Francia y OCDE presionan fuertemente a Panamá

El Gobierno francés anunció que volverá a poner a Panamá en la lista negra de paraísos fiscales poco cooperadores como resultado de la gigantesca filtración de datos conocida como los papeles de Panamá.

La filtración de 11,5 millones de archivos secretos del bufete panameño Mossack Fonseca vinculó a 140 políticos de más de 50 países con empresas offshore en paraísos fiscales. Los papeles de Panamá, divulgados por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación, mencionan a 72 jefes de Estado retirados o en ejercicio.

Francia removió a Panamá de su listado de estados y territorios poco colaboradores en 2012, luego de que ambos países suscribieran un acuerdo bilateral para combatir la evasión tributaria.

Panamá "nos hizo creer que podía respetar los principios internacionales más importantes", señaló el ministro de Hacienda galo, Michel Sapin, citado por el medio France24. "Así es como logró evitar aparecer en la lista negra de refugios fiscales".

ENÉRGICA REACCIÓN DE LA OCDE

Los papeles de Panamá llevaron también a la OCDE a emplazar al país centroamericano a cumplir inmediatamente con los estándares globales de transparencia fiscal.

"Las revelaciones de los papeles de Panamá dejan al descubierto la cultura y la práctica del secreto en Panamá", declaró el secretario general del organismo, Angel Gurría. "Panamá es el último de los grandes centros offshore que continúa permitiendo el ocultamiento de fondos para eludir la administración fiscal y las autoridades competentes".

Junto con el grupo de naciones G20, la OCDE ha encabezado una ofensiva global contra dichas prácticas desde 2009, señaló Gurría. A través de un foro global sobre transparencia e intercambio de información, la OCDE ha advertido reiteradas veces a los países como Panamá acerca de los riesgos que implica el incumplimiento de los estándares internacionales de transparencia fiscal, precisó.

"Hace apenas unas semanas, informamos a los ministros de Finanzas de los países del G20 que Panamá se alejó de su compromiso de implementar el intercambio automático de información relativa a las cuentas financieras", indicó Gurría.

Las consecuencias de que Panamá no cumpla con los mayores estándares sobre transparencia fiscal saltan a la vista ahora con los papeles de Panamá, agregó.

DE LA CELEBRACIÓN A LA VERGÜENZA

La revelación de los papeles de Panamá constituye un duro golpe para el Gobierno panameño, que recién en febrero celebraba la salida de una lista gris de lavado de dinero.

El Grupo de Acción Financiera Internacional sobre el Blanqueo de Capitales (GAFI), con sede en París, había agregado a Panamá a dicha lista en 2014, lo que afectó enormemente la reputación internacional del país y su importante sector bancario. La lista gris del GAFI incluye a aquellos países y jurisdicciones que presentan debilidades estratégicas en sus medidas para combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. Para evitar pasar a la lista negra, los países de la lista gris se comprometen a implementar una serie de cambios a fin de cumplir con los estándares del GAFI.

Este último había citado los "considerables avances" en el mejoramiento de las leyes y regulaciones para combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo en febrero, cuando retiró a Panamá de la lista.

El propio presidente Juan Carlos Varela dijo en ese entonces que la decisión era una importante victoria para Panamá. Ahora Varela y su gobierno enfrentan la enorme tarea de convencer a casi todo el mundo de que el país no opera como un refugio fiscal donde todo está permitido.

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