBDS, Marina Grossi, las compañías también ven los PPA como una forma de tener más autonomía para negociar la energía que consumen.

“Esto ha crecido rápidamente y es un mecanismo interesante, porque se negocia en el mercado de energía libre, por lo que no depende del gobierno. Esto tiende a crecer aún más porque es una energía más económica y una forma en que las empresas logran sus objetivos de reducción de emisiones", señaló Grossi a BNamericas.

Gran parte de este crecimiento está ayudando a apoyar una importante expansión del mercado de energías renovables. Los números publicados el martes en el informe mensual de la cámara de comercio de energía CCEE demuestran que a fines de junio el país tenía 86 unidades de energía solar operando comercialmente, en comparación con las 55 del año anterior. La capacidad de generación de energía de las unidades solares creció 86,6% respecto del mismo período del año pasado, a un promedio de 485MW.

Grossi afirma que Brasil debería tener un plan más transparente y estructurado para ayudar a integrar sus fuentes de energía para aprovecharlas de una manera más estratégica.

"Necesitamos un plan más estructurado, en el que el mercado presalino y de gas natural tenga sus espacios, pero sin interferir con las energías renovables, como la generación de energía eólica y solar, que tienen una gran expansión que se espera por delante", afirmó.

Además, existe un creciente apoyo de las empresas privadas a las iniciativas de fijación de precios del carbono. Según los datos de CEBDS, alrededor del 57% de las empresas brasileñas ya tienen políticas internas sobre fijación de precios del carbono como una forma de identificar riesgos en sus operaciones.

"Muchas compañías defienden los precios del carbono porque esto permite que la transición energética tenga lugar dentro de las empresas", aseveró Grossi.

CEBDS tiene una carta abierta para defender las medidas de fijación de precios del carbono en Brasil y ha recogido firmas de 31 presidentes ejecutivos y directores de finanzas de algunas de las compañías más grandes del país, como el banco Itaú y el minorista de ropa Renner. Las empresas eléctricas, incluida la filial brasileña de Iberdrola, también defienden dichos mecanismos.

"Es muy importante regular los precios del carbono, no es algo opcional, es parte del negocio principal y de la sostenibilidad de la empresa a largo plazo", declaró recientemente en un comunicado la titular suplente de Iberdrola, Solange Ribeiro.

MERCADO DE PETRÓLEO Y GAS

Las empresas que operan en el sector brasileño de petróleo y gas también apuntan a la reducción de emisiones. La estatal Petrobras, por ejemplo, firmó un acuerdo con la noruega Equinor para desarrollar el primer proyecto de energía eólica marina en Latinoamérica y ha estado buscando nuevas tecnologías para ayudar a optimizar el consumo de energía en sus plataformas costa afuera. La firma apunta a utilizar nuevas tecnologías para reducir las emisiones en sus operaciones y espera aumentar las inversiones en investigación y desarrollo para tales soluciones.

La compañía también se convirtió en miembro en 2018 de la Iniciativa Climática de Petróleo y Gas (OGCI), una organización independiente creada por firmas de energía en 2014 que se enfoca en reducir la intensidad promedio colectiva de metano de las operaciones upstream.

Otras compañías de la cadena de valor del petróleo y el gas en Brasil también buscan iniciativas similares. Recientemente, la empresa de logística Wilson Sons publicó un inventario que muestra que redujo las emisiones en un 12% en 2018 con proyectos como la sustitución de grúas diésel por eléctricas en sus operaciones portuarias y la aplicación de mejores prácticas de gestión en el movimiento de contenedores y equipos, lo que aumentó la eficiencia. La compañía también aplicó nuevas tecnologías a sus remolcadores, con lo que redujo el consumo de energía.

Sin embargo, persiste la duda de si el sector podrá o no reducir aún más las emisiones en medio del crecimiento proyectado para los próximos años.