La electromovilidad sobresaldrá en el transporte público pospandemia

La electromovilidad se apresta a incrementar su presencia en los sistemas de transporte público de Santiago y Bogotá después de la pandemia del COVID-19.

“Estamos tratando de convertir esto en una oportunidad, dentro de lo posible, para fomentar la movilidad eléctrica", dijo el subsecretario de Política de Movilidad de Bogotá, Sergio Martínez, en un seminario web realizado por Move, plataforma latinoamericana de movilidad eléctrica de la ONU. "Estamos tratando de ver cómo repriorizamos esas cosas que ya queríamos hacer pero teníamos pensadas para uno o dos años y ahora tenemos que verlas en uno o dos meses".

El funcionario agregó que el gobierno capitalino está evaluando opciones para reforzar las empresas vinculadas a la movilidad eléctrica en medio de la crisis económica a través de incentivos. "Pueden ser tributarios, pueden ser regulatorios, pero en ese sentido va el esfuerzo que tratamos de hacer", indicó.

En cuanto a proyectos específicos, Martínez dijo aún está programado para este año el inicio de los trabajos del sistema de electromovilidad más grande de la ciudad, su primera línea de metro.

En el caso de Santiago, el jefe de Gabinete del Ministerio de Transportes de Chile, Juan Carlos González, dijo que la pandemia les mostró que podían "influir en la demanda por medio de un enfoque multisectorial", y agregó que la autoridad está trabajando con el sector privado para gestionar la demanda de transporte público durante las horas punta.

Con respecto a la la actual licitación por la compra de autobuses para el sistema santiaguino RED, que incluye vehículos eléctricos, dijo que "comprar buses eléctricos es un desafío financiero importante", pero que "la capacidad de ajustar el sistema a la nueva realidad del COVID-19 va a tener que ser más ágil".

González señaló que, en promedio, los autobuses eléctricos cuestan 40% más que los tradicionales, pero eso se compensa con menores costos operacionales, aunque advirtió que los sistemas de mantenimiento tradicionales no son aptos para vehículos eléctricos, ya que estos requieren atención diaria, en lugar de una o dos veces al mes.