Industria eléctrica y electrónica de Brasil apoya reforma tributaria, pero manteniendo incentivos

La industria eléctrica y electrónica de Brasil celebró la reforma fiscal aprobada por la Cámara de Diputados, pues cree que el nuevo marco impositivo agilizaría el enrevesado código tributario y fomentaría una mayor inversión.

"Estamos satisfechos con la reforma. No tenemos cambios que hacer hasta ahora", dijo a BNamericas el presidente de la asociación del rubro Abinee, Humberto Barbato, en el marco del evento tecnológico anual de la entidad en São Paulo.

Las empresas del sector esperan ahora las enmiendas y revisiones del Senado, que votará la reforma en octubre, además de definiciones de futuras leyes y reglamentos específicos.

La única preocupación de la industria en este momento es asegurar que los senadores mantengan los programas de incentivos sectoriales, algunos de los cuales son de larga data.

“Necesitamos mantener los incentivos para que las industrias inviertan en I+D. La reforma no puede pisotear el pasado, los programas. Si estos son eficientes, deben continuar”, declaró Barbato.

El dirigente se refería particularmente a la Lei da Informática, o ley de TIC. Desde principios de la década de 1990, esta política ha brindado exenciones fiscales a las empresas del sector tecnológico, en las áreas de hardware y automatización, que invierten en I+D.

Todavía no hay señales de que estén en riesgo este programa u otros, como Padis, que apoya a la industria de los semiconductores; o Rota 2030, para el sector automotor.

“Tuve una reunión ayer con [el secretario especial para la reforma tributaria de Brasil] Bernard Appy y nos tranquilizó completamente. No hay riesgo. Cualquiera que sea la inversión que haga una compañía en I+D, esta se compensará con los impuestos a unificar, como ocurre ahora”, explicó Barbato. 

NUEVA TASA IMPOSITIVA

Abinee aún no tiene un cálculo de cuál debería ser el impuesto único ideal del sector, dijo Barbato. Sin embargo, la agrupación no cree que deba superar el 25%.

La reforma no ha definido una tasa para el nuevo IVA que tendrán que pagar compañías y consumidores tras la unificación de cinco impuestos.

Existe la opinión de que esto podría definirse en el Senado, pero es más probable que se establezca en leyes complementarias después de la aprobación del texto principal.

Sin embargo, algunos han sugerido la tasa de 25% como punto de referencia.

Según un estudio reciente del instituto de investigación económica aplicada de Brasil, IPEA, la tasa efectiva del nuevo impuesto podría llegar a 28%, que sería el IVA más alto del mundo. Ello permitiría contar con ingresos suficientes para cubrir los programas de incentivos, regímenes fiscales especiales, tasas reducidas y exenciones fiscales que apruebe la Cámara Baja.

Estas son medidas que la propia Abinee defiende para las empresas a las que representa, al igual que para el sector de las telecomunicaciones, que quiere asegurarse una menor carga fiscal.

Al preguntársele por esta aparente paradoja, Barbato dijo que “hay excepciones”. 

“Hay que establecer prioridades. Hay que ver cuánto hay en el bolsillo para estas prioridades, pero creemos que, al menos para la industria, tendremos una tasa cómoda”, agregó.