Ola de calor deja expuesta obsoleta infraestructura hídrica en Argentina

El problema de falta de inversión en infraestructura hídrica en Argentina quedó expuesto por la ola de calor registrada la semana pasada, que llevó la demanda al borde del colapso sistémico tanto en generación eléctrica como en suministro de agua.

Además de los masivos cortes de energía en la capital, Buenos Aires, la ola de calor que azotó la zona central de Argentina también provocó cortes de agua en la provincia de Mendoza, lo que obligó a la empresa Aguas Mendocinas a solicitar a los usuarios limitar su consumo.

Para Mario Vadillo, diputado por la provincia del partido independiente Ciudadanos por Mendoza, no se trata de un problema de financiamiento, sino de una planificación fallida del gobierno provincial.

“En general, en los últimos 10 años, por lo menos aquí en Mendoza se ha priorizado lo que son obras ornamentales, que tienen impacto social a nivel visual, como rutas nuevas o plazas, y que atraen los votos”, dijo Vadillo a BNamericas.

Las obras de acueductos y redes de alcantarillado, que provocan interrupciones en carreteras y servicios y pueden enojar a los votantes tienden a quedar fuera de la planificación del gobierno local, agrega.

En consecuencia, Mendoza tiene una infraestructura hídrica que tiene 50 años y las tarifas apenas cubren los costos de mantenimiento, dijo.

“Si uno lo compara con un auto, sería como solo gastar en vidrios polarizados y no en cambios de aceite”, señala Vadillo, que agrega que la situación se ha traducido en redes de distribución con pérdidas equivalentes a 40% de la producción de agua potable.

“Lo que nosotros pensamos que se podía postergar, ahora se ha vuelto impostergable”.

La falta de agua pronto hará hará inviables proyectos energéticos como la represa hidroeléctrica Portezuelo del Viento, advierte el legislador, quien propone usar US$1.000 millones del financiamiento del proyecto para reformar la infraestructura hídrica de Mendoza en momentos en que el río Grande, que debe abastecer el embalse, se encuentra en “estado crítico”.

Los problemas de infraestructura hídrica de Mendoza se pueden encontrar también en otras provincias del país, señala Vadillo. La falta de inversión también está afectando la capacidad de riego del sector agrícola, algo que empeorará debido al cambio climático, agregó.