Mercado de almacenamiento energético sería uno de los más prometedores para Wärtsilä

Wärtsilä, empresa de soluciones para el mercado marino y energético global, está afinando su enfoque en las oportunidades que ofrece el almacenamiento energético en Chile, según información que obtuvo BNamericas.

El mercado de almacenamiento energético chileno está creciendo y la tendencia podría acelerarse una vez que se resuelvan ciertas incertidumbres regulatorias, principalmente en lo que respecta a su remuneración.

Durante el último decenio, la capacidad solar fotovoltaica y eólica del país se ha incrementado con rapidez y a un ritmo mayor que la expansión de las redes de transmisión, lo que ha puesto de relieve la necesidad de soluciones de red que se puedan implementar con relativa prontitud para mitigar su intermitencia y las consecuencias asociadas en la red, como los vertimientos y el desacople de precios.

Wärtsilä está aprovechando su presencia local y las redes para subirse a la creciente ola y ya tiene en la mira al segmento de productores independientes de energía. La compañía pretende asociarse con productores independientes, desarrolladores y eléctricas que participen en las próximas subastas regionales, entre ellas la que ofrecerá Parinas-Lo Aguirre, proyecto de control de flujo con almacenamiento.

“Cuando observamos el estado de la red y las oportunidades que tenemos por delante, creemos que este es en realidad uno de los mercados más prometedores a nivel mundial”, indicó Andrew Tang (en la foto), vicepresidente de almacenamiento y optimización de energía de Wärtsilä. “Luego, por supuesto, está la ventaja adicional de que tenemos un equipo local muy versado en estos temas”.

Wärtsilä, que ha establecido a Chile como uno de sus principales mercados a nivel mundial, ofrece software operativo y gabinetes físicos, además de suministrar e integrae sistemas de baterías. A nivel mundial, tiene 3,5GW de capacidad contratada y desplegada y más de la mitad corresponde a sistemas autónomos.

Con presencia en Chile desde 1992 y como proveedor local de almacenamiento desde 2017, Wärtsilä actualmente está poniendo en marcha un sistema de 8MW/32MWh para la generadora local Colbún en el parque solar fotovoltaico de 230MW Diego de Almagro, ubicado en la Región de Atacama. Además, está trabajando en otros dos contratos, cada uno de 60MW/120MWh.

En cuanto al plan chileno de retirar el parque generador a carbón completo a más tardar en 2040, Alejandro McDonough, director ejecutivo de Wärtsilä Chile, subrayó el papel clave del almacenamiento. Se podrían necesitar hasta 20GW de potencia renovable con almacenamiento para remplazar los casi 5GW de capacidad carboeléctrica.

“Sin almacenamiento, no creo que se produzca la gran expansión de energías renovables que necesitamos y esperamos”, precisó McDonough. “Si no tenemos las condiciones de mercado, la flexibilidad, el almacenamiento, estos proyectos no llegarán y el carbón seguirá en nuestra red”.

Tang mencionó también el desafío de garantizar que las plantas renovables sean rentables.

“¿Quién invertiría más dinero en una planta solar si sabe que va a tener tantas horas sin costos marginales? No lograrían aprobaciones financieras ni de un niño de dos años”, aseguró Tang. “El tema se estanca a menos que se complemente con almacenamiento para que al menos pueda crear un caso de negocio y así no tener que inyectar en horas de costo cero”.

Colbún y el resto de los grandes productores de energía de Chile, con capacidad para asumir riesgos y financiar proyectos, están a la vanguardia local en el almacenamiento energético.

A medida que el mercado va creciendo de manera sostenida, los actores del sector energético están a la espera de una serie de cambios regulatorios que deberían reducir la incertidumbre y llenar los vacíos. Todos los ojos están puestos en las nuevas reglas sobre remuneración, ya que la claridad de las proyecciones de ingresos debería facilitar el acceso a financiamiento. Se trabaja principalmente en torno al almacenamiento autónomo, ya que el marco para los sistemas incorporados en centrales eléctricas está más avanzado.

“El mercado seguirá creciendo, pero creo que cuando se implementen estructuras regulatorias, va a explotar”, indicó Tang, quien agrega que Wärtsilä expandiría en tándem sus equipos de mantenimiento y reparación de sistemas de almacenamiento.

En paralelo, se está realizando una licitación de suministro para el mercado regulado que incluye incentivos para proyectos con almacenamiento, mientras que el gobierno también planea lanzar licitaciones de sistemas. De aprobarse un proyecto de ley asociado en el Congreso, se realizarían estudios para definir qué se requiere en sistemas de almacenamiento y preparar las bases de licitación.

Como están las cosas, los postores ganadores —una generadora o una empresa de transmisión— recibirían de los consumidores un pago fijo que reconocerá el capex y el opex, del cual se deducirían los ingresos obtenidos por desplazamiento de carga, capacidad y servicios complementarios.

Si bien esta iniciativa extraordinaria se ve en general de manera positiva, el trabajo debe llevarse a cabo "sin prisa, pero sin pausa" y las autoridades deben garantizar que el proyecto no obstaculice la iniciativa privada ni cree problemas más adelante, señalaron participantes del evento reciente sobre hidrógeno y almacenamiento energético RENMAD Chile.

El gobierno indicó con anterioridad que se requerirían unos US$2.000 millones en inversión para estos sistemas, que debieran habilitarse en el norte del país a fines de 2026.

Los panelistas de la conferencia subrayaron además el gran desafío de sacar a licitación, autorizar y poner en servicio dichos proyectos dentro de un plazo acotado.

Teresita Vial, abogada especializada en energía y proyectos de la firma ACU Abogados, sugirió que la subasta sea celebrada por tramos.