Industria argentina de biodiésel podría recuperarse a partir de febrero

La industria argentina de biodiésel podría reactivar sus operaciones a partir de febrero tras el aumento de precios que otorgó el gobierno a los biocombustibles, dijo a BNamericas el titular de una federación sindical. 

Una resolución de la Secretaría de Energía estableció el 2 de enero tres medidas que fueron esenciales para que pueda reanudarse la actividad en el sector, que ha estado semiparalizado desde julio de 2020.

En la actualidad, la mayoría de las plantas de biodiésel ubicadas en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe se encuentran cerradas o trabajando al mínimo de su capacidad operativa, con sus 1.200 empleados suspendidos y cobrando la mitad de sus salarios, señaló Gabriel Matarazzo, secretario general de la federación sindical de biocombustibles FASiPeGyBio.

La resolución incluye un incremento entre enero y mayo de los precios que pagan las refinerías por el biodiésel que compran para mezclarlo con el diésel que producen.

“Estábamos en el infierno y ahora hay una luz al final del túnel. Con esta medida, se abre una perspectiva para que la industria se recupere”, indicó Matarazzo.

El aumento anterior que había dado el gobierno fue en octubre, cuando llevó el valor del biodiésel a 48.533 pesos (US$575) por tonelada. Sin embargo, esto no logró cubrir los costos operativos de las empresas, ya que llevaban congelados desde diciembre de 2019.

A partir de ahora las refinerías abonarán 77.300/t para las transacciones que se realicen durante enero, 59,3% más que en la actualidad; 88.875 pesos para las de febrero (83,1%); 89.975 pesos para las de marzo (85,4%); 90.300 pesos para las de abril (86%); y 92.558 pesos para las de mayo (90,7%).

Para asegurar que estos montos no pierdan valor por la devaluación del peso y el incremento del precio de la soya, la secretaría estableció que el pago del biodiésel deberá realizarse 30 días después de presentarse la factura de venta.

Sin embargo, Matarazzo destacó que, a pesar de esta medida, las empresas recién podrán comenzar a operar a partir de febrero ya que aún no le dan los costos para abrir nuevamente las plantas.

Por esta razón, las compañías acordaron con el titular de la cartera, Darío Martínez, recudir la cantidad de biocombustible en el diésel hasta marzo, que normalmente asciende a 10%.

En enero las compañías añadirán solo 5%, 6,70% en febrero y 8,4% al mes siguiente.

“Calculamos que para abril o mayo podremos recién estar con el sector funcionando a pleno”, afirmó Matarazzo.

Debido a que la regulación solo menciona los precios hasta mayo, los actores del sector temen que puedan volver los congelamientos en junio, ya que el gobierno deberá afrontar elecciones programadas en agosto y octubre.

Este escenario se torna aún más pesimista si se tiene en cuenta que la encuesta de expectativas de mercado realizada por el Banco Central estima que la inflación para este año será de 50%.

A eso, había que sumarle las posibilidades de que la cotización de la soya continúe su camino ascendente como lo viene haciendo en los últimos meses, y que el peso continúe devaluándose en el país, lo que le quitaría a la industria buena parte de la rentabilidad recuperada con la resolución.

De acuerdo con el sondeo, la cotización oficial de la moneda local perderá un 41,34% frente al dólar hasta alcanzar los 126,50 por billete verde a fines de 2021.

UNA SOLUCIÓN A MEDIAS

Martínez también buscó solucionar un problema similar al de la industria del biodiésel que aqueja al sector de bioetanol, que se utiliza en la mezcla obligatoria con la gasolina.

Sin embargo, las demandas judiciales entabladas por las empresas productoras que utilizan el maíz como materia prima hicieron que la medida resolviera sólo la situación de aquellos que usan la caña a azúcar.

La metodología que implementó en una resolución del 3 de enero fue similar a la del biodiésel, con la diferencia de que mantuvo intactos los porcentajes de la mezcla y que los incrementos fueron menores.

La normativa establece un aumento de aproximadamente 33% a 43,60 pesos por litro para las operaciones que se concreten durante enero; de 45,8% a 47,80 pesos para las de febrero; de 48,5% a 48,70 pesos para las de marzo; de 51,3% a 49,60 pesos para las de abril; y de 55,9% a 51,132 pesos para las de mayo.

El secretario de Energía no logró llegar a un acuerdo con la Cámara de Bioetanol de Maíz para incrementar los precios debido a que las compañías que conforman la entidad se niegan a dar de baja las medidas cautelares que obtuvieron en la justicia y que obligaron al gobierno a pagar los valores que establecía originariamente la ley.

Actualmente, estas empresas ya están cobrando 44,90 pesos/l, más de lo que la cartera ofrece a las productoras de bioetanol de caña de azúcar con la nueva normativa.

“Estamos dispuestos a hacer un esfuerzo enorme, aceptando un sendero progresivo de recuperación del precio, pero no estamos dispuestos a aceptar condiciones que puedan hipotecar nuestro futuro como industria en caso de incumplimientos o de un eventual nuevo congelamiento a partir de junio”, manifestó Patrick Adam, director ejecutivo del organismo al portal especializado Bichos de Campo.

A mediados de año vence el actual régimen de promoción de los biocombustibles que podría postergarse por un año más y, luego, deberá votarse una nueva normativa.

Como informó BNamericas, el senador Roberto Mirabella presentó en el Congreso un proyecto de ley que impulsa el plan nacional de biocombustibles, con el que busca revitalizar al sector y generar empleo en provincias como Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Tucumán, donde se encuentra el principal polo de producción de soya, maíz y caña de azúcar utilizado para su elaboración.