Las repercusiones del modelo G2G de Perú para los inversores privados

Perú podría continuar ejecutando importantes proyectos de infraestructura bajo el modelo de gobierno a gobierno (G2G) en lugar de recurrir al mecanismo de asociación público-privada (APP), aunque aún podrían surgir oportunidades asociadas para los inversionistas, según información recogida por BNamericas.

El país andino formó una sociedad del tipo G2G con Reino Unido, mediante la cual Perú financia proyectos, pero su administración y fiscalización quedan en manos de empresas de ingeniería y funcionarios británicos. Perú también ha llegado a acuerdos similares con Corea del Sur y Francia.

Además de ayudar a garantizar que los proyectos se construyan a tiempo, un objetivo asociado al modelo G2G en Perú es reducir el riesgo de corrupción y daños a la reputación del gobierno. La medida se adoptó tras una serie de escándalos por contratos a cambio de sobornos que involucran a expresidentes y constructoras brasileñas que operan en el ámbito de las APP.

Las autoridades peruanas han dispuesto algunos proyectos importantes de APP para su ejecución bajo el modelo de obras públicas, lo que deja fuera de la ecuación a fondos de inversión extranjeros, dijo el abogado Juan Carlos de los Heros.

“Creemos que se van a seguir desarrollando proyectos de APP, pero probablemente en los más sensibles —o en los que se puedan generar más controversia— el gobierno, al menos el peruano, optará por G2G a efectos de no comprometerse en situaciones que puedan generar cuestionamientos”, dijo De los Heros, socio y especialista en derecho bancario e infraestructura del Estudio Echecopar, firma miembro de Baker McKenzie.

CONTENIDO RELACIONADO 

— ProInversión se prepara para un intenso año de APP

— Por qué las licitaciones de APP de Perú sufren retrasos

Sin embargo, en Perú y en otros lugares, en las APP más pequeñas pero complejas podría peligrar el apetito de los inversionistas debido a una distribución ineficiente de riesgos, advirtió el experto.

Entre los grandes proyectos bajo el modelo G2G figura el aeropuerto internacional de Cusco, las líneas 3 y 4 del metro de Lima y un tramo de 136km de la carretera Central.

Hasta ahora Corea del Sur se adjudicó el contrato por la gestión del proyecto aeroportuario y Francia, un contrato similar por la carretera Central.

De los Heros indicó que, una vez que se construyan grandes proyectos de G2G, el sector privado podría encontrar oportunidades en labores de operación y mantenimiento.

“G2G soluciona el problema obra, pero alguien luego tienen que operar esa infraestructura y la verdad es que no hay confianza en la operación de proyectos por parte del Estado; y este, creo, es un problema global, o regional al menos”, indicó.

“Creo que vamos a tener una segunda fase (…) en la que vamos a tener que dar la operación y el mantenimiento de esas infraestructuras al sector privado. No veo al Gobierno peruano administrando el aeropuerto internacional de Cusco o dos líneas de metro nuevas, (…) quizás una carretera, pero lo veo complicado en el caso de infraestructuras tan complejas y con tecnología tan importante como líneas de metro y un aeropuerto internacional".

En el frente político, los peruanos acudirán a las urnas el domingo para elegir un nuevo presidente en un proceso electoral en el que una gran cantidad de candidatos compiten por el puesto más alto de la nación.

La victoria de un candidato de centroizquierda probablemente significaría un apoyo persistente al modelo G2G, mientras que el triunfo de un candidato de centro o de centroderecha podría generar más oportunidades de APP, según De los Heros.

Lo que podría suceder en infraestructura, “va a depender mucho del resultado político”, indicó De los Heros, y agregó que se necesitaban mejoras más generales en términos de planificación y gestión de proyectos a largo plazo.

La dependencia de Perú del modelo G2G para llevar a cabo grandes proyectos de infraestructura ejercerá presión adicional sobre sus cuentas fiscales y eventualmente podría poner en peligro sus calificaciones crediticias, advirtió Alfonso Garcés, ex asesor en jefe del Ministerio de Economía.

“Suelen ser proyectos muy caros, con lo cual el Estado pierde espacio fiscal, pierde capacidad para hacer otros proyectos, y también tiene el riesgo de reducir la calificación crediticia, sobre todo en un contexto como el que nos encontramos”, comentó Garcés esta semana durante un seminario web sobre G2G realizado por la Universidad Continental.

Con reportaje adicional de Javiera Gracia