Los obstáculos en el camino de Chile hacia la electromovilidad

El objetivo de Chile de eliminar gradualmente la circulación de vehículos ligeros con motores de combustión interna y reemplazarlos por vehículos eléctricos para 2035 ya enfrenta obstáculos debido a la falta de incentivos, una infraestructura de carga limitada y los altos costos para los usuarios.

Eso en opinión de Diego Mendoza, secretario general de la asociación local de la industria automotriz ANAC.

A pesar de los esfuerzos del gobierno para fomentar las ventas de vehículos eléctricos, la comercialización de unidades de emisión cero y bajas (eléctricos e híbridos) solo representó el 0,36% de todos los vehículos medianos y apenas aumentó a 0,6% de las ventas anuales a septiembre de este año, señaló Mendoza durante un webinar sobre los objetivos de electromovilidad realizado por el Colegio de Ingenieros de Chile.

“Todavía está un poco desordenada la regulación respecto a incentivos para comprar un auto eléctrico y recargarlo”, señaló Mendoza.

En particular, afirmó que los incentivos actuales solo están dirigidos a empresas, lo que coloca a las personas en una posición difícil debido al alto costo de estos vehículos.

Por ejemplo, el precio más bajo de un automóvil eléctrico en el mercado chileno en 2020 rondaba los 23 millones de pesos (US$28.500), mientras que todavía existen modelos con motores de combustión que cuestan menos de 7 millones de pesos.

Otro problema es la relativa falta de incentivos para instalar cargadores.

Aunque la cantidad de cargadores en Chile aumentó de 85 a 130 entre 2019 y 2020 y Enel X planea instalar otros 1.200, Mendoza dice que el país no debe esperar a que aumente el número de vehículos eléctricos antes de instalar más cargadores.

“El tema es que primero tienen que aparecer los puntos de carga y después los vehículos, no va a ser al revés; en consecuencia, este es un tema que habrá que apoyarlo, incentivando muchísimo la instalación de puntos de carga”, comentó.

El dirigente de ANAC afirmó que, si los cargadores no se instalan con la suficiente rapidez, los usuarios de vehículos eléctricos podrían volver a los motores de combustión debido a la falta de opciones de carga.

Además del objetivo de 2035 de eliminar los vehículos ligeros, de transporte público y mineros que utilicen combustión interna, el gobierno también fijó para 2040 la fecha límite para poner fin a las ventas de equipos pequeños utilizados en la construcción, la agricultura y la silvicultura que utilizan dichos motores. El requisito se aplicará al transporte interurbano y de mercancías para 2045.