Nvidia apuesta por supercomputadoras en Latinoamérica más allá de Petrobras

La firma estadounidense Nvidia, una de las principales desarrolladoras de chips y procesadores del mundo, se muestra optimista ante el avance de la computación de alto rendimiento y la inteligencia artificial en las industrias de América Latina, dijo a BNamericas el jefe de su segmento empresarial regional, Marcio Aguiar.

Con la creciente demanda de capacidad de procesamiento, Nvidia planea expandir su cartera empresarial más allá de la brasileña Petrobras, uno de los principales clientes de Nvidia en Latinoamérica.

“Petrobras es un gran cliente, uno de los más importantes. Les ofrecemos soluciones completas de hardware y software. La relación es de larga data y tenemos con ellos un desafío constante por innovar y traer nuevos conceptos computacionales. Ahora estamos trabajando con los desarrolladores de Petrobras para definir nuevas arquitecturas informáticas”, señaló Aguiar.

La estatal, que entabló relaciones comerciales con Nvidia en 2006, es su segundo principal cliente de petróleo y gas después de Saudi Aramco, el mayor del mundo en términos de reservas y producción.

Nvidia proporciona unidades de procesamiento gráfico (GPU) para las seis supercomputadoras de Petrobras, incluida la recién anunciada unidad Tatu, la primera supercomputadora de la compañía con capacidades de inteligencia artificial.

Petrobras es la única empresa del sector energético en América Latina en comprar GPU de Nvidia para este tipo y tamaño de proyecto. Sin embargo, a través de integradores, Nvidia también suministra un clúster de computación para la colombiana Ecopetrol, indicó Aguiar.

Otro importante cliente de supercomputación es la empresa ecuatoriana de telecomunicaciones Telconet, segunda en tamaño después de Petrobras. Como resultado, Ecuador es el tercer mercado más grande de Nvidia en América Latina en términos de ingresos, después de Brasil y México, y por delante de Chile y Colombia.

Aguiar considera que los operadores de telecomunicaciones “comienzan a mirar con más atención” a la supercomputación para acelerar los procesos comerciales. Otras verticales con demanda de computación de alto rendimiento incluyen manufactura, finanzas y venta minorista.

En México, Nvidia recibe pedidos de venta de integradores locales para empresas que están instalando o ampliando su capacidad de producción en el país, aprovechando el nearshoring, según Aguiar.

En Brasil, Nvidia impulsa soluciones de supercomputación también para el laboratorio de investigación Siti de Samsung, así como para Shell y varias universidades públicas e instituciones científicas, como el Laboratorio Nacional de Computación Científica en Petrópolis.

Aguiar proyecta un crecimiento de los ingresos del orden de 26% este año para las ventas empresariales, posiblemente más, dadas las nuevas demandas relacionadas con la inteligencia artificial y el nearshoring.

PETROBRAS

En cuanto a Petrobras, el panorama también es brillante.

“En este momento, ya estamos haciendo varias pruebas para una futura supercomputadora. Petrobras, al ser una empresa pública, entonces irá al mercado a llamar a los integradores”, explicó Aguiar.

Para sus estructuras de supercomputación, que se utilizan principalmente en actividades de exploración y producción y geofísica, Petrobras selecciona en una licitación una integradora que llevará a cabo el proyecto.

Para cinco de las seis supercomputadoras de la compañía, este contratista fue la multinacional francesa de TI Atos. Las GPU de todos ellos fueron desarrolladas y suministradas por Nvidia.

La estadounidense Dell ganó el contrato de la supercomputadora Gaia, la antecesora de Tatu.

Sin embargo, Atos se adjudicó el de Tatu, según informó BNamericas.

Petrobras considera no solo los precios, sino también las características técnicas y de suministro.

“Tenemos un liderazgo indiscutible en la empresa. Petrobras es un cliente que es un mercado en sí mismo”, dijo a BNamericas el año pasado el presidente ejecutivo de Atos para Sudamérica, Nelson Campelo.

Según Aguiar, las GPU son como los cerebros de los superordenadores, pero necesitan un cráneo, o servidores, y un esqueleto, o racks.

Para la mayoría de las seis supercomputadoras de Petrobras, los servidores son de Supermicro, con sede en California, pero los fabrica y entrega la brasileña Positivo.

“Estamos muy orgullosos de suministrar los servidores para la [supercomputadora] Pégaso, de Petrobras”, manifestó el presidente ejecutivo de la compañía, Helio Rotenberg, durante la conferencia de resultados del 4T22. Pégaso es la cuarta y más poderosa supercomputadora de Petrobras.

Atos/Dell, Nvidia y Positivo trabajan al unísono en proyectos de Petrobras, que están hechos a medida para resolver problemas o necesidades de mayor eficiencia operativa, dijo Aguiar. Nvidia, sin embargo, no participa en la preparación de los procesos de licitación, agregó.

MERCADO

Los principales rivales de Nvidia en el mercado de GPU son las firmas estadounidenses Advanced Micro Devices (AMD) e Intel.

AMD también es un gran actor de las supercomputadoras, especialmente en el segmento de energía regional.

“Ya tenemos, con Atos, Super Micro, Lenovo y Dell, por ejemplo, proyectos de petróleo y gas en la región”, explicó Alexandre Amaral, director de ventas de nube y centros de datos de AMD en Brasil, en una entrevista en octubre.

“Algunas cosas son recientes y no estamos autorizados a revelarlas. Pero ya tenemos con los grandes fabricantes de equipos originales, aparte de HPE —debido a la cuestión de la fabricación local— proyectos que ya nos hemos adjudicado y que están en fase de instalación o de entrega de productos”, destacó Amaral.