Líderes sudamericanos debaten en Brasil integración regional y moneda única

Los líderes de 11 de las 12 naciones sudamericanas asistieron esta semana en Brasil a una reunión convocada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

La cumbre celebrada en la capital, Brasilia, entre los mandatarios de Brasil, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Surinam, Uruguay y Venezuela concluyó con promesas de mayor integración regional, pero persistieron algunas señales de desacuerdo. Solo estuvo ausente Dina Boluarte de Perú.

Desde que asumió el cargo en enero, Lula ha mantenido una intensa agenda internacional de reuniones con presidentes de otros países para intentar situar a Brasil a la cabeza de los esfuerzos de integración regional.

“Esta reunión sirvió para que todos nos encontráramos, para conocernos. Hoy este grupo es plural, diverso. Esta reunión es un ejemplo de cómo podemos actuar juntos para luchar por nuestros intereses o ser marionetas en manos de las grandes potencias", señaló Lula en un comunicado.

Los 12 mandatarios discutieron una variedad de medidas para avanzar en la integración regional, siendo una de las iniciativas debatidas la creación de una moneda única, propuesta mencionada anteriormente por Lula con el bloque comercial Mercosur y durante su visita oficial a China en abril.

Lula también sugirió que los países sudamericanos destinen ahorros regionales al desarrollo económico y social, implementen iniciativas de convergencia regulatoria, amplíen los mecanismos de cooperación, desarrollen acciones coordinadas para enfrentar el cambio climático y discutan la creación de un mercado energético sudamericano.

Sin embargo, las propuestas han sido recibidas con escepticismo en algunos sectores.

"Los países sudamericanos tienen condiciones económicas y políticas muy diversas. No creo que estas iniciativas y esfuerzos de integración se traduzcan a corto plazo en un incremento del comercio o de las inversiones entre las naciones", afirmó a BNamericas José Augusto de Castro, titular de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil.

También hubo cierta discordia entre los líderes en Brasilia.

Durante uno de sus discursos en la reunión, Lula defendió a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, diciendo que se ha construido una "narrativa" contra el Gobierno venezolano por parte de los opositores políticos, afirmando que hay una dictadura en el país que vulnera los derechos humanos.

Sin embargo, los comentarios de Lula fueron criticados por algunos de los otros jefes de Estado.

“No es una construcción narrativa, es una realidad. Es seria.  Yo manifesté, respetuosamente, que tenía una discrepancia con lo que señaló Lula, en el sentido de que la situación de derechos humanos en Venezuela era una construcción narrativa”, expresó el líder chileno Gabriel Boric a los periodistas locales.

El presidente de Uruguay, Luis Alberto Lacalle Pou, se hizo eco de los comentarios de Boric al afirmar en un vídeo de la reunión a puertas cerradas que no deben ignorarse los abusos contra los derechos humanos en Venezuela.

“Esta reunión estuvo antecedida, no sé si de forma planificada o no, por una reunión bilateral entre Brasil y Venezuela. Yo me quedé sorprendido cuando se habló de lo que sucede en Venezuela es una narrativa”, declaró en un video publicado por Infobae.