La corrupción trajo un inusual consenso a la Cumbre de las Américas

Si bien América Latina ha estado dividida en los últimos años entre gobiernos favorables al mercado y regímenes tendientes al socialismo, la octava Cumbre de las Américas encontró este fin de semana una postura inusualmente común frente al mayor escándalo de corrupción de la región en décadas.

La cumbre, realizada en Lima del 13 al 14 de abril, reunió a líderes y otros funcionarios de los 35 países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para discutir temas como infraestructura regional, iniciativas comerciales y la lucha contra el lavado de dinero y el crimen organizado. En el pasado, esta cumbre había ayudado a dejar al desnudo las grandes diferencias ideológicas entre los mandatarios del continente.

Pero con el escándalo de Odebrecht, conocido como Lava Jato, haciendo sombra sobre el foro regional, los líderes de gobierno estaban bajo presión para mostrar una convicción real de que abordarán un problema que para muchos es el culpable número uno de la pobreza y la falta de desarrollo de la región.

Odebrecht, que en diciembre de 2016 admitió haber pagado cientos de millones de dólares en sobornos para asegurar contratos en todo el continente, administró decenas de importantes concesiones de infraestructura otorgadas en 10 países de América Latina a lo largo de décadas.

El escenario político del hemisferio ha cambiado radicalmente como resultado de este caso. El líder brasileño Michel Temer y el peruano Martín Vizcarra han reemplazado a sus antecesores derrocados por estos escándalos, mientras que funcionarios de alto rango y empresarios están en la cárcel o en juicio.

Funcionarios, ejecutivos y jefes de ONGs acordaron que la corrupción que afecta a todos los niveles de gobierno y del sector privado está obstaculizando el crecimiento económico, socavando la gobernabilidad democrática y erosionando la confianza pública en las instituciones de todo el continente.

"La corrupción ha frenado el desarrollo de nuestros pueblos durante décadas. Mientras esto sucede, nuestros gobiernos no pueden resolver problemas como la delincuencia y la informalidad", dijo el presidente Vizcarra en la cumbre. "No debemos vivir al lado de la corrupción como si fuera inevitable. Adoptaremos medidas concretas para aumentar la transparencia y el acceso a la información, fortalecer la participación de la sociedad civil en el seguimiento de la gestión gubernamental y consolidar la libertad de expresión y la protección de informantes".

Recomendaciones

En un acuerdo titulado Compromiso de Lima , los Estados miembros de la OEA acordaron reducir la burocracia; fortalecer la independencia de sus poderes judiciales y agencias reguladoras; mejorar la educación y desarrollar iniciativas de conciencia cívica; obtener más participación del sector privado en la formulación de políticas públicas anticorrupción y proteger a los informantes, periodistas y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.

Más importante aún, también se comprometieron a trabajar para evitar que los sistemas financieros regionales se utilicen para transferir y ocultar fondos ilícitos; implementar sistemas digitales de gobierno y adquisiciones; ampliar la cooperación entre los poderes judiciales regionales, las agencias reguladoras y la policía, así como reprimir la evasión de impuestos.

El acuerdo también exigió la creación de un programa interamericano de datos abiertos dentro de la OEA para aumentar la capacidad de los gobiernos para combatir la corrupción y fortalecer los mecanismos para implementar la Convención Interamericana contra la Corrupción (MESICIC).

Confiep, la confederación empresarial más grande de Perú, también produjo un conjunto de 42 recomendaciones destinadas a combatir la corrupción, incluida la identificación de los titulares de cuentas bancarias, divulgar todos los pagos de compañías al gobierno y mejorar la transparencia, la responsabilidad y el cumplimiento corporativo del sector privado.

"Estas recomendaciones muestran el compromiso del sector privado de trabajar junto con el gobierno en el desarrollo de legislación y regulaciones para prevenir actos de corrupción", dijo Confiep en un comunicado.

Sin embargo, no todos marcharon al unísono sobre la cuestión de la corrupción en todo el hemisferio. El líder boliviano, Evo Morales, criticó a los prestamistas multilaterales y culpó al sistema bancario estadounidense por el lavado de dinero.

"El verdadero desafío es desmantelar el sistema donde prospera la corrupción: el capitalismo. El capitalismo es el peor enemigo de la humanidad y del planeta", dijo el presidente Morales en la reunión. "Hasta que no reformemos el sistema financiero que permite que unos pocos acumulen, y hasta que democraticemos instituciones como el FMI, nada de lo que hagamos en esta cumbre será suficiente".

Tecnología

Irónicamente, la razón por la cual se fundó la Cumbre de las Américas en 1994 -para crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)- ha llevado a una globalización sin precedentes mediante la firma de amplios acuerdos de libre comercio que, indirectamente, han abierto nuevas avenidas para el crimen organizado internacional.

El acceso sin restricciones al comercio mundial y los mercados financieros también permitió a las empresas como Odebrecht hacer uso de la banca offshore para canalizar sobornos y otros fondos ilícitos.

La escala de estas operaciones se ha expandido a tal punto que hoy en día se calcula que se están pagando sobornos en todo el mundo por unos US$1,5 billones al año, o un 2% del Producto Interno Bruto mundial, según un informe del Banco Mundial .

La tecnología digital, como blockchain y en general las crypto-monedas, fue considerada como aliada potencial contra la corrupción durante la cumbre de presidentes ejecutivos, una reunión paralela de alrededor de 1.000 CEOs de 30 países y una docena de líderes gubernamentales.

Tan solo Citibank está invirtiendo $1.000 millones al año en tecnología digital, según el vicepresidente de banca corporativa, Jay Collins.

La nueva tecnología "trae luz a una habitación oscura", dijo Collins en la reunión. "Nos permitirá perseguir la corrupción. Es una tecnología arrolladora y extremadamente poderosa".

La tecnología digital también permitirá a la sociedad civil monitorear las campañas electorales, donde se ha descubierto que candidatos reciben millones en contribuciones ilícitas de empresas, según Delia Ferreira, presidenta de Transparency International. Solo Odebrecht financió las campañas de 2.000 políticos en la región, dijo.

Venezuela

Con la excepción de Bolivia y Cuba, la mayoría de los líderes latinoamericanos también se unió para condenar el régimen del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y pidieron no reconocer los resultados de las elecciones presidenciales del próximo mes, calificadas en gran parte como ilegítimas.

Los líderes también destacaron la creciente crisis humanitaria en Venezuela, que obligó a huir a 2 millones de pesonas -500.000 de las cuales buscaron refugio en la vecina Colombia-, y que ya ha forzado a Maduro a aceptar ayuda humanitaria, incluidos alimentos y medicinas. La crisis llevó a Estados Unidos a comprometer US$16mn en ayuda humanitaria para los refugiados venezolanos en Colombia.

La crisis venezolana se ha agudizado desde 2014 debido a la caída de los precios del petróleo crudo, que representa el 95% de los ingresos de exportación del país. Venezuela, un miembro de la OPEP que posee las reservas de petróleo más grandes del mundo, ha visto una disminución de la producción de petróleo a aproximadamente 1.9Mbbl/d desde niveles superiores a los 3Mbbl/d en 1997.

Maduro, un ex conductor de autobús, llegó al poder como aliado del ex presidente Hugo Chávez, quien comenzó su revolución socialista en 1999. Maduro, quien fue excluido de la cumbre, sucedió a Chávez luego de su muerte en 2013. El mandato presidencial venezolano dura seis años.

"En Venezuela, la tragedia de la tiranía está en plena exhibición. Bajo Maduro, Venezuela es un estado fallido, y los estados fallidos no tienen fronteras", dijo el vicepresidente estadounidense Mike Pence. "Los Estados Unidos no se quedarán de brazos cruzados mientras Venezuela se derrumba. Cada nación libre debe tomar medidas más enérgicas contra el régimen de Maduro. Estados Unidos no descansará hasta que se restaure la democracia".

Mientras que el presidente Trump se saltó el evento a último momento, Estados Unidos presentará una candidatura para organizar la próxima cumbre en 2021, dijo Pence.