Lo que nos gustaría ver en el presupuesto nacional

Por Cámara de Energía de Trinidad y Tobago

*Este comunicado fue traducido por un sistema automático

En los últimos días hemos visto una avalancha de acontecimientos positivos en el sector energético de Trinidad y Tobago: el acuerdo entre Trinidad y Tobago y el gobierno venezolano sobre el desarrollo del campo de gas Dragon, el acuerdo de contratos de producción compartida para que un consorcio Shell/bp explore tres bloques de aguas profundas, el contrato de suministro de gas doméstico del campo NGC – Shell Manatee, la visita de Marubeni y las conversaciones con el Ministro de Energía sobre energía, hidrógeno y viento, y el nuevo compromiso de Hydrogen de France de invertir en la producción de hidrógeno en Trinidad y Próxima visita de altos directivos de la compañía.

También hubo noticias de que los ejecutivos de bpTT y Shell mantuvieron reuniones especiales con la junta directiva de NGC, sus discusiones se centraron en el suministro de gas a largo plazo, estrategias para la descarbonización de los sectores energético e industrial, y mecanismos para ayudar a la transición de la cadena de valor de la energía a un futuro con bajas emisiones de carbono. Todas estas son noticias positivas para el futuro del sector energético de Trinidad y Tobago y todas se relacionan con elementos del plan de seis puntos de la Cámara de Energía para asegurar el futuro de nuestra industria del gas y las futuras exportaciones de gas y petroquímicos.

También hemos recibido noticias sobre la entrada en funcionamiento del campo Cascadura, la finalización del proyecto de reemplazo de tuberías costa afuera de Trinidad (TOPR) de bp y la solicitud de autorización ambiental para el campo Manatee. Cuando la industria se reunió el 20 de septiembre para nuestro Foro de Operadores Upstream, escuchamos planes detallados y actualizaciones de nueve compañías operadoras diferentes. En toda la industria se están perforando pozos, construyendo plataformas, instalando tuberías, manteniendo equipos y mejorando instalaciones.

Todos estos son acontecimientos positivos, pero la realidad es que todavía necesitamos más inversión, más exploración, más pozos de desarrollo perforados y más instalaciones mejoradas si queremos devolver la producción de gas a los niveles que vimos hace una década y detenerla ( y, con suerte, revertir) la caída de la producción de petróleo. Y tenemos que hacer todo esto rápidamente. Los yacimientos de petróleo y gas tienen una disminución natural en la producción con el tiempo, por lo que con cada día desperdiciado nos alejamos más de nuestro objetivo de aumentar la producción de petróleo y gas.

Nuestros ojos están ahora fijos en el presupuesto nacional que deberá presentarse el lunes 2 de octubre.

El punto de nuestro plan de seis puntos que prestaremos especial atención en el presupuesto nacional se refiere obviamente a los cambios en los impuestos sobre el petróleo y el gas. El presupuesto del año pasado incluyó un cambio significativo en el Impuesto Suplementario sobre el Petróleo (SPT), que fue muy bien recibido por la industria. Este año buscaremos más cambios, algo que el Primer Ministro señaló que estaba bajo consideración en su conferencia de prensa después de la retirada del Gabinete.

El SPT se diseñó originalmente como un impuesto a las ganancias inesperadas, pero con la inflación a lo largo de los años, la tasa de 50 dólares por barril a la que entra en vigor claramente ya no es una tasa de ganancias inesperadas. Hoy se consideraría un precio del petróleo bajo. Los cambios introducidos el año pasado incluyeron la introducción de tasas SPT revisadas para la producción de nuevos pozos para incentivar nuevas perforaciones. También vimos la extensión indefinida de un umbral más alto de 75 dólares por barril para los pequeños productores de petróleo terrestres, que anteriormente se había introducido como una medida temporal. Estos cambios fueron bien recibidos por la industria y ayudaron a fomentar la respuesta positiva a la Ronda de Licitaciones Onshore.

Pero se necesitan más cambios si realmente queremos dar al sector upstream el impulso que necesita. Necesitamos encontrar un sistema en el que los términos revisados del SPT puedan aplicarse no sólo al petróleo de nuevos pozos, sino también a toda la nueva producción incremental procedente de inversiones en pozos existentes, por ejemplo, de reparaciones u otras mejoras en las instalaciones de producción. La SPT se relaciona directamente con la producción de líquidos y, si bien esto puede ayudar en la economía de los campos de gas que también producen condensado, también necesitamos medidas que ayuden específicamente a la economía de los desarrollos de gas, especialmente en los campos pequeños.

Un mecanismo para hacer esto sería crear una tasa de regalías variable, que reconozca que los campos pequeños con niveles más bajos de producción no tienen la misma economía que los campos grandes. También hay cambios en la estructura de los impuestos a las ganancias que realmente podrían ayudar a incentivar nuevas inversiones.

Se han introducido algunos incentivos para proyectos de captura y secuestro de carbono, pero el umbral superior de estos significa que no van a fomentar de manera realista las inversiones en esta costosa empresa. Habrá que desarrollar otras medidas para fomentar esto.

La reforma fiscal por sí sola no va a generar un aumento de la producción, y éste es sólo un elemento de nuestro plan general de seis puntos. Hay otros temas políticos que estaremos atentos en el discurso presupuestario, incluida la revisión de las tarifas eléctricas, la tan esperada política de tarifas reguladas, la reforma del sector público (recordando que entregar proyectos más rápido ayuda significativamente a la economía) y el desarrollo de nuevos sectores que aprovechan la necesidad de descarbonizar, por ejemplo el desarrollo de la economía del hidrógeno y el metanol como combustible marino bajo en carbono. Al igual que muchas otras empresas, nuestros miembros sin duda agradecerían un compromiso sobre el reembolso oportuno de las devoluciones del IVA, y sería bueno tener actualizaciones sobre la liberalización previamente anunciada del mercado minorista de combustible.

Pero un presupuesto nacional tiene que ver, ante todo, con los planes del gobierno en materia de impuestos y gasto, por lo que nuestro principal objetivo la próxima semana será la reforma fiscal. Sabemos que el gobierno ha estado trabajando arduamente para evaluar posibles reformas y esperamos ansiosamente los anuncios la próxima semana.