IFC mira con especial interés potencial brasileño en hidrógeno verde

La Corporación Financiera Internacional (IFC), división del sector privado del Grupo del Banco Mundial, observa con especial interés la evolución del incipiente segmento del hidrógeno verde en Brasil debido a su potencial para convertirse en un gran productor.

"Tenemos un gran interés en el área del hidrógeno verde y en el desarrollo de toda la cadena integrada. Creemos que Brasil es uno de los países con mayor potencial para llegar a producir hidrógeno verde en el mundo", dijo a BNamericas el director local de la IFC, Carlos Leiria Pinto (en la foto).

"Todavía no analizamos proyectos específicos, tenemos un equipo dentro de la IFC que estudia el potencial de los proyectos que aún no son financiables, para identificar qué iniciativas tienden a serlo, y creo que tendremos proyectos financiables en el segmento dentro de cuatro años", señaló.

Un elemento clave del gran potencial de Brasil es el acceso a abundantes fuentes de energía renovable, pero este potencial se ve frenado actualmente por la falta de una política del Gobierno Federal.

En el frente del sector privado, los complejos portuarios encabezan los esfuerzos para colocar al país más grande de la región en el mapa mundial del hidrógeno verde.

Estos incluyen el puerto de Pecém, en el estado de Ceará, Suape en Pernambuco y Açu en Río de Janeiro, y han firmado una serie de memorandos de entendimiento con empresas multinacionales, incluidas EDP, Fortescue, Qair y Engie, para evaluar proyectos.

"Creo que en 2022 estaremos firmando contratos más robustos para proyectos viables económica y financieramente, con la expectativa de alcanzar niveles más altos de producción de hidrógeno verde a fines de 2024 o principios de 2025", manifestó a BNamericas la directora comercial de Pecém, Duna Godmin Uribe.

PLANES PARA BRASIL

Si bien el hidrógeno verde es un objetivo a mediano plazo, la IFC tiene varios planes de acción para Brasil en los próximos años.

Entre sus principales prioridades se encuentra el apoyo continuo a la agenda de concesiones y asociaciones público-privadas (APP) en el sector de agua y saneamiento. Una importante reforma regulatoria el año pasado elevó la participación privada en el segmento.

"El sector de agua y saneamiento sigue siendo una prioridad en Brasil para nosotros, hemos visto varios proyectos en marcha con la próxima subasta de concesiones y privatizaciones en diciembre. Lo que queremos hacer más es apoyar a las empresas del segmento para estimular proyectos de reutilización de agua”, explicó Pinto.

La IFC también está enfocada en apoyar las APP de alumbrado público. Recientemente firmó un acuerdo con el banco estatal Caixa para ayudarlo a estructurar proyectos en este sector.

OTROS SECTORES

El organismo multilateral también planea incrementar su trabajo en proyectos en los sectores ferroviario y de salud.

“Este es un sector que estamos mirando con interés para apoyar la estructuración de APP y concesiones. El segmento ferroviario tiene un gran desafío, que son las barreras sociales y ambientales para los proyectos, pero el ferrocarril en sí mismo es un sector que produce menos [gas] de efecto invernadero", aseveró Pinto.

ESG

Las demandas de que los proyectos cumplan con mejores prácticas de ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) están creciendo en Brasil debido a la presión de los bancos, según Pinto.

"Con respecto a la agenda de ESG, creo que la gran transformación se está produciendo a través del mercado financiero en Brasil. Los bancos están más preocupados por el financiamiento, miran proyectos más amigables con el medio ambiente. El Banco Central también también estableció directrices para que los bancos analicen más a fondo los riesgos medioambientales antes de financiar proyectos", manifestó.