México evalúa ofrecer bandas de 600MHz y 3.3GHz en subasta combinada de 5G

México evalúa subastar espectro en la banda de 3.3-3.6GHz al mismo tiempo que el espectro de 600MHz, que acaba de liberarse y que se ofrecería en licitación durante el segundo semestre de 2020.

La medida aprovecharía la evolución del ecosistema tecnológico para las comunicaciones fijas y móviles en la banda después de las recientes subastas en Europa, dijo la máxima autoridad de espectro de México.

Alejandro Navarrete (en la foto), jefe de la unidad de espectro radioeléctrico del regulador IFT, dijo a BNamericas que espera que la estandarización de 5G se complete a nivel mundial durante el segundo semestre de 2019, y los operadores mexicanos pueden aprovechar los ecosistemas tecnológicos más maduros al momento de las subastas planeadas para 2020.

"Uno de los retos que tenemos como país es dotar a la industria de bandas bajas, medias y altas que puedan ser utilizadas para el despliegue de 5G", señaló Navarrete. "En eso ya estamos trabajando, con la banda de 600MHz que ya está despejada, y pretendemos someterla a licitación lo más probable en la segunda mitad del 2020, pues para entonces ya va a estar el ecosistema mucho más maduro".

De los 300MHz de ancho de banda en la banda de 3.3-3.6GHz, el IFT también podría subastar el bloque de 150MHz sin asignar a empresas "también hacia la segunda mitad de 2020, probablemente —no lo sabemos aún— simultáneamente con la banda de 600MHz. Pudiera ser atractivo sacar al mercado bandas para 5G tanto en la parte baja como en frecuencias medias", agregó.

Telmex, AT&T y Axtel tienen 50MHz cada una en la banda de 3.3G-3.6GHz en uso para conectividad inalámbrica fija. Las compañías están en proceso de renovar sus concesiones y podrían eventualmente postularse para ofrecer conectividad móvil a través de las mismas bandas a medida que evoluciona la tecnología, señaló el funcionario.

Navarrete explicó que la banda superior tiene la ventaja de estar ya en el mercado en varios países europeos, lo que facilitará un rápido desarrollo de la tecnología en la cadena de suministro. Otras bandas también podrían subastarse como las de 1.5GHz y 2.3GHz, que han sido designadas internacionalmente como bandas IMT, "pero todavía no hay desarrollos de 5G sobre esas bandas".

Navarrete también mencionó que el IFT aún no ha tomado una decisión con respecto a las bandas de 24GHz y 28GHz, que EE.UU. recientemente lanzó al mercado para conectividad móvil 5G, ya que el organismo aún evalúa los argumentos tanto de la industria móvil como de los proveedores satelitales que esperan ofrecer banda ancha utilizando esa banda.

5G: UNA PROPUESTA DE INFRAESTRUCTURA DIFERENTE

Navarrete indicó que la potencial necesidad de celebrar subastas combinadas proviene de la naturaleza compleja del paradigma 5G. Es más complicado porque funciona como un facilitador transversal para tecnologías como internet de las cosas (IoT) y no es una mera evolución como fue el caso entre 3G y 4G.

Eso requerirá combinaciones de espectro que van desde las bandas de frecuencia baja de más largo alcance hasta las de corto alcance, pero también frecuencias ricas en datos por encima de 6GHz y particularmente superiores a 24GHz, explicó Navarrete.

Tecnologías emergentes como IoT masiva ya no conectan solo a personas con personas, sino que buscan conectar miles de millones de dispositivos para ofrecer valor agregado a usuarios individuales e industriales, lo que obliga a los reguladores y empresas a encontrar el modelo adecuado para la construcción de infraestructura.

"La provisión de infraestructura", agregó Navarrete, "es uno de los retos más grandes para 5G, especialmente en bandas milimétricas. Como el alcance es mucho más corto, tienes que poner un número de radiobases en distancias mucho más cortas".

En México, según Navarrete, hay "probablemente cerca de 100.000 torres" de telecomunicaciones, lo que podría plantear un problema para ciudades más pequeñas con infraestructura subdesarrollada en términos de torres y bucles de fibra óptica que se necesitan para la red de retorno de grandes cantidades de datos.

El modelo de negocio también afronta el reto de que, al instalar redes caras, se necesita saber "quién pone la infraestructura y quién la paga", señaló Navarrete. El modelo tradicional de operadores de telecomunicaciones que corren con el costo de los trabajos de infraestructura podría dar paso a uno donde las ciudades o grandes complejos industriales pagan al menos parcialmente la factura de infraestructura para ofrecer servicios como semáforos inteligentes o transporte público autónomo o donde las empresas de telecomunicaciones comparten infraestructura en lugar de que cada una use la propia.

"¿Tiene sentido que tengas cinco redes 5G (...) cuando tienes que poner [una instalación] cada 150m? A lo mejor no", señaló Navarrete.

Otro punto relevante se relaciona con el costo del espectro, del cual las compañías mexicanas se han quejado de ser demasiado alto, lo que dificulta la expansión de la red. Sin embargo, en México el IFT solo controla los precios de las subastas, que son una pequeña parte del costo total del espectro, el cual también contempla derechos anuales que fija la Secretaría de Hacienda, según Navarrete.

Durante la subasta de espectro más reciente de México por espectro de 2.5GHz, que se adjudicaron AT&T y Telefónica, las compañías pagaron una suma global de 2.100mn de pesos (US$111mn), pero se espera que desembolsen hasta 42.300mn de pesos a lo largo de los 20 años de concesiones de espectro.

El IFT publicaría un estudio en diciembre en que comparará los precios del espectro de México con otros países. Este estudio podría servir para presionar por cambios en la política de fijación de precios del espectro, agregó Navarrete.