México dobla apuesta por Dos Bocas y mantiene postura estatista

Siguen creciendo las dudas sobre la capacidad del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de ser más flexible con la política energética, mientras el jueves el peso se desplomaba a nuevos mínimos ante la caída de los precios del petróleo y la pandemia del coronavirus.

A pesar del retroceso de la moneda mexicana y la baja cotización del crudo, que amenazan con privar a México de los ingresos por exportaciones que tanto necesita, la secretaría de Energía, Rocío Nahle, dobló la apuesta por el controvertido proyecto de refinación Dos Bocas.

Mientras la industria privada de hidrocarburos alberga la esperanza de que AMLO reanude finalmente las rondas de asociaciones estratégicas petroleras, la administración mostró cierta flexibilidad cuando Nahle declaró el jueves en su cuenta de Twitter que Pemex estaba abierta a reducir la producción petrolera como respuesta a la situación internacional.

"Todos los países productores en la pasada reunión del grupo OPEP -NO OPEP manifestamos la disposición de ajustar un porcentaje para evitar la sobreproducción", señaló.

Sin embargo, con el importante despliegue de inversión público-privada en infraestructura energética que se espera para los próximos días, el sector privado está buscando un cambio de actitud más radical.

Mark Keller, analista jefe para México, Venezuela, Cuba y Surinam del equipo latinoamericano de la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU), puso en duda que este nivel de coacción de la industria pudiera obligar a AMLO a cambiar de postura.

"¿Se puede obligar a AMLO a hacer algo?", preguntó: "El cambio real para Pemex sería permitir la participación del sector privado y dejar de hacer actividades menos rentables, pero AMLO ve realmente a Pemex como el motor de crecimiento de la economía, como lo fue en los años setenta", explicó Keller a BNamericas.

"Creo que el clima actual podría obligarlo a parar algunas cosas que están empeorando, tal vez retrasar o cancelar el proyecto de la refinería [Dos Bocas] en Tabasco, pero es mucho más complejo convencerlo de abandonar su hostilidad a la reforma energética".

Una señal de que el gobierno está retrocediendo en Dos Bocas probablemente sería considerada positiva por gran parte de la comunidad local de inversionistas.

Nahle, sin embargo, recalca la urgencia —hoy más que nunca— de abocarse a aumentar la capacidad de refinación de México como medio para generar ingresos cuando exista sobreoferta de petróleo en el mercado.

"Al momento en el que los precios del petróleo están tan bajos, como hoy, lo más conveniente y el mejor negocio es refinar", señaló la titular de la cartera la noche del jueves en una entrevista con El Financiero TV, y además anunció que este año se destinarán 2.000mn de pesos (US$92mn) a cada una de las seis refinerías del país.

"El presidente, a todo el equipo, nos mandó a acelerar los trabajos de la refinería", agregó.

SITUACIÓN EN DETERIORO

No obstante, la perspectiva para la calificación soberana, para Pemex y para el peso continúa deteriorándose.

La moneda local llegó a transarse brevemente en 22,72 por dólar la mañana del jueves, su nivel histórico más bajo desde que se introdujo el "nuevo peso" tras la crisis de principios de 1996, lo que refleja una caída de más de 18% en valor desde la cotización de 18,55 de febrero como consecuencia de la volatilidad extendida del precio del barril y nuevas señales de que la pandemia del covid-19 tendría serios impactos económicos.

Para el mediodía, el peso se había fortalecido a 21,9, nivel que habría sido igualmente impactante la semana pasada luego de fracasadas las negociaciones entre Rusia y Arabia Saudita.

Keller añadió que EIU ya redujo su pronóstico para el crecimiento del PIB mexicano en 2020 de 0,9% a 0,6%. Sumida en una enorme deuda, Pemex enfrenta hoy rebajas casi ciertas y tendrá que afrontar dificultades mucho mayores para emitir bonos, ya que su respaldo soberano también estaría en cuestionamiento.

“En el entorno actual de debilidad de los precios del petróleo, Pemex tendrá problemas con la emisión de deuda. Los rendimientos de los bonos de Pemex aumentaron después del colapso petrolero del lunes, lo que sugiere que cualquier nueva emisión se hará a tasas mucho más altas. A esto se suman otros problemas de la compañía”, explica Keller a BNamericas.

"El delicado estado de Pemex y el riesgo de que sufra una rebaja (que suponemos que sucederá) significa que el gobierno deberá ser cauteloso a la hora de tomar más deuda y arriesgarse a una mayor depreciación del peso", advirtió.

RECORTES Y BAJAS

"De esta manera, el gobierno probablemente reducirá el gasto para equilibrar el menor ingreso y gran parte de este recorte podría provenir del gasto de capital", según Keller.

De hecho, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, dijo el miércoles que el gobierno anunciaría los recortes necesarios en abril.

Keller agrega: "Esperamos otra rebaja calificatoria a basura para Pemex, lo que induciría una liquidación de la deuda de la estatal, ya que a los inversionistas institucionales no se les permite mantener deuda calificada como basura".

EIU presume además que el respaldo soberano absorbería algunas de las obligaciones de la empresa, "dada la cercanía de Pemex y el Estado, lo que se traduciría también en una rebaja para México".

La inminente posibilidad de recortes de gasto también es un mal augurio para la implementación de más de US$100.000mn en más de cien proyectos de infraestructura energética. Nahle indicó que se realizaría un anuncio importante al respecto la próxima semana y no durante el discurso inaugural del presidente en la convención bancaria de la ABM en Acapulco el viernes, como se esperaba.

Consultado sobre un posible retraso en este anuncio y en la situación de inversión en México, Keller manifestó: "El estado de la inversión en México ya era pobre".

"Hay falta de confianza en las políticas de AMLO y nuestras proyecciones ya anticipaban un segundo año de reducción de la inversión para este 2020, aunque menos marcada que la del año pasado".

“El temor por el coronavirus obviamente no va a ayudar en nada. El gobierno probablemente continuará con el plan de infraestructura anunciado, algo que también hizo el año pasado [con mucha participación del sector privado]". Sin embargo, la pregunta es si estos proyectos podrán o no despegar pronto. Si bien la comunidad empresarial ha expresado públicamente cierto entusiasmo desde un principio, en la práctica no lo han ratificado con inversiones.

En la imagen: La secretaria de Energía, Rocío Nahle, en el sitio de construcción de la refinería Dos Bocas el 14 de febrero. La obra de US$8.000mn aún tiene prevista su entrega para 2022.