Isolux Corsán solicita concurso voluntario de acreedores

El consorcio español de concesiones de energía, construcción e infraestructura Isolux Corsán anunció que solicitó el concurso voluntario de acreedores para las siete sociedades del grupo que están acogidas al artículo 5 bis de la Ley Concursal española.

La decisión fue adoptada por el directorio, el cual posteriormente presentó su renuncia "con el fin de facilitar la administración de la empresa en esta nueva etapa", consigna un comunicado.

Las siete compañías afectadas son Isolux Corsán Group, Corsán-Corviam Construcción, Isolux Ingeniería, GIC Concesiones, Isolux Corsán Servicios, Isolux Corsán Inmobiliaria e Isolux Energy Investments.

En estas empresas trabajan aproximadamente 2.000 personas, 900 de las cuales lo hace fuera de España. Sin embargo, también tienen una deuda total con proveedores de 405 millones de euros (US$460mn), mientras que el endeudamiento financiero total del grupo ascendía a 1.270mn de euros a fines de abril, de los cuales 557mn de euros están asociados a la financiación de proyectos.

Isolux Corsán enfatizó que su prioridad principal será "mantener el mayor número posible de puestos de trabajo, limitar los riesgos asociados a las garantías en vigor y facilitar la continuidad de la empresa a través de los proyectos que tienen viabilidad operativa y financiera".

El grupo también confirmó que ha recibido seis ofertas de adquisición por diversas unidades productivas. "En varias de ellas se propone la absorción no solo del personal directo de las obras, sino también de un número importante de trabajadores de las áreas corporativas", señala la declaración, que añade que corresponderá a los nuevos administradores y al administrador concursal aprobar las propuestas recibidas que den continuidad a la labor empresarial.

ISOLUX EN AMÉRICA LATINA

Isolux Corsán tiene actualmente varios proyectos en desarrollo en la región, incluidas iniciativas en Perú, Brasil, Argentina, Nicaragua y Bolivia.

Para ver la lista completa (que incluye los proyectos finalizados), haga clic aquí.

No obstante, la compañía también ha estado al centro de la controversia en América Latina. Este año, el Gobierno de Bolivia decidió rescindir el contrato de Corsán-Corviam por la central hidroeléctrica Miguillas, lo que apunta a problemas con la construcción.

Posteriormente, se supo que el conglomerado era objeto de una investigación en España por su eventual participación en una red internacional de sobornos concebida para obtener contratos de obras públicas en África y Sudamérica.

En el caso de la región, las oficinas de Isolux en Chile fueron allanadas en 2015 a solicitud de la Procuraduría General de la República por sospechas de soborno y fraude asociadas a un contrato de construcción con la Universidad de Santiago que finalmente se canceló.

Otra acusación de soborno tiene relación con la construcción de un viaducto elevado de US$22mn en Paraguay, aunque el titular de Obras Públicas, Ramón Jiménez, ha rechazado las acusaciones.

Documentos evaluados por autoridades españolas indican que el expresidente ejecutivo de la compañía, Luis Delso, habría recomendado un pago de US$1mn en Bolivia para obtener contactos.

Incluso antes de eso, en 1999, una empresa mixta formada por Isolux, Icazur e Hidromecánica Extremeña se quedó con un contrato para ampliar una planta de tratamiento de agua en el río Lempa en El Salvador. Sin embargo, se estableció después que el director de la operación conjunta había pagado una coima de US$2mn a Carlos Perla, presidente de la Administración Nacional de Acueductos y Acantarillados.