Las últimas decisiones de política energética de Brasil

El consejo brasileño de política energética, CNPE, publicó una serie de decisiones con potenciales impactos para los sectores de petróleo y gas y energía eléctrica.

Sin embargo, el CNPE retrasó hasta enero la decisión sobre la aprobación del modelo tarifario de la central nuclear Angra 3, factor esencial para la conclusión de las obras, que se arrastran desde la década de los ochenta.

La asociación de la industria nuclear Abdan informó a BNamericas el aplazamiento de la decisión sobre Angra 3.

El CNPE aprobó la inclusión de los bloques exploratorios Cerussita, Aragonita, Rodocrosita, Malaquita, Opala, Quartzo y Calcedônia para su licitación bajo el régimen de producción compartida en el programa de oferta permanente del organismo de control ANP.

El gobierno estima que los ingresos derivados de los bonos de firma por estos bloques serán del orden de 874 millones de reales (US$144 millones).

Los siete bloques están ubicados en el polígono presalino, en la cuenca Santos, frente a los estados de São Paulo y Río de Janeiro, y se suman a los otros 17 bloques autorizados por el CNPE: Citrino, Larimar, Ônix, Itaimbezinho, Jaspe, Safira Oeste, Safira Leste, Amazonita, Ágata, Mogno, Ametista, Esmeralda, Jade, Turmalina, Rubi, Granada y Cruzeiro do Sul.

Como resultado, la próxima subasta, programada para junio, debiera ser la más grande bajo el régimen de producción compartida en términos de número de bloques.

CONTENIDO LOCAL

El CNPE también aprobó una resolución que establece tasas mínimas de contenido local para la construcción de buques tanque en Brasil.

De acuerdo con la resolución, los nuevos buques tanque deberán tener un contenido local de al menos 50%, incluidos bienes producidos y servicios prestados en Brasil durante el contrato de construcción.

El porcentaje cubre servicios de ingeniería, maquinaria y equipos, así como la construcción y montaje de las embarcaciones.

RENOVABIO

Otra resolución autorizada por la agencia gubernamental define las metas obligatorias de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero por la venta de combustibles entre 2025 y 2034 a través de la política nacional de biocombustibles RenovaBio.

El objetivo global es lograr una reducción de 11,37% en la intensidad de carbono en 2034 en comparación con 2018.

Según la medida, el objetivo de RenovaBio para 2025 será de 40,4 millones de créditos de descarbonización (CBIO), lo que supone una disminución de 40,4 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente en la atmósfera.

Los CBIO son activos ambientales emitidos por productores de biocombustibles por un monto proporcional al puntaje de eficiencia de su producción certificada y al volumen de biocombustible vendido. Un CBIO equivale a 1 tonelada de gases de efecto invernadero no emitidos a la atmósfera debido al uso de biocombustibles para reemplazar combustibles fósiles.

Los productores de biocombustibles los transan en la bolsa brasileña B3 para que los adquieran tanto distribuidoras que requieren cumplir sus objetivos individuales como terceros interesados en la transacción.

ACEITES Y GRASAS USADOS

También se aprobó una resolución que establece que es de interés de la política energética nacional fijar metas mínimas por el uso de aceites y grasas residuales en la producción de biodiésel, combustible de aviación sostenible (SAF) y diésel verde.

La medida está en línea con la flamante ley Combustível do Futuro, que tiene como objetivo promover la movilidad sostenible incentivando la producción y el uso de combustibles bajos en carbono.

Los objetivos se definirán posteriormente mediante una ordenanza del Ministerio de Minas y Energía en conjunto con el Ministerio de Medio Ambiente, luego de la preparación de un análisis de impacto regulatorio.

NUEVO COMITÉ

El CNPE dio el visto bueno a la creación del comité técnico permanente del programa Combustível do Futuro.

La medida pretende dar agilidad, transparencia y legitimidad a los trabajos necesarios para proponer la reglamentación de diversas disposiciones contenidas en la ley del programa.

La nueva ley crea programas nacionales de diésel verde, SAF y biometano, además de aumentar la mezcla de etanol y biodiésel en la gasolina y el diésel, respectivamente.

Asimismo, define el marco regulatorio para la captura y almacenamiento de carbono y libera recursos por 1 billón de reales (US$165.000 millones) en los próximos 10 años para generar oportunidades que combinen el desarrollo económico con la creación de empleo y el respeto al medioambiente, según la entidad.