Inversionistas de renovables se preparan para interrupciones logísticas por COVID-19

El Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC) estima que se instalarán 4,36GW de potencia eólica  en América Latina este año, pero —como está ocurriendo también en el resto del mundo— los inversionistas y empresas constructoras de la región se preparan para hacer frente a retrasos de proyectos por la propagación del COVID-19.

"La pandemia del COVID-19 aún no ha afectado a la región latinoamericana a los mismos niveles que a Asia o a Europa, por lo que es demasiado pronto para cuantificar cuál será el alcance del impacto", dijo a BNamericas Feng Zhao, director de estrategia de GWEC.

Hasta ahora, Argentina es el único de los tres principales mercados renovables latinoamericanos en instituir un bloqueo, promulgado el 20 de marzo. Le siguen bloqueos parciales en México y Brasil.

No obstante, las decididas contramedidas promulgadas en Europa y Asia sugieren que habrá retrasos en la entrega de suministros y componentes.

“El impacto de la pandemia del COVID-19 no se debe subestimar, ya que la energía eólica es un negocio plenamente global y el daño causado al flujo de las cadenas de suministro y la fuerza laboral en Latinoamérica ciertamente tendrá efectos en la producción de turbinas, la importación de componentes y la ejecución de proyectos locales”, añadió Zhao.

Con el fin de rastrear las interrupciones y retrasos de las cadenas de suministro, GWEC lanzó recientemente un sitio de monitoreo dedicado denominado "Centro de Respuesta de Energía Eólica y COVID-19".

En la actualidad, las noticias para el segmento eólico en 2020 parecen sombrías.

Grandes proveedores, como la fábrica británica de álabes de Siemens Gamesa Renewable Energy en Reino Unido, cerraron a fines de marzo como parte de las medidas para contrarrestar la propagación del COVID-19.

La empresa también clausuró sus operaciones en España en cumplimiento de la decisión del gobierno de prohibir toda actividad no esencial entre el 30 de marzo y el 9 de abril.

LM Windpower, otro importante proveedor de componentes, detuvo operaciones en sus fábricas de álabes en España.

Vestas también suspendió sus actividades en dos fábricas españolas de álabes la semana pasada.

Altos ejecutivos de empresas renovables han comenzado a admitir que los impactos del coronavirus podrían generar retrasos que se extenderían hasta 2021.

"Tomando como referencia la interrupción de dos meses registrada en China, al menos 15% de las instalaciones proyectadas para 2020 se verán afectadas de una forma u otra", advierte Zhao.

De los 4,36GW de potencia eólica que GWEC prevé que se habilitarán en América Latina este año, México contribuiría con 1,4GW, Brasil con 1,4GW, y Argentina con 600MW.

Además, la energía eólica es posiblemente el punto más brillante en la transición global hacia la energía limpia.

La Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) publicó el lunes sus datos anuales, que consignan que 2019 es "el primer año en que la expansión de energías renovables muestra una desaceleración".

La energía hidroeléctrica perdió dinamismo en forma notable durante el año pasado, mientras que otras energías renovables, como la generación a biomasa fuera de red, mostraron un crecimiento modesto.

La propagación del COVID-19 también está generando otras preocupaciones, en particular porque, al combatir la pandemia, los gobiernos podrían perder el foco en el cambio climático y privilegiar paquetes de estímulo orientados específicamente a aumentar el consumo. Otra posibilidad es que los deprimidos precios del petróleo puedan repentinamente desincentivar la puesta en marcha de proyectos de energía limpia.

"Debido a los bajos precios del petróleo y la respuesta requerida por la pandemia, estamos viendo un cambio completo en el foco de atención", señaló recientemente Racquel Moses, presidenta ejecutiva de Caribbean Climate-Smart Accelerator.

"Esto es increíblemente desafortunado, porque cuando [la emergencia] pase, todavía tendremos que combatir el cambio climático", agregó.

"A medida que los países de todo el mundo están preparando paquetes de estímulo para impulsar sus economías después del COVID", precisa Zhao, "GWEC está llamando a los encargados de elaborar las políticas a dar prioridad el sector de energías renovables como industria que puede generar empleo, estimular la inversión local y generar energía competitiva en costos".