Fundición boliviana de estaño Vinto registra producción más baja desde 2008

La minera boliviana Comibol registró una caída de la producción en 2018 de 13% en su fundición de estaño Vinto, con lo que alcanzó el nivel más bajo en una década después de detener las operaciones por reparaciones, pese a que la compañía estatal se esfuerza por detener la caída en sus unidades.

La fundición, en el departamento de Oruro, produjo 11.000t de estaño el año pasado, lo que marca el segundo año consecutivo de disminuciones, informó Comibol en un comunicado.

El complejo, que adquiere concentrados de las minas Colquiri y Huanuni, también de Comibol, produjo 12.637t de estaño refinado el año pasado, por debajo de las 13.111t de 2016, según el sitio web de la compañía.

Comibol cerró la fundición de 18.000t/d a mediados de 2018 para cambiar los refractarios que cubren el alto horno de US$40mn Ausmelt. Los problemas técnicos con los altos hornos han afectado a las fundiciones Vinto y Karachipampa, también de Comibol, en los últimos años.

La fundición registró exportaciones por US$229mn en 2018, dijo el gerente de Empresa Metalúrgica de Vinto (EMV), Ramiro Villavicencio. Vinto exporta principalmente a EE.UU, China, la Unión Europea, México y Chile. Los precios del estaño han subido 5% en los últimos 12 meses hasta cotizarse en US$19.550/t esta semana.

Las exportaciones mineras bolivianas —lideradas por zinc, oro, plata y estaño— totalizaron US$3.320mn hasta octubre y representan cerca de la mitad de las ventas bolivianas al exterior, por US$7.650mn, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).

"El reto para el 2019 es consolidar nuevos mercados ", dijo Villavicencio en una ceremonia para conmemorar el aniversario número 48 de la fundición.

La empresa, expropiada a la compañía suiza Glencore en 2007, está trabajando en estudios por una expansión de US$345mn que aumentaría la capacidad a 62.000t/a y que trataría otros metales como el indio, el galio, el germanio, el cobre, la plata y el plomo, según Comibol.

La minera se ha visto acosada por problemas en los últimos años, enfrentando huelgas, protestas, robos de minerales y el cierre de Karachipampa y Vinto y la compañía de hierro y acero El Mutún debido a problemas técnicos. Además, el Gobierno boliviano perdió el año pasado casos de arbitraje contra Quiborax y South American Silver por la expropiación de activos mineros.

El presidente Evo Morales, que planea postularse por cuarto mandato consecutivo en octubre, lanzó una campaña para invertir cerca de US$2.000mn en las industrias mineras y metalúrgicas para 2020, incluidas minas, fundiciones y hornos.

La inversión privada se ha desplomado en Bolivia desde que Morales estatizó los activos mineros de compañías como Glencore, South American Silver, Quiborax y Jindal Steel después de tomar el poder en 2006. Desde entonces se ha esforzado por desarrollar Comibol, que está invirtiendo US$ 200mn anuales en proyectos.